Después de días con intensas sequías, temperaturas elevadas y demás condiciones climatológicas que dificultan el acceso al agua, en Hatonuevo, Guajira, se declaró calamidad pública por el difícil acceso a este recurso natural. Tras estudios en la zona por parte del Comité Municipal de Seguimiento de Prevención de Riesgos y Desastres se plantearon posibilidades para crear un plan de contingencia que permita reestablecer la normalidad en esta zona caribeña.
Los tiempos establecidos en este caso, consagrados en el decreto 070 de 2020, podrían ser tentativos dependiendo de la celeridad en la planeación, ejecución y evaluación de las políticas públicas que se vayan a manejar en torno a la prestación óptima de los servicios de agua.
De hecho, también hay que tener en cuenta que estas dificultades dan pie para la afectación en infraestructuras, la pérdida de cultivos y la muerte de decenas de cabeza de ganado.
Luis Arturo Palmezano, alcalde de Hatonuevo, afirmó que desde su administración están "exigiendo a la empresa Aguas del Sur que se comprometa y active el plan de contingencia para abastecer la zona urbana. Hay barrios que hace más de un mes no reciben agua". Asimismo, hizo un llamado a la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos para que hagan presencia en el lugar.
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Tanto Palmezano, como autoridades locales en términos sanitarios puntualizaron que de vital importancia crear pozos profundos para las comunidades indígenas, ampliar las redes que comprenden la represa Metesusto y se extienden hasta la planta de tratamiento de Hatonuevo.
En materia social, las sequías también han generado alteraciones al orden público por la molestia y desesperación de los habitantes.
De momento, se esperan medidas por parte de las autoridades, luego de que hoy en Riohacha se llevó a cabo una reunión entre mandatarios del departamento -incluyendo a Palmezano- con el fin de evaluar desafíos en La Guajira y permitir un pronto diálogo entre la administración de Hatonuevo y el Viceministerio de Aguas, adscrito al Ministerio de Ambiente.