Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Recomendado

                                      Contenido exclusivo

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Cromos

                                                                                                          Vea

                                                                                                            Blogs

                                                                                                              Especiales

                                                                                                                Descarga la App

                                                                                                                  Edición Impresa

                                                                                                                    Suscripción

                                                                                                                      Eventos

                                                                                                                        Pauta con nosotros

                                                                                                                          Avisos judiciales

                                                                                                                            Preguntas Frecuentes

                                                                                                                              Contenido Patrocinado
                                                                                                                              20 de agosto de 2019 - 01:16 p. m.

                                                                                                                              El viaje más largo al Llano

                                                                                                                              Testimonio de las peripecias de un viaje por tierra al Llano durante el reciente puente festivo, mientras la vía principal concesionada sigue cerrada.

                                                                                                                              Luzdary Ayala V. / especial para El Espectador

                                                                                                                              Hasta 20 horas en un recorrido de menos de 100 kilómetros sufren los viajeros que transitan hoy por la vía de Guateque al Llano. / Luzdary Ayala V.

                                                                                                                              La aventura comenzó el viernes a las 6 p.m. Habíamos tomado la decisión de irnos por tierra a Villavicencio, agobiados por los precios comerciales de los tiquetes aéreos por tratarse de un puente festivo: ¡hasta 800.000 pesos el trayecto de ida y vuelta por persona mientras a Cali o Cartagena se conseguían promociones de $150.000!

                                                                                                                              Nos acercamos a las taquillas donde venden los pasajes y nos ofrecieron dos opciones: a Villavicencio vía Guateque (cerca de 200 kilómetros) o vía Sogamoso-Aguazul (más de 300 kilómetros). La primera sonaba más prometedora:

                                                                                                                              - Nos gastamos ocho-nueve horas, póngale diez, nos decía animado el conductor, ya impaciente por completar el cupo de su van.

                                                                                                                              - Les dejo los mejores puestos, creánme que vamos a llegar pronto, de noche es más rápido, porque hay menos trancón, nos decía…

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Los viajeros nos miramos con miedo, pero sin otra alternativa si queríamos viajar.

                                                                                                                              Aceptamos el reto; al fin de cuentas, íbamos a pasar la noche en carretera, pero podríamos dormir y así el recorrido se haría más corto.

                                                                                                                              Salimos del terminal hacia las 8 p.m., con don Pedro al timón, quien hizo su primera parada en el punto donde comienza la variante del Sisga hacia Guateque. Un cafecito con arepa boyacense para resguardarse del frío y comenzar la jornada más larga, la travesía por la vía Guateque-Santamaría-San Luis de Gaceno-Villanueva, algo que vienen haciendo cientos de viajeros desde hace más de tres meses, por el cierre de la vía Bogotá-Villavicencio.

                                                                                                                              Pasamos Guateque y hasta ahí nos sentíamos afortunados, a pesar de la vuelta tan grande que estábamos dando para volver al Llano. Los camiones cargados de plátano, de maracuyá, de ganado, de cerdos subían perezosos por el estrecho tramo que compartíamos en otra larga fila de estos mismos vehículos pesados que iban de vuelta a Villavicencio.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Pasamos uno, dos, tres y más rudimentarios túneles, que más parecían socavones. La expectativa no nos dejaba dormir, el tiempo se iba en mirar el reloj y comentar el lamentable estado de esta vía, con tramos intransitables para un automóvil, pero aun así, convertida en casi la única alternativa para los habitantes del Llano.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Superado el tramo de los túneles y en medio de la noche, la lenta fila de vehículos se detuvo. Eran las 2:30 de la madrugada. El conductor mantuvo prendido el motor del carro unos cinco minutos a la espera de que solo fuera un pequeño problema y que la travesía continuara… Pero pasó una hora y no se veían subir carros en tanto que el carril de bajada seguía paralizado. Solo uno que otro conductor “avispado” aprovechaba la quietud para saltarse unos cuantos turnos y acomodarse en algún espacio entre los carros de la ordenada fila…

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Pasaron dos horas y don Pedro, el conductor, nos daba ánimo: "yo creo que en una hora por tarde nos dan paso. Debe ser que se atascó una mula, pero la grúa la saca y listo"…

