Un bebé recién nacido fue hallado a la orilla del río Mutatá, en el Urabá antioqueño, el lunes 30 de junio. El niño estaba desnudo, con rastros de sangre, hipotermia severa y con el cordón umbilical. Una mujer que caminaba por el lugar escuchó su llanto, lo encontró cubierto de arena y lo llevó al hospital La Anunciación, donde fue estabilizado y quedó bajo observación.
El reporte médico confirmó que el bebé presentaba hipotermia y que su estado de salud era estable tras la atención. Las autoridades activaron la ruta de protección, lo registraron legalmente y gestionaron su ingreso al sistema de salud.
Lea: 39 familias regresarán a sus viviendas en sectores cercanos al derrumbe en Bello
“En este momento podemos decir que el menor se encuentra sano y salvo. Agradecemos a los ciudadanos que nos ayudan en estos casos, su colaboración es valiosa y reafirma nuestro compromiso con la protección de los niños, niñas y adolescentes”, dijo el teniente coronel Fernando Montaña, comandante de la Policía de Urabá.
Por su parte, Juan Guillermo Orozco, secretario de Gobierno de Mutatá, aseguró también que el niño se encuentra en buenas condiciones de salud. “El niño en estos momentos se encuentra bien, está en incubadora. Procedimos a proporcionar vestido, pañales y leche, para hacer el registro legal, entendiendo que esperamos el reporte oficial del hospital para trasladarlo a clínica especializada en Chigorodó, pero mientras tanto, ya le conseguimos una madre sustituta”, expresó.
Le puede interesar: Adolescente jugaba a esquivar vehículos en vía del Cesar y murió arrollado
Las autoridades sospechan que la madre podría pertenecer a la comunidad Emberá. Por eso, ya contactaron al Cabildo Mayor Indígena para avanzar en la investigación y el ICBF y la Comisaría de Familia lideran el restablecimiento de derechos del menor de edad.
Este es el segundo caso de abandono reportado este año en el mismo río. El 10 de enero, otro bebé fue hallado en estado crítico por un migrante, quien lo encontró rodeado de hormigas y lo trasladó al mismo hospital. Ese niño, que aún tenía la placenta, fue estabilizado y trasladado a Chigorodó. Le asignaron una madre sustituta y el ICBF asumió su tutela.
Las autoridades locales alertaron sobre el aumento de embarazos no deseados en contextos de vulnerabilidad, violencia intrafamiliar e inseguridad alimentaria. En el Bajo Cauca y Urabá, la tasa de embarazos en menores entre 10 y 19 años supera por casi el doble el promedio departamental.