
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Conocidos los nombres de los nuevos miembros del equipo negociador de las Farc en los diálogos de paz con el Gobierno de La Habana, las reacciones en el país político no se han hecho esperar y las interpretaciones pululan y chocan de acuerdo a la orilla en que se encuentren, léase santismo o uribismo.
“Estamos demostrando que la voluntad de paz de la guerrilla es tan alta como nuestras cordilleras”, dijo el jefe negociador de las Farc en Cuba, ‘Iván Márquez’, al presentar a ‘Pastor Álape’ y ‘Carlos Antonio Lozada’, integrantes del Secretariado, y a cuatro miembros del Estado Mayor Central: ‘Pacho Chino’, ‘Walter Mendoza’, ‘Rubín Morro’ e ‘Isaías Trujillo’, y otros 12 nombres, entre ellos el de Henry Castellanos Garzón, alias ‘Romaña’, sobre quien han recaído las miradas por su largo historial como responsable de las mal llamadas “pescas milagrosas” y de otros actos violentos contra la Fuerza Pública y la población civil.
‘Álape’ y ‘Lozada’ participarán en la subcomisión que trabajará en los temas del fin del conflicto y se sentarán junto a los militares activos designados por el presidente Juan Manuel Santos para hablar de ese asunto, encabezados por el general Javier Flórez. Según explicó ‘Iván Márquez’, serán las cabezas de lo que llaman “comando guerrillero para la normalización”, que explorará caminos “en busca de un acuerdo que nos permita concretar el armisticio demandado por las víctimas del conflicto y el clamor de una nación”.
En concreto, esa subcomisión de desarme, que tendrá 10 integrantes de cada bando, buscará fórmulas y visiones que satisfagan a las partes en torno al sensible tema de la dejación de las armas, entendida por las Farc como “su no utilización en política”.
El Espectador conoció que hasta hoy la subcomisión solo se ha reunido una vez, se cruzaron algunas palabras de bienvenida y todo se ha quedado en protocolo. La misma estará conformada por 10 miembros de cada delegación y en esta podrán participar simultáneamente los miembros del Secretariado, es decir, ‘Pablo Catatumbo’, ‘Iván Márquez, ‘Carlos Antonio Lozada’ y ‘Pastor Alape’. Pero también participarán de ella ‘Fabián Ramírez’, ‘Romaña’ y ‘Pacho Chino’, hombres que se consideran del ala militar de las Farc.
Por cierto, ‘Pastor Alape’ manifestó que la decisión del Gobierno de crear un “comando de transición” fue unilateral y que las funciones asignadas a este equipo están por fuera del Acuerdo General para la Terminación del Conflicto, pues nunca se acordó que este equipo sirviera para, como lo dijo el propio presidente Santos, para supervisar la desmovilización del enemigo y garantizar la entrega de armas.
“Respondiendo a estas falacias en procura de sentar bases claras de entendimiento, precisábamos por entonces, y ahora lo reiteramos, que conceptos como transición, desmovilización y entrega de armas no existen ni en la gramática del acuerdo de La Habana, ni mucho menos en el lenguaje de la guerrilla”, refirió el jefe insurgente.
Para el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, la llegada de estos nuevos comandantes de la subversión demuestra la unidad de la guerrilla: “Es absolutamente natural que cuando se llega a esta etapa, donde se toman las decisiones más duras y más difíciles, se necesita de la presencia de los comandantes, de los jefes militares de las Farc. Y la llegada a La Habana de dos integrantes más del Secretariado significa un paso muy importante en la madurez del proceso de paz y en la decisión política que tienen las Farc de negociar en La Habana el fin del conflicto”, señaló el jefe de la cartera política.
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, confirmó, por su parte, que las Fuerzas Armadas cumplieron las órdenes del presidente Santos “con toda claridad” para permitir la salida de los líderes de la guerrilla hacia La Habana. Y reveló que sí se hicieron operaciones en su contra y que los militares “actuaron con toda determinación” y la mayoría “salieron huyendo de la presión de las Fuerzas”. Por cierto, en el tema de ‘Romaña’, el expresidente Álvaro Uribe –principal crítico del Gobierno y de la manera como se desarrollan las negociaciones de paz—no se adelantó esta vez a revelar su salida hacia la isla.
Eso sí, el exmandatario arremetió una vez más contra el traslado de nuevos guerrilleros: “Décima conferencia del terrorismo en La Habana, se reorganizan, se rearman, protegidos por el discurso oficial de paz”, escribió en Twitter. A su vez, Óscar Iván Zuluaga, excandidato presidencial del uribismo, se manifestó también en un trino: “El gran capo de las Farc, alias ‘Romaña’, llega a La Habana ¿También dirá que no tiene con qué responderle a las víctimas?”. Y la senadora Paloma Valencia, también uribista, enfatizó: “Se les está devolviendo la libertad y la tranquilidad de no estar perseguidos por las fuerzas del orden; mientras los colombianos tienen que seguir soportando la extorsión, el reclutamiento de los niños, las minas antipersonales, las bombas".
Lo cierto es que la llegada de los que son considerados los de la línea dura de las Farc a la mesa de negociaciones en La Habana manda una señal en el sentido de que al interior del grupo guerrillero hay unidad y cohesión frente a los diálogos. Porque los rumores de discrepancias se han escuchado mucho en los últimos días. O como lo plantea el analista Ariel Ávila, de la Fundación Paz y Reconciliación: “Se puede decir que el Secretariado es el que está negociando, lo cual muestra la seriedad y la importancia que han adquirido los diálogos”. Ahora, es claro que esa mirada optimista depende de los resultados finales que se logren en las conversaciones y si el barco llega a buen puerto y se firma un acuerdo de paz.