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Cada palabra pronunciada por Mujica es una enseñanza, cada una de sus decisiones políticas motivo de controversia. Ex jefe guerrillero de los Tupamaros y preso durante 13 años en la dictadura de los 70 y 80, inició su carrera política como diputado, senador, ministro y presidente. Muchos libros se han escrito sobre él, pero solo este Mujica ha acompañado a sus autores para presentarlo. Esta semana lo hizo en Medellín, donde dejó muchas enseñanzas y dictó una conferencia a la cual asistieron más de siete mil personas. Habló del proceso de paz en Colombia, de la política internacional, de su estilo de vida, del significado de la pobreza, “la paz no es de izquierda, ni de derecha, ni de centro, es una cuestión de destino humano por la cual hay que luchar. El hombre no ha salido de la prehistoria porque tiene que acudir al recurso guerra”. Toda esta sabiduría acumulada en sus 80 años de vida, que al escucharla o leerla se convierte en alimento para el alma, está plasmada en el libro. Hablamos con los autores Andrés Danza y Ernesto Tulbovitz, para conocer las intimidades del texto y un poco más de Mujica.
¿Por qué hacen el libro?
Andrés. Nosotros conocimos a Mujica como diputado cuando recién iniciaba su carrera política ya hace cerca de 20 años y nosotros la de periodistas. Esta relación fue creciendo y siempre tuvimos mucha afinidad, después él como senador, ministro, candidato presidencial, cuando llegó a presidente, algo que no esperaba nadie ni siquiera él ni nosotros tampoco. El primer año le manifestamos la posibilidad hacer un libro, y él estuvo de acuerdo. Entonces lo que hicimos fue registrar esos cinco años de él como presidente pero con mucha cercanía, con mucha confianza y con mucha intimidad. Para eso generamos cerca de 100 horas de conversaciones más todo el registro anterior que teníamos, lo cual superó las 150 horas de entrevistas. Y lo que vas a encontrar en el libro es a la persona tras el personaje, es como ver a Mujica, pero en pijama y pantuflas. Nosotros somos los periodistas que estamos al lado de él a lo largo de toda su carrera y más lo conocemos de cerca.
¿A qué se debe esa cercanía con Mujica?
Ernesto. Nosotros trabajamos para el semanario Búsqueda en Montevideo, Andrés cubría el parlamento y yo cubría la izquierda, y por el trabajo tenemos que vincularnos con los políticos que son nuestras distintas fuentes, y así nos acercamos y encontramos un feed-back en el trabajo, la relación fue de cercanía, de respeto, de confianza, no exentos de encontronazos, de problemas, pero sí un vínculo por nuestra labor; eso se mantuvo y no cambió nunca, pero no significó tampoco compromiso, él político nosotros periodistas.
¿Qué hacía a Mujica diferente en medio de los otros diputados?
Andrés. Desde el momento que asumió como diputado ya por su vestimenta, por su forma de hablar, siempre se destacó como la persona diferente, como la oveja negra que nosotros decimos, él nunca se puso corbata, nunca utilizó el lenguaje típico de los políticos, ni dejó de frecuentar los lugares que siempre frecuentaba y eso lo mantuvo a lo largo de toda su carrera política. Hay algo muy importante para destacar de Mujica y es que él es exactamente igual ahora como ex presidente que como era cuando diputado. Es una persona muy auténtica y eso lo hace muy distinto a muchos otros políticos.
¿Por qué no hicieron el libro antes?
Ernesto. Se han escrito otros libros, pero a nosotros nos parecía que al llegar a la presidencia coronaba la carrera de un jefe guerrillero que empezó como diputado, de las armas a las urnas. De alguna manera suponía todo un periplo en clave histórica, sobre todo porque él es el protagonista, él cuenta la historia, entra y sale en diálogo con nosotros.
¿Qué tiene de diferente este a los que ya se han escrito?
