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Hace diez años, la familia había logrado adquirir la vivienda gracias a un crédito obtenido con Colmena, entidad financiera que prestó el dinero.
Sin embargo, los jefes de hogar perdieron sus trabajos y se atrasaron en las respectivas cuotas del banco. La familia, compuesta por un comerciante, una costurera y dos niños, tuvieron que ver con resignación, hace dos años, cómo Colmena los desalojaba de su vivienda para posteriormente rematarla.
Sin embargo, amparados por la Ley 546 de 1999, la cual señala que todos los créditos hipotecarios otorgados en UPAC antes de 1999, debían ser reliquidados, terminados y darlos por concluidos para iniciar uno nuevo.
Así pues, el abogado Luis Armando Montoya Munevar, quien defendió a los Walteros por intermedio de una tutela, ganó la misma y la familia pudo recuperar su casa, toda vez que el Tribunal Supremo de Bogotá falló a favor de ellos.
No obstante la alegría de tener en su poder nuevamente las llaves de la propiedad, los Walteros deben empezar a buscar la forma cómo pagarán los 38 millones de pesos que quedan pendientes por pagar ahora a la entidad financiera.