                                                                                                                              Íbamos ya por tres horas y, para fortuna de los pasajeros, la única bebé que iba en la van se mantenía en calma total, ni un asomo de llanto, y cuando lo hubo, todo se solucionó cuando su mamá le cambió el pañal.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              El aire volvió a traer el aroma fresco de los árboles en la noche y los pasajeros salíamos a caminar por la estrecha vía enlodada, a tratar de ver qué estaba pasando, a preguntarle al conductor del carro que por fin asomó del otro lado, pero nada; ese y por lo menos otros 10 automotores pasaron sin compartir nada, tal vez con el desespero del tiempo que tuvieron que esperar para continuar la ruta…

                                                                                                                              (Le puede interesar: Coviandes vs. Pollo Olympico: la disputa por la emergencia en la via al Llano)

                                                                                                                              Por fin, el conductor de una camioneta pareció apiadarse de nuestras caras de desolación, de desespero, al punto que unas cuantas viajeras soltaron más de una grosería, agotadas de tanto esperar, abandonadas a la incertidumbre.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              “Hay muchos carros trancados, está difícil", nos dijo, y siguió su camino…

                                                                                                                              Cuatro horas después, sin haber avanzado más allá de lo que caminábamos para tratar de llegar a un sitio donde se viera alguna esperanza de que la vía sería despejada, volvieron a aparecer los carros que venían hacia Bogotá. ¿Por qué no nos dan vía, nos preguntábamos ofuscados entre viajeros. ¿Por qué no nos dicen al menos qué está pasando?

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Una hora más completamos y ya la luz del día nos permitió ver que el punto donde daban la vía estaba más cerca de lo que imaginábamos. Primero se apresuraron dos chicas, a pedir explicaciones sobre ese trancón eterno, especialmente para quienes íbamos hacia el Llano.

                                                                                                                              La “paletera”, como le dicen a la persona de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), encargada de poner la señal de PARE o SIGA en el camino, las devolvió sin mayores explicaciones. Hay un camión varado, y punto.

                                                                                                                              Desde el punto donde nos pararon, veíamos cómo subían, a marchas forzadas, los camiones de carga, mientras que de una van bajaban los pasajeros para que el vehículo pudiera subir el empinado tramo. Parecía de caricatura verlos correr detrás de la van.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Las emisarias de nuestro lado llegaron furiosas. No entendían por qué la “paletera” no les había ayudado. Nos fuimos, entonces, otro grupo, y la señora nos comunicó que en una media hora nos daban vía, porque ya se había solucionado lo del carro varado.

                                                                                                                              Fueron seis largas horas, pasando la población de Santamaría; después, trancones menores, pero de nuevo ante la incertidumbre de un carro varado o de un derrumbe. Así logramos sortear el largo trayecto hasta finalmente ver la anhelada vía central que conduce de Villanueva hacia la capital del Meta.

                                                                                                                              En Villanueva, don Pedro paró para permitirnos ir al baño y desayunar o almorzar, a eso del medio día.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              A Villavicencio llegamos a las 3:30 de la tarde, ¡Habíamos pasado 20 horas en carrertera!, un recorrido más largo que de Bogotá a Pasto o a la Costa Atlántica, todo por cuenta de la falta de una verdadera vía alterna, todo por cuenta de la improvisación en la vía Bogotá-Villavicencio, de malos manejos de los recursos, a pesar de que se trata de uno de los corredores viales que capta mayores ingresos por peajes. Cada vehículo pequeño paga, en total, alrededor de $40.000 por trayecto, lo que quiere decir que en un puente festivo, cuando se movilizan hacia el Llano más de medio millón de carros, el recaudo podría superar fácilmente los 20.000 milones de pesos, eso sin contar camionetas y carros pesados…

                                                                                                                              (Antes de leer lo que pasó al regreso, puede gustarle este video:)

                                                                                                                              Otro retorno…

                                                                                                                              Ante la dura jornada decidimos regresar por Guayabetal, donde la comunidad se valió de una vía veredal para transportar a los viajeros al otro lado del kilómetro 58 en viejos pero resistentes camperos 4X4.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Un primer viaje hasta el peaje de Pipiral, donde la compañía Coviandes, sin sonrojarse, sigue cobrando la suma de $16.600, sin tener en cuenta que la vía a su cargo no está funcionando. De Pipiral vajamos a Guaybetal, donde después de hacer fila se tiene acceso a un puesto de estos camperos. Nos subimos al jeep de don Henry Rozo, un lugareño que se dedica a transportar a los agricultores de la zona, para llevarles provisiones y ayudarlos a sacar sus cosechas de las fincas.

