“En la cárcel no existen los DD.HH.”: tía de un reo muerto en prisión de Ibagué

En hechos confusos, tres prisioneros de la cárcel Picaleña de Ibagué (Tolima) resultaron quemados en la noche de este sábado en su propia celda, de los cuales dos murieron luego de ser trasladados al Hospital Federico Lleras Acosta. Aunque familiares de las víctimas aseguran que las autoridades carcelarias argumentaron que el incidente se presentó en un intento de motín, el Inpec no se ha pronunciado oficialmente.

Por su parte, el director del complejo carcelario, el coronel (r) Jairo Enrique Páez Durán, aseguró en RCN Radio que “hubo al parecer una manipulación indebida de un instrumento que los internos suelen utilizar para hacer fuego de manera artesanal para evitar el uso de fósforos o encendedores”.

En diálogo con El Espectador, Luz Marina Ubaque, tía de Édison Hernández Ubaque (24 años), uno de los presos que falleció, exigió respuestas al Estado. Según la mujer, la madre del joven supo que su hijo estaba en el centro de salud gracias a la esposa de otro reo que la llamó para darle aviso. Al principio, no creyó que era cierto y que se trataba de un intento de extorsión, ya que días anteriores un delincuente la había llamado desde el mismo centro carcelario para exigirle dinero, a cambio de no hacerle daño a Hernández.

Al llegar al hospital, los guardianes del Inpec que allí se encontraban no dieron más explicaciones a pesar de las insistentes preguntas de la madre y hermana del reo muerto, quien estaba internado en el centro penitenciario hace un año como medida cautelar en el proceso que se adelantaba en su contra por el delito de hurto.

“Los familiares de los otros reos no sabían que sus familiares estaban quemados. Estaban abandonados, los médicos en urgencia preguntaban por los familiares y pedían vaselina para echarles en la piel a los pacientes, mi sobrina salió a comprarla. La cárcel no tuvo la amabilidad de llamarnos y avisarnos. El incendio sucedió hacia las 8:00p.m., pero a los presos los metían a las 5:00p.m. en sus celdas. ¿Dónde estaban los guardias cuando los presos comenzaron a gritar? Porque mi sobrino llegó con el 65% de su cuerpo quemado, tuvo que pasar mucho tiempo”, asegura Luz Marina.

La tía del fallecido agrega que cuando los reos llegaron al hospital, no los querían atender porque no estaban afiliados. “¿Dónde está la Defensoría del Pueblo? En la cárcel parece que no hay derechos humanos. Esto que le ocurrió a mi sobrino puede pasarle a cualquier otra persona, en la cárcel todo lo quieren ocultar”, dice la mujer.

El segundo reo muerto fue identificado como Carlos Andrés Díaz, mientras que Andrés Felipe Guerrero permanece en la unidad de cuidados intensivos y en estado crítico de salud.

En hechos confusos, tres prisioneros de la cárcel Picaleña de Ibagué (Tolima) resultaron quemados en la noche de este sábado en su propia celda, de los cuales dos murieron luego de ser trasladados al Hospital Federico Lleras Acosta. Aunque familiares de las víctimas aseguran que las autoridades carcelarias argumentaron que el incidente se presentó en un intento de motín, el Inpec no se ha pronunciado oficialmente.

Por su parte, el director del complejo carcelario, el coronel (r) Jairo Enrique Páez Durán, aseguró en RCN Radio que “hubo al parecer una manipulación indebida de un instrumento que los internos suelen utilizar para hacer fuego de manera artesanal para evitar el uso de fósforos o encendedores”.

En diálogo con El Espectador, Luz Marina Ubaque, tía de Édison Hernández Ubaque (24 años), uno de los presos que falleció, exigió respuestas al Estado. Según la mujer, la madre del joven supo que su hijo estaba en el centro de salud gracias a la esposa de otro reo que la llamó para darle aviso. Al principio, no creyó que era cierto y que se trataba de un intento de extorsión, ya que días anteriores un delincuente la había llamado desde el mismo centro carcelario para exigirle dinero, a cambio de no hacerle daño a Hernández.

Al llegar al hospital, los guardianes del Inpec que allí se encontraban no dieron más explicaciones a pesar de las insistentes preguntas de la madre y hermana del reo muerto, quien estaba internado en el centro penitenciario hace un año como medida cautelar en el proceso que se adelantaba en su contra por el delito de hurto.

“Los familiares de los otros reos no sabían que sus familiares estaban quemados. Estaban abandonados, los médicos en urgencia preguntaban por los familiares y pedían vaselina para echarles en la piel a los pacientes, mi sobrina salió a comprarla. La cárcel no tuvo la amabilidad de llamarnos y avisarnos. El incendio sucedió hacia las 8:00p.m., pero a los presos los metían a las 5:00p.m. en sus celdas. ¿Dónde estaban los guardias cuando los presos comenzaron a gritar? Porque mi sobrino llegó con el 65% de su cuerpo quemado, tuvo que pasar mucho tiempo”, asegura Luz Marina.

La tía del fallecido agrega que cuando los reos llegaron al hospital, no los querían atender porque no estaban afiliados. “¿Dónde está la Defensoría del Pueblo? En la cárcel parece que no hay derechos humanos. Esto que le ocurrió a mi sobrino puede pasarle a cualquier otra persona, en la cárcel todo lo quieren ocultar”, dice la mujer.

El segundo reo muerto fue identificado como Carlos Andrés Díaz, mientras que Andrés Felipe Guerrero permanece en la unidad de cuidados intensivos y en estado crítico de salud.