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Daniel desde pequeño se deleitaba con las historias que su padre le leía de uno de sus libros favoritos: Ami, el niño de las estrellas. En las noches miraba al cielo con la ilusión de que algún día iba a poder llegar hasta el espacio, se imaginaba saliendo en un cohete y conociendo los diferentes planetas. Mientras se “convertía en grande”, se conformaba con su disfraz de la NASA, que estaba lleno de insignias, esas que esperaba conseguir algún día. Comenzó a creer en la idea de convertirse en astronauta, a pesar de la burla que generaba eso en sus amigos.
“Siempre decía que quería ver la Tierra desde afuera y las estrellas de cerca. Me mentalicé que quería salir del planeta. Empecé a visualizar cómo sería la experiencia, casi sintiendo los olores, la textura, el vacío, la falta de gravedad”, le contó a El Espectador Daniel Tirado, quien narra sus experiencias como mochilero en sus páginas web Viajando sin papel higiénico y Dinero en sandalias.
Su deseo de ser viajero lo cultivó gracias a su abuelo, quien tenía una colección de monedas de las partes del mundo que visitaba. Por eso, a los 19 años cuando se graduó del colegio decidió dejar de lado la universidad y ser un auto emprendedor, según él, adquirir conocimiento por medio de sus experiencias. “A partir de ese momento me convertí en bloguero de viajes y comencé a viajar por todo el mundo. Ya llevo 100 países recorridos”, narró el youtuber, actor y escritor.
Pero el mundo le comenzó a quedar pequeño. Sentía que debía cumplir uno de sus sueños de niño y decidió hacer una reservación para el vuelo espacial. “Recuerdo que cuando la estaba haciendo pregunté que quién más estaba en la lista. Me dijeron Justin Bieber, Leonardo Di Caprio, Armin Van Buuren, y una cantidad de millonarios árabes y chinos que ni entendí sus nombres, sólo sé que son de avanzada edad”, señaló Tirado, que entre risas afirmó que casi lo echan de la casa cuando llegó con esta noticia.
Es el primero mochilero en hacer este tipo de viajes, que él tilda como locura, porque le tocó empezar con las uñas. “Me tocó vender el apartamento, el carro, absolutamente todo. Empeñar unos ahorritos que tenía. Estoy metiendo toda mi vida de emprendedor en una sola experiencia. Algo así no se apoya, no tiene marcas patrocinadoras”, aseguró mientras repetía una y otra vez que no se arrepiente de hacer esto.
Resaltó que es imposible no sentir miedo y ansias. Aún siente el “cutupetico”, como él llama al susto, cuando recuerda el momento en el que le entró una llamada con un +1, el indicativo de Estados Unidos. “Eso fue un domingo a las 2:00 p.m., que empecé a pensar en vender las cosas materiales, que al fin y al cabo no se llevan al otro lado. Tomé la decisión de irme. Luego de que me asignaron el número de reserva, me hicieron unos exámenes médicos”, recordó el paisa de 33 años.
Pero no es sólo el viaje al espacio. Detrás hay una serie de entrenamientos y de experiencias que Daniel irá contando por medio de su canal de su serie web “Camino al espacio”. Es un proyecto a cinco años y se espera que el vuelo salga en 2023. “Les mostraré a mis seguidores varios entrenamientos espaciales, como por ejemplo el de la máquina centrifugadora, que son esos simuladores de gravedad 4G que utilizan en la NASA, más un vuelo a la estratosfera en uno de esos aviones de combate rusos, los Sukhoi", explicó Tirado.
Mientras ese día llega, Daniel asegura que seguirá sufriendo de insomnio de sólo imaginar un viaje de 4.000 kilómetros por hora. “Ese momento en que uno dice apague los motores y ver todo el universo, los planetas las estrellas. Todo eso vale la pena. Siempre he dicho que uno debe ser millonario en experiencias. Por eso, esa es la única riqueza y la que siempre trato de coleccionar”, concluyó el experto en emprendimiento online, que aprovechó para recalcar la felicidad que le produce leer los mensajes positivos que le dejan sus seguidores en redes sociales.
Daniel ha visitado 100 países. / Cortesía Daniel Tirado