La intención de comercializar dentro y fuera del país la carne de babilla desde los zoocriaderos colombianos le imprimió una novedad en el Tolima.
En el zoocriadero Curazao, ubicado en el municipio de El Carmen de Apicalá (Oriente del Tolima) donde actualmente hay más de 25 mil babillas, estudiantes de Zootecnia, ingeniería de alimentos, microbiología y veterinaria, de universidades como la Nacional, la Salle y la Javeriana, realizan investigaciones sobre el procesamiento de la carne y la forma de preservarla por más tiempo.
Según María del Rosario Herrera, estudiante de Ingeniería de alimentos, con la ayuda del zoocriadero de Curazao, se halló una fórmula con la aplicación de bacterias acidolácticas y hongos que les permitió crear las primeras hamburguesas, embutidos, chorizos y mortadela, utilizando la exótica carne de babilla.
“Es una forma de ofrecerle a los paladares exóticos una alternativa diferente, más llamativa, apetecible, perdurable y más fácil de exportar” señala la universitaria.
Al principio, el zoocriadero le dedicó solamente su labor al repoblamiento y conservación del caimán aguja o del Magdalena y a la exportación de la piel de babilla al continente asiático.
Sin embargo, la demanda que hay en China, primer consumidor de cárnicos en el mundo, hizo que se pensara en la posibilidad de vender la carne.
Según Nelly de Sierra, de la hacienda Curazao, ya se han realizado algunos contactos en ese país con el fin de hacer las exportaciones, una vez se hallan llenado los requisitos de ley, lo cual representaría una entrada de divisas importantes para el país.
Como antecedente se tiene que en el 2007 se envió el primer cargamento de carne de babilla a China, desde el zoocriadero del Atlántico, el cual tuvo un valor de USD56.000.
Pero no solamente el pedido es de otros países. Al mismo zoocriadero de Curazao llegan muchas personas a solicitar la carne.
“Hasta aquí llegan muchas personas a pedir que les vendamos carne” comenta Nelly de Sierra, de la hacienda Curazao.
Algunos la buscan porque dicen que su alto contenido energético y proteínico le da propiedades afrodisíacas, otros comentan que además de deliciosa, con un sabor entre pollo y pescado, se usa como tratamiento para curar el cáncer gástrico.
También, aseguran que su sangre y su grasa alivian el asma, el reumatismo y la artritis.
De acuerdo con uno de los propietarios del zoocriadero, se hacen constantes pruebas en busca del perfeccionamiento del producto.
Por ahora esperan una resolución del Instituro Nacional de Vigilancia Médica y de Alimentos, Invima, que reglamente las plantas de sacrificio para estos animales, con el fin de adelantar el proceso de una forma apta que garantice seguridad para el consumo humano y que cumpla con las exigencias sanitarias exigidas por países como China y se otorgue el permiso de exportación.
Martha Fajardo, coordinadora del grupo de trabajo territorial, sector centro oriente del Invima, dice que actualmente, el funcionamiento de las plantas de sacrificio se rige por el decreto 1.500 de 2007 que estableció el proceso de inspección y vigilancia de la carne y sus derivados.
Asegura que en unas semanas, se dará a conocer públicamente el decreto reglamentario específico para el sacrificio de la babilla.
“Ellos deben ajustarse a esta norma para poder llevar a cabo su labor” dice la funcionaria quien agrega que conoce sobre el experimento que se hace en Curazao sobre la creación de productos como hamburguesas y chorizos de la babilla.
El sacrificio de los animales se lleva a cabo bajo estrictas normas sanitarias y siguiendo las buenas prácticas de higiene y sanidad emitidas por la Secretaría de Salud (SSA), con lo que garantizamos un producto higiénico y apto a los consumidores, señala.
Propiedades de la carne de babilla
Según es estudios realizados el rendimiento de la carne es de cerca de un 43% del peso total de la babilla.
La carne de babilla contiene proteínas (alrededor de un 20%).
Contiene un bajo contenido graso (menos de 1%).
La carne de babilla es rica en calcio y el hierro.