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'El Gobierno nos traicionó': sindicatos

Mientras el Ejecutivo decide la suerte del Inpec y en la Cámara se debate su futuro, uno de los líderes sindicales de la entidad habla sobre la necesidad de una reestructuración profunda.

Natalia Herrera Durán
22 de agosto de 2011 - 11:51 p. m.

Nelson Barrera, de 34 años, es el vicepresidente del Sindicato de Empleados Uniformados Penitenciarios (Seup) y vocero de los trabajadores del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), a través de la Federación Colombiana de Trabajadores del Sistema Penitenciario y Carcelario (Fecospec), que agrupa 31 de los 37 sindicatos existentes y que han sido señalados como el lunar de la entidad, al cual hoy unos quieren liquidar y otros reestructurar. Sobre este asunto y las verdades sobre la corrupción y el clientelismo del Inpec habló con El Espectador.

¿Qué le diría a los que afirman que uno de los problemas graves del Inpec son los sindicatos?

El Gobierno ha tildado al sindicalismo de responsable de la liquidación del Inpec. Y no lo veo así, porque el sindicalismo bien trabajado es en pro y defensa de la institución. La voluntad de los trabajadores es seguir con su empleo. Todos los reportajes que se han publicado muestran a los 37 sindicatos como una piedra en el zapato. Reconocemos que hay compañeros que sí reciben $50 mil o $100 mil para dejar ingresar a una cárcel, que hay compañeros que se han dejado permear por las bandas criminales y por el dinero fácil, pero también desde adentro hemos denunciado.

¿Cuál es la última denuncia que han hecho?

Denunciamos que el director de la cárcel Normandía de Chiquinquirá (Boyacá), el coronel retirado Eduardo León Figueroa Cifuentes, tenía prebendas con exjefes paramilitares: les daba entrevistas, les permitía visitas. Se extralimitó en sus funciones y salió de la entidad hace tres meses. León había salido antes de La Modelo por actos de corrupción. Otra denuncia que hizo el sindicato fueron los permisos que dio la entonces directora del Inpec, Teresa Moya Suta, para que pasaran a condiciones de mediana seguridad a Dumar de Jesús Guerrero, alias Carecuchillo, y Rahumir Rodríguez, alias Tribilín, dos meses antes de su fuga. Esta denuncia le costó el puesto a la directora y a nosotros que ella dijera que los sindicatos éramos bandas de criminales que albergábamos gente corrupta.

¿El fuero sindicalista ha servido de manto de impunidad para no sancionar a quienes cometen irregularidades en la entidad?

El fuero sindical no sirve para evadir penalmente ningún delito. Es un derecho por ley que garantiza un proceso disciplinario justo y debido. Ahora bien, ha pasado que frente a una denuncia se improvisa un sindicato (que se puede armar por ley con 25 personas) para que los investigados tengan fuero sindical. Luego le entregan ese caso a abogados que empiezan a enredar el proceso disciplinario. Y frente a eso hemos presentado denuncias que dicen que hay sindicatos que se han hecho con firmas falsas, pero no ha pasado nada.

De los 37 sindicatos que existen en el Inpec, ¿cuáles tienen esa naturaleza?

Podríamos hablar de unos 4 o 5 sindicatos con esas connotaciones. También hemos hecho denuncias puntuales de líderes sindicales, denuncias que conoce el Inpec, pero no se han sancionado o destituido porque tienen afectos en la administración.

¿A qué se refiere?

Dentro del Inpec hay afectos. Si he cometido alguna irregularidad, pero tengo un padrino en la parte administrativa, uno en la disciplinaria, un investigador amigo, no me investigan a fondo y la sanción se archiva o se queda en veremos. Por ejemplo, se denunció al entonces director de La Picota, Aldemar Echeverri, quien hoy tiene una investigación por firmar vales de gasolina por $70 millones. Luego de que se hizo la denuncia me llegaron mensajes al celular que decían: “Señor Nelson Barrera, que en paz descanse”. Pero a Echeverri no lo destituyeron, sólo lo sacaron de La Picota y hoy lo tienen de subdirector en la cárcel de reclusión de mujeres El Buen Pastor.

Con el actual panorama, ¿qué le dirían al Gobierno?

Que el problema de las cárceles no va a cambiar con que liquiden a los miles de funcionarios que trabajan ahí por otros que ni siquiera conocen el sistema; que no es cierto que los 37 sindicatos que existen hoy nos oponemos a una reestructuración; que si el problema son los sindicatos, mañana mismo nos unificamos y, por último, que aunque es cierto que hay corrupción dentro de la guardia, ese no es el mayor problema del Inpec.

¿Es cierto que el Inpec es una cuota política?


El Inpec es la institución más politizada que hay. Esto es una cartera de clientelismo. Antiguamente éramos conservadores, y ahora seguimos siendo uribistas. Cada quien pone sus fichas. Hace unos meses cambiaron 81 directores para pagar estas cuotas políticas.

¿De dónde viene la corrupción de la entidad?

Sí, hay guardianes corruptos. Pero son el 10%. La corrupción macro está en los directores. Aunque también se ha detectado que algunos capitanes de la guardia, que ya cumplieron 20 años y ya tienen su pensión bajo el brazo, hacen negocios, enlodando y encochinando el nombre del Inpec. Pero la mayoría de personas jóvenes, que llevan poco tiempo, no están permeados por la corrupción.

¿Sienten que fueron traicionados por el Gobierno?

Sí. Escuchando al ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra, uno siente que fuimos utilizados, que en su momento nos usaron para decir: trabajamos con los sindicatos, y así destrabar el TLC con Estados Unidos. Cuatro meses después de que hicimos ese proyecto de reestructuración, que lo tienen debatiendo en el Congreso, sale el nuevo ministro a decir que el Inpec tiene que ser liquidado, ni siquiera reestructurado. Según ellos, la corrupción está tan marcada en nosotros que definitivamente los miles de funcionarios debemos salir.

Debate sobre la situación carcelaria del país

En la Comisión Segunda de la Cámara, a las 10:00 a.m., se debatirá mañana la situación carcelaria del país. La cita la hizo el representante Iván Cepeda y como invitados irán el ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra, y el director del Inpec, general Gustavo Adolfo Ricaurte.

El debate deberá tocar necesariamente la reestructuración del Inpec, una reforma que según Nelson Barrera, vocero y líder sindicalista de la entidad, debería tener en cuenta los puntos que propusieron en la mesa de trabajo intersindical: primero, hay que atacar la corrupción en todos su frentes. Para eso se planteó crear unos grupos élites de investigación, que descentralicen las investigaciones. Y en cuanto a la administración, se le pidió al Gobierno que deje el asunto en manos de personas que tengan experiencia y que se dé a través de un proceso de meritocracia. “En el Inpec necesitamos de directores a buenos administradores, no a militares ni policías retirados”, afirmó Barrera.

Por Natalia Herrera Durán

 

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