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En medio de protestas las autoridades desalojaron a más de 6.000 campesinos que desde la semana pasada ocuparon ilegalmente 11 predios privados en jurisdicción de los municipios de Chigorodó, Carepa y Apartadó, en el Urabá antioqueño.
Los invasores se asentaron en 12 puntos diferentes de las poblaciones, exigiendo soluciones de vivienda y tierras para trabajar.
De acuerdo con el gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos Botero, detrás de la protesta de los labriegos estaría el accionar de grupos armados al margen de la ley. “Todo hace ver que las acciones vienen de grupos subversivos”.
Los disturbios dejan hasta el momento 20 personas detenidas, que serán judicializadas.
Por El Espectador
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