El periodista de Q’hubo - Cali que tuvo que salir de la ciudad

Yesid Toro Meléndez se dedica hace 20 años al periodismo, en los cuales ha trabajado en periódicos como El Tiempo, el Diario del Sur, El País de Cali y actualmente en el diario Q'hubo. Su abogado Élmer Montaña lo define como: “un cronista judicial que conoce a fondo el mundo en que se mueve la delincuencia”. Por los temas que ha tratado, Toro Meléndez ya había recibido amenazas, pero ninguna como la que recibió recientemente, que lo llevó a acatar la recomendación que le hicieron investigadores de la Sijin de Cali: “lo mejor era irse de la ciudad”.

Las más recientes intimidaciones se originaron después de que Yesid publicó en noviembre del año pasado la novela “Complot para matar al diablo”. En el libro plasmó la vida de alias ‘Ricky’, un joven que pertenecía a las pandillas de la ciudad y al que mataron en 2009. Además, narró la violencia juvenil de la capital vallecaucana, las pandillas y su relación con el Código de Infancia y Adolescencia.

Para el trabajo, Yesid habló con jóvenes, policías, jueces, fiscales, abogados y hasta con la madre y el padrasto de ‘Ricky’, quienes libremente dieron su versión. Fue justo después de la publicación que los familiares del joven pandillero comenzaron a exigirle dinero por sus testimonios. Toro les recordó que ellos habían hablado libremente y que no tenían razones para hacerle esas exigencias. Sin embargo, Toro Meléndez hizo algo que hoy cataloga como “una gran embarrada”. Les dijo: “Ustedes me apoyaron y les voy a hacer un obsequio”.

A pesar de esto, las exigencias no cesaron. Por eso, el periodista le notificó el pasado viernes al comandante de la Policía lo que estaba sucediendo. Ese mismo día, justo después de hablar con la Policía, recibió una llamada del vigilante de la sede del periódico, quien le informó que en la portería del diario lo estaban esperando dos personas, quienes exigían un dinero. En ese momento llegó la policía, que le advirtió a la pareja que podrían estar incurriendo en el delito de extorsión. “Se los llevaron en una patrulla. Al llegar a la estación se dieron cuenta que la mujer tenía una orden de captura por falso testimonio”, relató el periodista.
Sin embargo, el hombre quedó en libertad y volvió para amenazar al periodista. Ante esta situación, un investigador de la Sijin le recomendó a Toro salir de la ciudad, por el riesgo que corría de que en cualquier momento tomaran represalias en su contra.

La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) condenó la amenaza de la que ha sido objeto Yesid Toro y, adicionalmente, le pidió a la Unidad Nacional de Protección que le brinde la seguridad necesaria al comunicador. De igual forma, le solicitó a la Fiscalía General de la Nación hacer la investigación pertinente, que lleve a la identificación y judicialización de los responsables.

Andrés Santamaría, personero de Cali rechazó las amenazas contra el periodista y afirmó que intercederá ante la Unidad Nacional de Protección para que el periodista Toro reciba la protección necesaria que garantice su vida, la de su familia y el ejercicio libre de la protección.
Por medio de un comunicado de prensa, afirmó: "sé del trabajo serio y riguroso de Yesid. Hemos trabajado con él, en varias denuncias, conocemos su trabajo, y rechazamos de plano esta situación, que pone en peligro su vida y la de su familia. Desde la Personería le daremos el apoyo que él necesita en este momento de su carrera periodística y personal".

Según el reportero del diario Q’ hubo, la Unidad Nacional de Protección ya comenzó el trámite de su caso. Yesid Toro, le afirmó a El Espectador que el periódico lo ha apoyado, pero que no sabe que vaya a pasar y solo tiene claro que su futuro es incierto.

El exilio de Toro se conoció hoy, justo cuando la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) recordó el 15 aniversario del asesinato del periodista colombiano Nelson Carvajal, quien murió a manos de un sicario, en el municipio de Pitalito (Huila), y justo cuando la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sacó de la “lista negra” de violaciones a los derechos humanos, a Colombia. El país estaba en este listado desde 2000 por el prolongado conflicto interno.

Recordando a Nelson Carvajal

La SIP recordó el décimo quinto (15) aniversario del asesinato del periodista Nelson Carvajal, crimen que aún sigue en la impunidad. "Tristemente recordamos que ya han pasado 15 años de la desaparición física de Carvajal y esta fecha nos obliga a enfrentarnos a la realidad de que después de tanto tiempo, el caso no ha sido resuelto ", aseveró Juan Francisco Ealy Ortiz, presidente de la Comisión Contra la Impunidad de la SIP.

La Unidad de Respuesta Rápida de la SIP, presentó en junio de 2002 a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos una investigación periodística del asesinato. Este organismo le ha seguido el caso bajo el número de 12.462. Ealy Ortiz hizo un llamado al presidente Juan Manuel Santos y a la Justicia colombiana para que impulsen y continúen las investigaciones de los asesinatos contra periodistas, "para señalar, condenar a los responsables y evitar la prescripción de estos casos”.