                                                                                                                              El paso por una vía veredal que habilitaron los habitantes de Guayabetal para pasar a los viajeros al otro lado del derrumbe del kilómetro 58 también es demorado y complejo.Luzdary Ayala“A nosotros nos ha servido esta emergencia, porque les sacamos más provecho a los carros”, dice, mientras nos anuncia que el desvío es de una hora y cuarto siempre y cuando no haya un varado.

                                                                                                                              A los camperos se han sumado las motocicletas que también transportan pasajeros ligeros de equipaje hasta dejarlos al otro lado del sitio del derrumbe. En el punto de llegada, otros carros colectivos llevan a los pasajeros hasta el peaje de Naranjal, donde se debe tomar otra ruta de transporte para llegar a Cáqueza. En ese municipio, un bus intermunicipal hace la ruta hacia Bogotá.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Este es el “calvario” que han tenido que soportar –y siguen soportando- los habitantes del Llano día a día por espacio de casi cuatro meses. ¡Los llaneros estamos muy indignados, porque nos hemos pasado la vida esperando una verdadera autopista y una vía alterna donde un invierno no los deje aislados.

                                                                                                                              (También puede leer: Vía al Llano, una tragedia de 45 años)

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Esta situación exaspera a quienes han nacido en estas tierras y las siguen cultivando tanto como a aquellos que nacimos allá y aunque nos vinimos a la capital del país -que nos ha dado casi todo- mantenemos los lazos familiares que nos atan a los bellos amaneceres y atardeceres propios de estas tierras de espléndidas sabanas y de riquezas naturales sin límite.

                                                                                                                              Pueda ser que después de tantos días de recorridos inhumanos se abra la vía, para no seguir afrontando tantas penurias sin que se tomen medidas oportunas, porque no le dan la importancia nacional que merece esta media Colombia en la que yace buena parte de la riqueza petrolera del país y la que provee de agua y de alimentos a la capital del país como una de las mayores productoras de plátano, cítricos y otras frutas.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Es inadmisible seguir en esa condición de patio de atrás en el que ni al Gobierno ni a la firma concesionaria de la vía parece dolerles la situación tan lamentable que viven los productores agrícolas, el sector turístico y los habitantes en general del Meta y más allá, que por motivos de salud o familiares se ven obligados a movilizarse, así tengan que esperar hasta 20 horas para llegar a un destino que está a menos de 100 kilómetros de la capital del país.


                                                                                                                              Le puede interesar también:

                                                                                                                              Hasta 20 horas en un recorrido de menos de 100 kilómetros sufren los viajeros que transitan hoy por la vía de Guateque al Llano. / Luzdary Ayala V.

                                                                                                                              La aventura comenzó el viernes a las 6 p.m. Habíamos tomado la decisión de irnos por tierra a Villavicencio, agobiados por los precios comerciales de los tiquetes aéreos por tratarse de un puente festivo: ¡hasta 800.000 pesos el trayecto de ida y vuelta por persona mientras a Cali o Cartagena se conseguían promociones de $150.000!

                                                                                                                              Nos acercamos a las taquillas donde venden los pasajes y nos ofrecieron dos opciones: a Villavicencio vía Guateque (cerca de 200 kilómetros) o vía Sogamoso-Aguazul (más de 300 kilómetros). La primera sonaba más prometedora:

                                                                                                                              - Nos gastamos ocho-nueve horas, póngale diez, nos decía animado el conductor, ya impaciente por completar el cupo de su van.

                                                                                                                              - Les dejo los mejores puestos, creánme que vamos a llegar pronto, de noche es más rápido, porque hay menos trancón, nos decía…

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Los viajeros nos miramos con miedo, pero sin otra alternativa si queríamos viajar.

                                                                                                                              Aceptamos el reto; al fin de cuentas, íbamos a pasar la noche en carretera, pero podríamos dormir y así el recorrido se haría más corto.

                                                                                                                              Salimos del terminal hacia las 8 p.m., con don Pedro al timón, quien hizo su primera parada en el punto donde comienza la variante del Sisga hacia Guateque. Un cafecito con arepa boyacense para resguardarse del frío y comenzar la jornada más larga, la travesía por la vía Guateque-Santamaría-San Luis de Gaceno-Villanueva, algo que vienen haciendo cientos de viajeros desde hace más de tres meses, por el cierre de la vía Bogotá-Villavicencio.

