El Ejército desarticuló una red dedicada al tráfico de drogas, que funcionaba como una especie de "cooperativa". Sus miembros se dedicaban buscaba personas interesadas en invertir dinero en operaciones ilegales, para sacar cocaína del país, rumbo a República Dominicana, Puerto Rico, Honduras, Nueva York y Amsterdam.
La operación, que terminó en la captura de ocho personas, la adelantaron agentes del Gaula Militar y del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía (CTI). Los investigadores descubrieron que esa red "exigía por adelantado" el dinero a los inversionistas, que les permitiera "asegurar los costos logísticos" para realizar los envíos.
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Según las autoridades, los delincuentes tenían contactos con funcionarios de distintos niveles en los puertos del caribe; con trabajadores de empresas exportadoras o de compañías de vigilancia, e inclusive con las autoridades locales, garantizando el ingreso y cargue de las sustancias ilícitas. "El material probatorio recaudado demuestra cómo los implicados aseguraban el éxito de sus envíos con correos humanos o mediante la contaminación de buques o de contenedores que llevaban mercancía legal", añadió el Ejército.
Camuflaban la droga en "computadores y repuestos", que eran enviados como encomiendas que recibían otros integrantes de la organización para "su posterior comercialización". Los centros de operación de la red, explicaron las autoridades, eran las ciudades de Santa Marta y Barranquilla, así como los departamentos de Bolívar y La Guajira, todos en el caribe colombiano.
"Los implicados fueron presentados para su judicialización ante un juez de Santa Marta", capital del departamento de Magdalena, y serán imputados por los delitos de "concierto para delinquir y tráfico y fabricación o porte de estupefacientes", resaltó el Ejército.
El pasado 2 de agosto, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) divulgó un informe según el cual los cultivos de coca se redujeron ligeramente en Colombia en 2018 al pasar de 171.000 hectáreas a 169.000, pero siguen en sus cifras más altas desde que comenzaron a calcularse.
Este estudio se hizo público semanas después de que la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP, por su siglas en inglés) divulgara un informe según el cual las hectáreas de coca sembradas en Colombia tuvieron un ligero descenso del 0,5 % el año pasado al pasar de 209.000 a 208.000.