Yesid Toro Meléndez se dedica hace 20 años al periodismo, en los cuales ha trabajado en periódicos como El Tiempo, el Diario del Sur, El País de Cali y actualmente en el diario Q'hubo. Su abogado Élmer Montaña lo define como: “un cronista judicial que conoce a fondo el mundo en que se mueve la delincuencia”. Por los temas que ha tratado, Toro Meléndez ya había recibido amenazas, pero ninguna como la que recibió recientemente, que lo llevó a acatar la recomendación que le hicieron investigadores de la Sijin de Cali: “lo mejor era irse de la ciudad”.

Las más recientes intimidaciones se originaron después de que Yesid publicó en noviembre del año pasado la novela “Complot para matar al diablo”. En el libro plasmó la vida de alias ‘Ricky’, un joven que pertenecía a las pandillas de la ciudad y al que mataron en 2009. Además, narró la violencia juvenil de la capital vallecaucana, las pandillas y su relación con el Código de Infancia y Adolescencia.

Para el trabajo, Yesid habló con jóvenes, policías, jueces, fiscales, abogados y hasta con la madre y el padrasto de ‘Ricky’, quienes libremente dieron su versión. Fue justo después de la publicación que los familiares del joven pandillero comenzaron a exigirle dinero por sus testimonios. Toro les recordó que ellos habían hablado libremente y que no tenían razones para hacerle esas exigencias. Sin embargo, Toro Meléndez hizo algo que hoy cataloga como “una gran embarrada”. Les dijo: “Ustedes me apoyaron y les voy a hacer un obsequio”.

A pesar de esto, las exigencias no cesaron. Por eso, el periodista le notificó el pasado viernes al comandante de la Policía lo que estaba sucediendo. Ese mismo día, justo después de hablar con la Policía, recibió una llamada del vigilante de la sede del periódico, quien le informó que en la portería del diario lo estaban esperando dos personas, quienes exigían un dinero. En ese momento llegó la policía, que le advirtió a la pareja que podrían estar incurriendo en el delito de extorsión. “Se los llevaron en una patrulla. Al llegar a la estación se dieron cuenta que la mujer tenía una orden de captura por falso testimonio”, relató el periodista.
Sin embargo, el hombre quedó en libertad y volvió para amenazar al periodista. Ante esta situación, un investigador de la Sijin le recomendó a Toro salir de la ciudad, por el riesgo que corría de que en cualquier momento tomaran represalias en su contra.

La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) condenó la amenaza de la que ha sido objeto Yesid Toro y, adicionalmente, le pidió a la Unidad Nacional de Protección que le brinde la seguridad necesaria al comunicador. De igual forma, le solicitó a la Fiscalía General de la Nación hacer la investigación pertinente, que lleve a la identificación y judicialización de los responsables.

Andrés Santamaría, personero de Cali rechazó las amenazas contra el periodista y afirmó que intercederá ante la Unidad Nacional de Protección para que el periodista Toro reciba la protección necesaria que garantice su vida, la de su familia y el ejercicio libre de la protección.
Por medio de un comunicado de prensa, afirmó: "sé del trabajo serio y riguroso de Yesid. Hemos trabajado con él, en varias denuncias, conocemos su trabajo, y rechazamos de plano esta situación, que pone en peligro su vida y la de su familia. Desde la Personería le daremos el apoyo que él necesita en este momento de su carrera periodística y personal".

Según el reportero del diario Q’ hubo, la Unidad Nacional de Protección ya comenzó el trámite de su caso. Yesid Toro, le afirmó a El Espectador que el periódico lo ha apoyado, pero que no sabe que vaya a pasar y solo tiene claro que su futuro es incierto.

El exilio de Toro se conoció hoy, justo cuando la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) recordó el 15 aniversario del asesinato del periodista colombiano Nelson Carvajal, quien murió a manos de un sicario, en el municipio de Pitalito (Huila), y justo cuando la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sacó de la “lista negra” de violaciones a los derechos humanos, a Colombia. El país estaba en este listado desde 2000 por el prolongado conflicto interno.

Recordando a Nelson Carvajal

La SIP recordó el décimo quinto (15) aniversario del asesinato del periodista Nelson Carvajal, crimen que aún sigue en la impunidad. "Tristemente recordamos que ya han pasado 15 años de la desaparición física de Carvajal y esta fecha nos obliga a enfrentarnos a la realidad de que después de tanto tiempo, el caso no ha sido resuelto ", aseveró Juan Francisco Ealy Ortiz, presidente de la Comisión Contra la Impunidad de la SIP.

La Unidad de Respuesta Rápida de la SIP, presentó en junio de 2002 a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos una investigación periodística del asesinato. Este organismo le ha seguido el caso bajo el número de 12.462. Ealy Ortiz hizo un llamado al presidente Juan Manuel Santos y a la Justicia colombiana para que impulsen y continúen las investigaciones de los asesinatos contra periodistas, "para señalar, condenar a los responsables y evitar la prescripción de estos casos”.