Andrés. La gran diferencia es que es el más cercano a Mujica, al punto que es el único libro hasta ahora que Mujica ha presentado en diferentes países del mundo, no quiere decir que sea una biografía autorizada, no está hecho así, nunca eligió el contenido, hay cosas que lo dejan bien parado y otras no tanto; pero él cree en nuestro trabajo profesional, es una persona que respeta la libertad, son dos características muy importantes y muy fuertes de Mujica que se ven en este libro.
¿Él conoció el contenido antes de su publicación?
Ernesto. No, nosotros le dimos el libro una semana antes de presentarlo en Buenos Aires, pero no hubo una lectura previa a la imprenta.
¿Qué dijo al leerlo?
Ernesto. Hubo alguna discusión de cosas que dijo o no dijo, pero nosotros somos periodistas, él político, a veces tiene que sacar un poquito la pata del lazo, él hace su juego y nosotros el nuestro. Lo que sí dijo fue “che, mucho detalle, muchas cosas”, así somos los periodistas.
¿Qué nos pueden contar de su elaboración?
Ernesto. Tenemos 18 años de relación, cada año tiene 52 semanas, y no miento si digo que hablamos al menos una vez por semana y a veces más. Eso sumado los viajes, a las salidas al interior de Uruguay.
Andrés. Más reuniones en su casa, en la oficina presidencial, o también en mi casa, él como presidente tocaba el timbre de mi casa a las ocho de la noche, nos tomábamos un vino y hablábamos hasta la una de la madrugada de las cosas más fuertes políticamente, pero también de animales, de historia, de filosofía, de lo más insólito que te puedas imaginar.
¿Una persona fuera del Uruguay puede hacerse una idea de quién es Mujica y su legado?
Andrés. Aquí van a conocer las luces y las sombras, a la persona de carne y hueso, al ser humano, y eso es mucho más rico que lo que dejan solo los discursos o los monumentos.
Ernesto. Creo que los Colombiano que lean esto se va a sorprender, a emocionar, se van a reír, a enojar seguramente también, van a escuchar una persona que habla de su muerte con una ligereza. Cuando a Mujica le dicen: Pepe la última foto, él responde, “la última en el cajón”.
¿Qué les deja Mujica como persona?
Ernesto. A mí me deja la enseñanza que es un hombre con mucho poder y mucha sabiduría. Eso de que escucha más lo que habla me parece que es un valor es sí mismo. Me deja entender que en política el blanco y negro no funciona, que hay que negociar y ponerse en el lugar del otro, me ayuda a entender por qué se toman determinadas decisiones.
Andrés. Es muy rico e interesante pasar tantos años al lado de una persona con tanto peso, con tanta incidencia en la política uruguaya y mundial. En el aspecto personal deja también un legado, es una persona muy auténtica, el Mujica público y el privado es similar. Vive de la forma que reclama y profesa, y tiene mucho sentido común.
¿Qué le deja Mujica a Uruguay?
Ernesto. Además de un gobierno que tiene sus personas a favor y en contra, porque dejó algunas leyes y acciones polémicas, como la de la marihuana, el matrimonio homosexual y el aborto, creo que deja un estilo distinto de ser presidente. Acercar el presidente a la gente y que viva como vive la mayoría de la gente. Tal vez eso es lo que destaquen los libros de historia.
¿Podríamos comparar a Mujica con Francisco, cada uno en su ámbito?
Andrés. Sí, dentro de sus ámbitos y con los valores distintos y con las instituciones distintas que los rodean tienen similitudes. Él habla del Papa Francisco y después se juntó con él como ex presidente, tienen muy buena relación y lo destaca especialmente, dice que si lo dejan va a hacer una revolución en la iglesia. Además los dos son del Río de la Plata (risas)
¿En Uruguay hay un antes y un después de Mujica?
Andrés. En algunos aspectos sí, pero también es una figura discutida como siempre ocurre con estas personas, es más famoso afuera que adentro. Es probable que quede en los libros de historia en función de esa forma tan peculiar de ejercer la presidencia.
Ernesto. Me parece que Mujica ya se ganó unas cuantas páginas en los libros de historia Latinoamericana y universal, es su objetivo, me guste o no, negarlo me parece que es de necios.