Las zonas recuperadas, afirma un informe del periódico El Heraldo, fueron tomadas por las Farc, el Eln y finalmente por el Bloque Norte de las Autodefensas. Éstos últimos, comandados por David Hernández, alias '39', utilizaba la zona como área de desmantelamiento de carros y para asesinar personas; a futuro, el comandante tenía planeado hacer un ingenio azucarero, hasta que fue asesinado en 2004, y su comando empezó a desmovilizarse en marzo de 2005.
Una vez los indígenas empezaron a ser asesinados por grupos armados ilegales, empezaron también a ascender en la Sierra. Para regresar a los nuevos pueblos, solicitaron protección militar. "Cuando nos despojan del territorio es muerte en vida; por lo tanto, el indígena sin su territorio no existe", le dijo a El Heraldo Felix Torres Villafañe, canciller y gestor social de la Organización Indígena Gonawindua.
Cerca de 350 indígenas fueron asesinados por grupos al margen de la ley en 13 años, de los que al menos 300 son kankuamos, 25 arhuacos y 15 más, wiwas.
216 personas en total se vivirán en los dos nuevos pueblos.