Para el profesor Gilberto Carrillo Caicedo él ya fue elegido rector de la UIS desde el pasado 22 de mayo, cuando en la última votación del Consejo Superior recibió 4 votos a favor, mientras que el actual jefe de la rectoría, Jaime Alberto Camacho Pico, se quedó con 3, pero el representante de la Presidencia y el del ministerio de Educación votaron en blanco. Los otros dos aspirantes, Ivonne Suárez Pinzón y Juan Manuel Latorre, no recibieron ningún voto.
El Estatuto General de la universidad, en el artículo 26, indica que el rector será designado por la decisión mayoritaria de los miembros del Consejo. Lo que podría interpretarse de dos maneras. La primera sería decir que esos 4 votos son la decisión mayoritaria (mayoría relativa) y la segunda es que bajo el concepto de mayoría absoluta se requiera que el nuevo rector reciba la mitad más uno de los votos de nueve miembros, de esta manera Carrillo necesitaría el apoyo de 5 de los 9 consejeros para ser elegido.
Para resolver el tema, el Consejo Superior decidió, en la misma reunión, que el nuevo rector deberá conseguir los 5 votos de la mayoría de miembros, por eso volvió a convocar para mañana a un nuevo encuentro con el fin de continuar las votaciones. En una entrevista que entregó al medio El Frente, Carrillo insistió en que según lo consultado con sus abogados él fue el ganador de esa votación, y que en los próximos días se deberá hacer oficial su designación.
Lo cierto es que fue el Gobierno Nacional, que según varios miembros de la comunidad universitaria “siempre había sido invisible en estas elecciones”, el que desajustó los pronósticos que apuntaban a que la UIS tendría rector antes del 19 de junio, día en que Jaime Alberto Camacho Pico termina su segundo periodo.
Diego Hernández, abogado egresado y profesor de derecho constitucional de esa universidad, afirma que dentro de la institución los sectores que apoyan a Carrillo creen que debe respetarse su elección con los 4 votos que recibió, otros miembros de la comunidad universitaria piensan que lo mejor es abortar el proceso de elección e iniciarlo con nuevos candidatos, mientras que a un grupo les parece que sin cerrarle la puerta a los cuatro candidatos actuales se deberían postular otras personas: “en la UIS ya se siente un cansancio en torno al tema de prolongar esta situación, a la que se le ha sumado una sensación de que la consulta a alumnos, profesores y trabajadores, para elegir a los cuatro candidatos que van al consejo, es un sistema ineficaz, pues mientras en la consulta los estudiantes eligieron a la profesora Ivonne Suárez, su representante (Óscar Araújo) le dio el voto a Carrillo en el Consejo, y lo mismo pasó con la representante de los profesores, Elena Stashenko, quien votó por el profesor Gilberto Carrillo cuando los profesores habían elegido a Jaime Camacho en la consulta”.
El profesor Hernández explica que la comunidad universitaria ha interpretado los votos en blanco por parte del Ministerio y la Presidencia como un desafío a la autonomía de la universidad, “en este debate se nos olvidó que jugaba el Gobierno, que comenzó a importar cuando votó en blanco. Ahora tiene el sartén por el mango, pues esa decisión puede promover que otros candidatos se sumen al voto en blanco y se asumirá que ya no es la Universidad la que decide sino ellos”.
Al respecto, la ministra de Educación, Maria Fernanda Campo, dijo que la rectoría de tan prestigiosa institución requiere nuevos liderazgos. Lo que ha sido interpretado por miembros de la comunidad como que el Gobierno sí buscará incidir en la decisión.
Si de alguna manera el Gobierno promueve que sea el voto en blanco el ganador, la pregunta sería si, como ocurre en los casos de elección popular, todos los candidatos quedarían anulados y sería necesario convocar a nuevos aspirantes. Mañana el Consejo volverá a reunirse, pero según algunas personas cercanas a sus miembros, consultadas por El Espectador, es muy probable que se prolongue la elección y mientras tanto se designe a un rector encargado.