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Tras el hallazgo de una fosa común con los restos de ocho integrantes de organizaciones evangélicos en Calamar, en Guaviare, la alcaldía municipal convocó a una marcha por la paz, para las 3:00 p.m. este jueves 3 de julio, para rechazar los hechos de violencia que se han venido presentando en la región.
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“El municipio de Calamar, Guaviare, se une y se solidariza por la vida y la memoria de los ocho habitantes que desaparecieron y fueron encontrados sin vida. Acompáñanos en una marcha pacífica para honrar su recuerdo y alzar la voz por justicia”, indicó en comunicado la alcaldía.
En la invitación piden a los asistentes vestir una prenda blanca. A la par, se espera que a la jornada, que iniciará en la alcaldía municipal, se unan habitantes de los municipios de El Retorno, Miraflores y San José del Guaviare, ante la serie de hechos de violencia que han afectado a toda la región.
“Esa es una de las principales frustraciones que tenemos hoy como mandatarios locales, tanto desde el gobernador como todos los alcaldes del departamento. Nos sentimos completamente olvidados, nos sentimos solos”, señaló a Caracol Radio el alcalde de Calamar, Farid Camilo Castaño, quien además ha reprochado la posición del presidente Petro ante las recientes acciones de las disidencias de las Farc en el departamento, que incluyeron un paro armado.
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Las ocho personas halladas en la fosa común eran Nixon Peñaloza (presidente de la JAC de Agua Bonita), Isaid Gómez, Jesús y Carlos Valero, el pastor James Caicedo, Óscar Hernández, Maryuri Hernández y Marivel Silva, quienes habían llegado a Calamar huyendo de la violencia en Arauca.
En abril de este año, las ocho personas habrían sido citadas por las disidencias de las Farc ante una sospecha infundada de que eran infiltrados del ELN en la zona. Tras el hallazgo de sus restos, desde diferentes sectores como la iglesia han condenado el crimen. “Sentimos que aquí se acrecienta el dolor de las comunidades, el desconcierto frente a lo que está sucediendo en el territorio y una profunda necesidad de levantar la voz para que los actores del conflicto respeten a las personas, la dignidad humana, los liderazgos sociales y espirituales“.