                                                                                                                              Pasamos Guateque y hasta ahí nos sentíamos afortunados, a pesar de la vuelta tan grande que estábamos dando para volver al Llano. Los camiones cargados de plátano, de maracuyá, de ganado, de cerdos subían perezosos por el estrecho tramo que compartíamos en otra larga fila de estos mismos vehículos pesados que iban de vuelta a Villavicencio.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Pasamos uno, dos, tres y más rudimentarios túneles, que más parecían socavones. La expectativa no nos dejaba dormir, el tiempo se iba en mirar el reloj y comentar el lamentable estado de esta vía, con tramos intransitables para un automóvil, pero aun así, convertida en casi la única alternativa para los habitantes del Llano.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Superado el tramo de los túneles y en medio de la noche, la lenta fila de vehículos se detuvo. Eran las 2:30 de la madrugada. El conductor mantuvo prendido el motor del carro unos cinco minutos a la espera de que solo fuera un pequeño problema y que la travesía continuara… Pero pasó una hora y no se veían subir carros en tanto que el carril de bajada seguía paralizado. Solo uno que otro conductor “avispado” aprovechaba la quietud para saltarse unos cuantos turnos y acomodarse en algún espacio entre los carros de la ordenada fila…

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Pasaron dos horas y don Pedro, el conductor, nos daba ánimo: "yo creo que en una hora por tarde nos dan paso. Debe ser que se atascó una mula, pero la grúa la saca y listo"…

                                                                                                                              Íbamos ya por tres horas y, para fortuna de los pasajeros, la única bebé que iba en la van se mantenía en calma total, ni un asomo de llanto, y cuando lo hubo, todo se solucionó cuando su mamá le cambió el pañal.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              El aire volvió a traer el aroma fresco de los árboles en la noche y los pasajeros salíamos a caminar por la estrecha vía enlodada, a tratar de ver qué estaba pasando, a preguntarle al conductor del carro que por fin asomó del otro lado, pero nada; ese y por lo menos otros 10 automotores pasaron sin compartir nada, tal vez con el desespero del tiempo que tuvieron que esperar para continuar la ruta…

                                                                                                                              (Le puede interesar: Coviandes vs. Pollo Olympico: la disputa por la emergencia en la via al Llano)

                                                                                                                              Por fin, el conductor de una camioneta pareció apiadarse de nuestras caras de desolación, de desespero, al punto que unas cuantas viajeras soltaron más de una grosería, agotadas de tanto esperar, abandonadas a la incertidumbre.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              “Hay muchos carros trancados, está difícil", nos dijo, y siguió su camino…

                                                                                                                              Cuatro horas después, sin haber avanzado más allá de lo que caminábamos para tratar de llegar a un sitio donde se viera alguna esperanza de que la vía sería despejada, volvieron a aparecer los carros que venían hacia Bogotá. ¿Por qué no nos dan vía, nos preguntábamos ofuscados entre viajeros. ¿Por qué no nos dicen al menos qué está pasando?

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Una hora más completamos y ya la luz del día nos permitió ver que el punto donde daban la vía estaba más cerca de lo que imaginábamos. Primero se apresuraron dos chicas, a pedir explicaciones sobre ese trancón eterno, especialmente para quienes íbamos hacia el Llano.

                                                                                                                              La “paletera”, como le dicen a la persona de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), encargada de poner la señal de PARE o SIGA en el camino, las devolvió sin mayores explicaciones. Hay un camión varado, y punto.

                                                                                                                              Desde el punto donde nos pararon, veíamos cómo subían, a marchas forzadas, los camiones de carga, mientras que de una van bajaban los pasajeros para que el vehículo pudiera subir el empinado tramo. Parecía de caricatura verlos correr detrás de la van.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Las emisarias de nuestro lado llegaron furiosas. No entendían por qué la “paletera” no les había ayudado. Nos fuimos, entonces, otro grupo, y la señora nos comunicó que en una media hora nos daban vía, porque ya se había solucionado lo del carro varado.

                                                                                                                              Fueron seis largas horas, pasando la población de Santamaría; después, trancones menores, pero de nuevo ante la incertidumbre de un carro varado o de un derrumbe. Así logramos sortear el largo trayecto hasta finalmente ver la anhelada vía central que conduce de Villanueva hacia la capital del Meta.

