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Luego de la intervención del presidente Uribe, el general Luis Mendieta explicó que la ‘Operación Camaleón' duró 25 minutos en los que las balas y las granadas se sentían por todo lado.
"Fueron 25 minutos de fuego nutrido, de balas permanentes, y gracias a eso estamos vivos, pues la guerrilla no tuvo tiempo de reaccionar, ni de responder el fuego ni de ir por nosotros", afirmó. "Hubo fuego pero no sangre".
Uribe recordó que hace unos años las Farc mataron a los políticos Gilberto Echeverry y Guillermo Gaviria porque al ver que los uniformados no llegaban al campamento, aunque ya habían escuchado los helicópteros del Ejército, tuvieron tiempo para asesinar a los secuestrados.
Ante este comentario, Mendieta reconoció que esta vez el Ejército no cometió el error de sobrevolar la zona en Helicópteros, sino que llegaron al lugar de cautiverio en silencio, sorprendiendo así a los guerrilleros.
"En verdad quiero nuevamente felicitar al Presidente, al Comandante del Ejército, al Ministro de Defensa, al Ejército y al personal que participó en este Operación (‘Camaleón'). "Había 12 ametralladoras y personal mandando constantemente granadas; sabíamos que si nos quedábamos los cuatro corríamos peligro, y como fuimos entrenados para ese tipo de situaciones, cada uno tenía su plan de rescate", puntualizó.
Finalmente, Uribe explicó que el ‘comando jungla de rescate' está entrenado para cumplir ese tipo de operaciones.
Como lo había anunciado al principio de la intervención, el presidente Uribe tomó la llamada de Íngrid Betancourt se la pasó al general Mendieta, quien conversó con su antigua compañera de cautiverio sobre la última vez que se vieron, cuando "ambos estábamos enfermos y nos llevaban en hamacas. Recuerdo los abrazos que nos dimos en el camino y cuando nos despedimos cuando nos separaron".
"Gracias por sus palabras, le agradezco su generosidad y todo lo que ha hecho en este momento", finalizó la conversación Mendieta.