Cuatro indígenas y tres campesinos asesinados en Nariño y Cauca
Entre el viernes y el lunes, cuatro indígenas fueron asesinados en Nariño. En el Cauca, se supo este lunes sobre la muerte de tres campesinos que fueron interceptados por hombres armados sin identificar.
Redacción Nacional
La Defensoría del Pueblo alertó este lunes sobre el recrudecimiento de la violencia en el suroccidente del país (específicamente, en Nariño y Cauca) donde, en los últimos días, se ha presentado el asesinato de siete personas y el desplazamiento de 45 familias por enfrentamientos con el ELN en el municipio de Santa Bárbara de Iscuandé.
En Nariño, entre el pasado viernes y este lunes han sido asesinadas cuatro personas, los cuatro, indígenas. Las dos últimas muertes reportadas fueron las de los hermanos Alberto y Luciano Pascal García, ambos de la comunidad indígena Awá. El hecho sucedió cuando se desplazaban hacia el resguardo Palanga – Hojal La Turbia desde el municipio de Llorentes. Uno de los hermanos Pascal García murió en el lugar donde fueron atacados, el otro, cuando era transportado al Hospital San Andrés de Tumaco.
Antes del asesinato de los hermanos Pascal García, sucedió el de Diego Alfredo Chirán Nastacuas, también indígena. Chirán fue intereptado por un vehículo en el corregimiento El Diviso. Desde allí lo llevaron al municipio de Barbacoa, donde le dispararon en siete ocasiones.
El pasado viernes a las cinco de la tarde, Camilo Roberto Taicus Bisbicus, un líder indígena Awá, fue abordado por dos hombres en una motocicleta en Tumaco, Nariño. La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) denunció este ataque. (Lea aquí: Asesinado en Tumaco, Nariño, líder de la comunidad indígena Awá).
Mientras tanto, en el Cauca, específicamente en la vereda La Herradura del municipio de Almaguer, se supo este lunes que los campesinos Nereo Meneses, Marco Meneses y Ariel Sotelo fueron abordados por un retén de seis hombres armados y sin identificar, cuando se dirigían al mercado Yacuanas.
Ante esta sucesión de hechos violentos, la Defensoría condenó “estas expresiones inaceptables de violencia selectiva y solicita a las autoridades competentes adelantar con urgencia las investigaciones necesarias para aclarar la autoría de las mismas, así como adoptar las medidas a que haya lugar para prevenir nuevas violaciones a los derechos humanos”.
La Defensoría del Pueblo alertó este lunes sobre el recrudecimiento de la violencia en el suroccidente del país (específicamente, en Nariño y Cauca) donde, en los últimos días, se ha presentado el asesinato de siete personas y el desplazamiento de 45 familias por enfrentamientos con el ELN en el municipio de Santa Bárbara de Iscuandé.
En Nariño, entre el pasado viernes y este lunes han sido asesinadas cuatro personas, los cuatro, indígenas. Las dos últimas muertes reportadas fueron las de los hermanos Alberto y Luciano Pascal García, ambos de la comunidad indígena Awá. El hecho sucedió cuando se desplazaban hacia el resguardo Palanga – Hojal La Turbia desde el municipio de Llorentes. Uno de los hermanos Pascal García murió en el lugar donde fueron atacados, el otro, cuando era transportado al Hospital San Andrés de Tumaco.
Antes del asesinato de los hermanos Pascal García, sucedió el de Diego Alfredo Chirán Nastacuas, también indígena. Chirán fue intereptado por un vehículo en el corregimiento El Diviso. Desde allí lo llevaron al municipio de Barbacoa, donde le dispararon en siete ocasiones.
El pasado viernes a las cinco de la tarde, Camilo Roberto Taicus Bisbicus, un líder indígena Awá, fue abordado por dos hombres en una motocicleta en Tumaco, Nariño. La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) denunció este ataque. (Lea aquí: Asesinado en Tumaco, Nariño, líder de la comunidad indígena Awá).
Mientras tanto, en el Cauca, específicamente en la vereda La Herradura del municipio de Almaguer, se supo este lunes que los campesinos Nereo Meneses, Marco Meneses y Ariel Sotelo fueron abordados por un retén de seis hombres armados y sin identificar, cuando se dirigían al mercado Yacuanas.
Ante esta sucesión de hechos violentos, la Defensoría condenó “estas expresiones inaceptables de violencia selectiva y solicita a las autoridades competentes adelantar con urgencia las investigaciones necesarias para aclarar la autoría de las mismas, así como adoptar las medidas a que haya lugar para prevenir nuevas violaciones a los derechos humanos”.