                                                                                                                              En Villanueva, don Pedro paró para permitirnos ir al baño y desayunar o almorzar, a eso del medio día.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              A Villavicencio llegamos a las 3:30 de la tarde, ¡Habíamos pasado 20 horas en carrertera!, un recorrido más largo que de Bogotá a Pasto o a la Costa Atlántica, todo por cuenta de la falta de una verdadera vía alterna, todo por cuenta de la improvisación en la vía Bogotá-Villavicencio, de malos manejos de los recursos, a pesar de que se trata de uno de los corredores viales que capta mayores ingresos por peajes. Cada vehículo pequeño paga, en total, alrededor de $40.000 por trayecto, lo que quiere decir que en un puente festivo, cuando se movilizan hacia el Llano más de medio millón de carros, el recaudo podría superar fácilmente los 20.000 milones de pesos, eso sin contar camionetas y carros pesados…

                                                                                                                              (Antes de leer lo que pasó al regreso, puede gustarle este video:)

                                                                                                                              Otro retorno…

                                                                                                                              Ante la dura jornada decidimos regresar por Guayabetal, donde la comunidad se valió de una vía veredal para transportar a los viajeros al otro lado del kilómetro 58 en viejos pero resistentes camperos 4X4.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Un primer viaje hasta el peaje de Pipiral, donde la compañía Coviandes, sin sonrojarse, sigue cobrando la suma de $16.600, sin tener en cuenta que la vía a su cargo no está funcionando. De Pipiral vajamos a Guaybetal, donde después de hacer fila se tiene acceso a un puesto de estos camperos. Nos subimos al jeep de don Henry Rozo, un lugareño que se dedica a transportar a los agricultores de la zona, para llevarles provisiones y ayudarlos a sacar sus cosechas de las fincas.

                                                                                                                              El paso por una vía veredal que habilitaron los habitantes de Guayabetal para pasar a los viajeros al otro lado del derrumbe del kilómetro 58 también es demorado y complejo.Luzdary Ayala“A nosotros nos ha servido esta emergencia, porque les sacamos más provecho a los carros”, dice, mientras nos anuncia que el desvío es de una hora y cuarto siempre y cuando no haya un varado.

                                                                                                                              A los camperos se han sumado las motocicletas que también transportan pasajeros ligeros de equipaje hasta dejarlos al otro lado del sitio del derrumbe. En el punto de llegada, otros carros colectivos llevan a los pasajeros hasta el peaje de Naranjal, donde se debe tomar otra ruta de transporte para llegar a Cáqueza. En ese municipio, un bus intermunicipal hace la ruta hacia Bogotá.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Este es el “calvario” que han tenido que soportar –y siguen soportando- los habitantes del Llano día a día por espacio de casi cuatro meses. ¡Los llaneros estamos muy indignados, porque nos hemos pasado la vida esperando una verdadera autopista y una vía alterna donde un invierno no los deje aislados.

                                                                                                                              (También puede leer: Vía al Llano, una tragedia de 45 años)

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Esta situación exaspera a quienes han nacido en estas tierras y las siguen cultivando tanto como a aquellos que nacimos allá y aunque nos vinimos a la capital del país -que nos ha dado casi todo- mantenemos los lazos familiares que nos atan a los bellos amaneceres y atardeceres propios de estas tierras de espléndidas sabanas y de riquezas naturales sin límite.

                                                                                                                              Pueda ser que después de tantos días de recorridos inhumanos se abra la vía, para no seguir afrontando tantas penurias sin que se tomen medidas oportunas, porque no le dan la importancia nacional que merece esta media Colombia en la que yace buena parte de la riqueza petrolera del país y la que provee de agua y de alimentos a la capital del país como una de las mayores productoras de plátano, cítricos y otras frutas.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Es inadmisible seguir en esa condición de patio de atrás en el que ni al Gobierno ni a la firma concesionaria de la vía parece dolerles la situación tan lamentable que viven los productores agrícolas, el sector turístico y los habitantes en general del Meta y más allá, que por motivos de salud o familiares se ven obligados a movilizarse, así tengan que esperar hasta 20 horas para llegar a un destino que está a menos de 100 kilómetros de la capital del país.


                                                                                                                              Le puede interesar también:

                                                                                                                              Por Luzdary Ayala V. / especial para El Espectador

                                                                                                                              Ver todas las noticias
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
                                                                                                                              Aceptar