La última temporada de lluvias en El Banco, Magdalena, se convirtió en una de las más grandes emergencias que ha tenido que enfrentar el municipio. La erosión de la ribera del río Magdalena puso en riesgo a 6.000 familias, además de la infraestructura vial, especialmente el corregimiento de San Roque, que ha crecido junto al afluente.
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“Soy ama de casa y la situación me ha afectado demasiado. Mis hijos están en riesgo, porque por ahí es por donde ellos pasan, por donde van al colegio, por donde le llevan la comida a sus abuelos”, expresó Nidia Serpa, habitante del área afectada.
En otros corregimientos como Matecaña, El Cerrito, San Felipe y el barrio El César, en el casco urbano, las afectaciones han sido por las inundaciones causadas por el aumento en el caudal del río, lo que también ha propiciado la erosión e inestabilidad de la vía que va hacia San Roque.
En los últimos meses, señalan los habitantes de la zona, la situación se agravó a tal punto que se comenzó a caer parte de la banca asfáltica, por lo que decidieron impedir el paso de todo tipo de vehículos.
Las obras
La alcaldía de El Banco señala que realizó obras de mitigación en la ronda del río para reducir el riego, entre las que se encuentra la instalación de postes de madera y sacos con piedras y material de afirmado y estabilización para la protección del talud, pero estas acciones resultaron insuficientes cuando llegaron las lluvias.
Sumado a esto, según la secretaria de planeación, Geraldines González, hacen falta estudios sobre las dinámicas del río para precisar dónde están los puntos críticos y las zonas de mayor riego. “El comportamiento del río es impredecible, es muy variable, y con la naturaleza no podemos tener control absoluto. Con las obras logramos estabilizar cierta parte, pero hay una curva que genera un comportamiento hidráulico que afecta directamente una zona específica y eso ha ocasionado que se deterioren las intervenciones en general”
Por ello, la funcionaria advierte que: “necesitamos el apoyo del Gobierno Nacional para la aprobación de un proyecto grande que nos dé realmente una solución definitiva. Necesitamos inversión, que el gobierno mire nuestro territorio. Esto podría pasar a un segundo plano hasta que ocurra una catástrofe y se pierdan vidas”.
Las solicitudes de ayuda al Gobierno Nacional comenzaron desde febrero del año pasado, que la alcaldía envió una comunicación a las unidades de gestión del riesgo nacional y departamental, en busca de apoyo para atender la crisis. A pesar de que la gobernación hizo visitas para evaluar las afectaciones, la respuesta que tuvieron fue que no había recursos para atender la situación.
Al respecto, Sandra Chajin, secretaria de gobierno, indicó que tuvieron una reunión con el director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastre (UNGRD), Carlos Carrillo, en la que priorizaron a varios municipios para futuras intervenciones, pero nunca recibieron la confirmación sobre la fecha de las visitas prometidas, ni se han realizado acciones concretas en el municipio.
Por esto, un grupo de habitantes del municipio, entre los que hay líderes sociales, concejales y hasta el alcalde del municipio, Ronald Flórez, viajaron hasta Bogotá para protestar pacíficamente frente a la UNGRD para obtener respuestas.
“Necesitamos con urgencia que nos visiten en nuestro municipio. Venimos a que nos escuchen, que nos den soluciones porque están alrededor de 6.000 familias en riesgo, pescadores, personas que se dedican a la agricultura, adultos mayores, madres cabeza de familia, niños que no han podido llegar a sus escuelas porque se partió la carretera”, dijo el alcalde.
Como respuesta, tuvieron una reunión con subdirectores de la entidad, en la que se revisaron 10 proyectos que se habían presentado en años anteriores, para evidenciar las razones por las que fueron rechazados. Entre estas había incumplimiento de requisitos, así como acciones que están fuera de la competencia de la unidad.
Como resultado, la UNGRD se comprometió a hacer una visita técnica al municipio para evaluar la situación. “El Banco, Magdalena, presenta problemas de erosión fluvial, por lo cual brindaremos un acompañamiento técnico para definir la solución que proteja la vida de 50 familias que se encuentran en la zona afectada, en riesgo de colapso de sus viviendas”, afirmó María Meza, subdirectora para la Reducción del Riesgo de la UNGRD.
La comunidad espera que las acciones no demoren, ya que para esta época del año el caudal del río baja, lo que facilita las acciones en las áreas aledañas. Además, temen que en una nueva temporada de lluvias en San Roque como otros corregimientos ribereños vuelvan a presentarse emergencias.
“Nos vamos con toda la expectativa. Las administraciones pasadas presentaron proyectos ante la Unidad que, a hoy, no son prioridad. Ahora velamos por las acciones que se puedan hacer en San Roque, El Cerrito y San Felipe”, concluyó el alcalde.