Con el propósito de denunciar las precarias condiciones de salud en las que se encuentran, agravadas por la muerte de un recluso quien habría fallecido luego de que le fuera negado un traslado asistencial, 167 internos de la cárcel de Jamundí (Valle del Cauca) se declararon en huelga de hambre.
De acuerdo con sus promotores, el origen de la protesta fue la muerte de un recluso –identificado como Luis Carlos Riascos de 23 años– quien le habría pedido en reiteradas ocasiones a la guardia del Inpec su traslado a un centro asistencial debido a problemas de salud.
Según los internos, los guardias del Inpec ignoraron las complicaciones del recluso lo que habría ocasionado su muerte. En ese sentido, para reclamar el derecho a la vida y la salud –que según denuncian han sido violados por los guardias– se declararon en huelga de hambre.
Los reclusos elevaron la denuncia ante la Defensoría del Pueblo y el comité internacional de la Cruz Roja, a través del colectivo de abogados Suyana que asesora a los internos del centro penitencial.
Se presume que en la cárcel hay varios internos que requieren urgente atención médica por lo que pidieron que el caso sea atendido con celeridad por parte de los organismos de control.