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Después de que anoche a las 8:20 p.m. se registrara una masacre en Mercaderes, Cauca, en la que fueron asesinados el líder comunal Álvaro Narváez, su esposa María Delia Daza, su hijo Cristian y su nieta Yeni Caterine, en la jornada de este jueves las intimidaciones contra la comunidad de este municipio persisten, sumadas a las incursiones por parte de grupos armados en el pueblo Totoroez, denunciado por la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC).
Según informó Luis Angulo, secretario de Gobierno de Cauca, después de la masacre en Mercaderes comenzaron a circular panfletos en los que se les amenazaba de muerte a la comunidad. A pesar de que las autoridades ya manejan distintas hipótesis sobre la procedencia de estos papeles, aún se desconocen sus autores.
"Estamos a la espera de más información sobre este caso y rechazamos los actos violentos contra los líderes sociales. Esperamos el acompañamiento del Gobierno Nacional de manera urgente", agregó Angulo.
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Por su parte, la Onic, a través de un pronunciamiento, rechazó que en las últimas horas un grupo armado ilegal, sin identificar, incursionó de forma violenta en el pueblo indígena de Totoroez, asentado al oriente del departamento.
Agregaron que "los pueblos indígenas decimos no a ningún actor armado ya sea de derecha o izquierda, estos territorios llevan años en paz y vemos con preocupación que usan la coyuntura de la pandemia para poder ingresar y hacer acciones que llevan a una desarmonía territorial".
De momento, estas denuncias preliminares se las extendieron a la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia (MAPP OEA), con el fin de que su situación se visibilice y llegue a las esferas del Gobierno Nacional.
En lo corrido de 2020 han sido asesinados más de 80 líderes sociales, de acuerdo con datos del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).