Cuatro funcionarios han salido de la alcaldía de Medellín luego de que el mandatario Daniel Quintero pidió a través de Twitter la renuncia protocolaria de todo su gabinete. Al igual que ocurrió hace unos meses, la salida de altos funcionarios se da como parte de una estrategia política con implicaciones para la administración de la ciudad.
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Los más recientes anuncios fueron los de la renuncia de la secretaria de Gobierno, María Camila Villamizar, quien se iría a un alto cargo en el Gobierno Nacional, y el del director de Telemedellín, Déninson Mendoza, que sería la apuesta del movimiento de Quintero, Independientes, a la alcaldía de Cali, en su meta de tener mayor alcance en otras ciudades.
Junto a ellos, la semana pasada se anunció la salida de Carlos Mario Montoya Serna, quien era el secretario de Gestión y Control Territorial, e Iván Mauricio Salazar Echeverry, que estaba en la subsecretaría de Catastro. Estos son solo cuatro, pero en total han sido 13 los altos funcionarios que han salido este año en medio de importantes acontecimientos políticos.
La primera tanda se dio previo a las elecciones presidenciales. Juan Carlos Upegui, en ese entonces secretario de No violencia, dijo en febrero de este año que saldría de la administración para apoyar al Pacto Histórico, a lo que siguió la renuncia de Esteban Restrepo, secretario de Gobierno y Gestión, y de Juan Pablo Ramírez, secretario de Inclusión, Familia y Derechos Humanos, un mes después, justo cuando se conoció que Gustavo Petro sería el candidato de su coalición y el mismo día que el movimiento de Quintero hizo público su apoyo a Petro a la presidencia.
En mayo se dio la salida de Carlos Mario Mejía, exsecretario de Movilidad; Juliana Colorado de la Secretaría de Medio Ambiente, y Eleonora Betancur, directora de la Agencia de Cooperación e Inversión (ACI), quienes llegaron a reforzar la campaña. Mientras que, en junio, las últimas salidas fueron las de la secretaria de las Mujeres, Ana María Valle, y la gerente de Etnias, Farlin Perea, que también se sumaron a la cruzada.
De los actuales movimientos se sasbe que la movida política está relacionada con las elecciones del otro año. Hasta el próximo sábado 29 de octubre, los funcionarios públicos tienen plazo para renunciar si van a lanzarse a alguna candidatura y aunque aún no está muy claro cuáles serán las movidas del movimiento Independientes en Medellín, si la posición de algunas de sus fichas.
Por ejemplo, se conoce que Esteban Restrepo, quien salió en la primera tanda, iría a la gobernación de Antioquia, así como José Luis Osorio, que estaba en la subsecretaría de Educación, aspiraría a la alcaldía de su ciudad, Cartagena. Mientras que en el movimiento de fichas, terminó regresando Juan Pablo Ramírez, como secretario de Gobierno.
Para el politólogo Olmer Muñoz, docente de la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Pontificia Bolivariana, la movida de secretarios, más allá del espectro político, muestra serios vacíos en la gobernabilidad de Medellín, en la que tampoco se evidencian grandes liderazgos, lo que al final de cuentas se ha visto reflejado en la popularidad del alcalde Quintero.
“Hay un cierto clima de ingobernabilidad, porque el alcalde ha tenido un gran presupuesto para apalancar grandes proyectos que no se avizoran y, en cambio, ha centrado su posición política en enfrentarse al uribismo, que al final no le representa mayor peligro, sin fijarse que su principal enemigo es la falta de ejecución en lo que planificó para la ciudad”.
Esto es importante a la hora de leer las jugadas políticas que ahora está haciendo Quintero. Primero, porque, como lo señala Olmes, ese clima de incertidumbre no solo le puede restar votos al candidato de Quintero en la capital antioqueña, sino que además se arriesga a un desgaste dentro de su movimiento, lo que ya se ve ante las dudas que hay alrededor de quién puede reemplazar a Quintero.
“Las próximas elecciones van a estar muy reñidas porque habrá muchos candidatos, no solo están los que van a apoyar Quintero, sino también hay varios que también renunciaron en el Concejo y falta ver la apuesta del Centro Democrático y de Federico Gutiérrez”, dijo Olmes.
Entre toda esa gama está concejal Albert Yordano Corredor y el exsecretario Juan Carlos Upegui, quienes estarían buscando el apoyo de Quintero. A la lista se sumaría Juan Carlos Restrepo, quien fue nombrado alcalde encargado de la alcaldía de Medellín cuando fue suspendido Quintero y que llegaría por firmas, así como se espera que uno de los secretarios de Federico Gutiérrez llegue a defender sus banderas.
Sobre el gabinete, Daniel Quintero indicó que reoganizarán el equipo para cerrar con “broche de oro” el último año que le queda en la alcaldía, pero los esfuerzos deben ir más allá. Para Olmes, Quintero, a diferencia de otros mandatarios en el país, no ha sabido catapultar a sus secretarios con grandes proyectos en sectores trascendentales como lo fue, por ejemplo, salud en pandemia o educación con la reapertura.
“Se ha situado en dos problemas básicos: cobrarle Hidroituango a los anteriores mandatarios y dedicarse a pelear con el Centro Democrático. En el caso de la venta de las acciones de UNE, no ha logrado tener credibilidad dentro del Concejo, lo que muestra un síntoma de cansancio en la administración, a lo que se suma que no ha podido consolidar tanta cercanía con el Gobierno Nacional como esperaba, ni resultados en desarrollo urbano, vías y el valle del software, entre otros para catapultar la ciudad en otro punto de desarrollo”, concluye Olmes.