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La cicla es la reina

En entrevista con , Carlos Cadena Gaitán, uno de los abanderados de este evento, dice que Colombia está “en pañales” en el uso de este medio de transporte.

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Juan Pablo Barrientos /
24 de febrero de 2014 - 02:00 a. m.
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Carlos Cadena Gaitán obtuvo para Medellín, junto a un grupo de enamorados de la bicicleta, la sede del Foro Mundial de este medio de transporte que se realizará en 2015, y no precisamente por los “grandes avances” de la capital antioqueña en la materia, sino por su trabajo juicioso y disciplinado. Le corresponde ahora a la Alcaldía de Medellín, en cabeza de Aníbal Gaviria, facilitar la logística para llevar a feliz término este importante encuentro. El Espectador habló con Cadena Gaitán, quien asegura que, aunque ciudades como Bogotá fueron en su momento referentes en el uso de la bicicleta, decisiones políticas han generado desaceleración de esta cultura.

¿Qué significa para Medellín ser la sede del Foro Mundial de Bicicletas?
Es un logro sin precedentes para el país y la ciudad. No sólo se convertirá en la capital mundial de la bicicleta, de la movilidad sostenible, sino que también obligará a las autoridades locales, y de otras ciudades de Colombia, a cumplir tantas promesas que han hecho a favor de la promoción de la bicicleta como alternativa de transporte urbano, pero que todavía no cumplen. Los ojos de los ciclistas urbanos de todo el mundo estarán puestos en Colombia.

¿Cómo fue la selección de Medellín como sede durante el foro de Curitiba?
Fue muy dura; realmente pensé que íbamos a perder. Había muchas ciudades candidatas y los votos estaban totalmente divididos. En las primeras rondas de votación no se logró nada. Luego intentamos unas rondas de consenso, pero la discusión se tornó amarga. Afortunadamente, nuestra postulación estaba muy bien montada. Ya habíamos preparado los detalles temáticos con mi hermano Juan Manuel Restrepo. Habíamos discutido el tema con colegas de colectivos en el país, asegurado el apoyo independiente del director de Planeación de Medellín, y una amiga nos había diseñado un logo hermoso. Era una postulación tan sólida que fue fácil defenderla. Luego de tres horas de sesión, ganamos por ocho votos de diferencia. Sólo en ese momento pude volver a respirar. ¡Qué orgullo llevar esto a Colombia! ¡Qué responsabilidad tenemos con el mundo!

No había escuchado sobre este foro, ¿qué tan importante es?
El foro es el evento ciudadano global más importante a favor de la bicicleta. Aunque existen otros eventos globales sobre bicicletas y movilidad sostenible, este es el único evento que es absolutamente horizontal: diseñado, organizado, pagado y mantenido por ciudadanos de varios países. Nació por un incidente terrible. El 25 de febrero de 2011, durante un paseo en bicicleta por Porto Alegre, Brasil, un conductor de carro atropelló a 20 ciclistas de manera macabra. Su nombre es Ricardo José Nei y sigue libre.

Terrible génesis. Hábleme más del foro. ¿Qué se hace? ¿Quiénes vienen?
En su tercera versión, que finalizó el domingo 16 de febrero, llegaron a Curitiba más de 1.300 participantes, y nuestro reto es organizar un evento que reúna como mínimo el doble de personas en Medellín. Traeremos a los más reconocidos cicloactivistas, aseguraremos la participación de académicos dedicados a investigar sobre la movilidad sostenible y garantizaremos una amplia representación de artistas urbanos desde los cinco continentes. Como ninguna empresa o federación es dueña de este evento, como no dependemos de ninguna organización internacional ni gobierno, realmente tenemos libertad para crear.

Ahondemos en el tema de la bicicleta en Colombia. ¿Cómo estamos en esa materia?
En resumen, estamos en pañales en todo el país. Este es el gran país ciclista del mundo; la bicicleta debería ser una opción válida en todos nuestros municipios. Hoy tenemos municipios pequeños que todavía son amantes de la bici, como Amalfi y La Ceja (Antioquia), y algunas ciudades donde la bicicleta sigue siendo una importante opción de movilidad, como Cali y Bucaramanga, por ejemplo. Pero eso no es a causa de la infraestructura para la bicicleta, sino más bien porque los niveles de ingreso promedio no son suficientemente altos para comprar moto o carro, todavía. El único gran avance de Medellín, por ahora, es el sistema En Cicla, empujado por un pequeñísimo grupo de maravillosas personas.

En el mundo, ¿qué ciudad nos da cátedra en esa materia?
La bicicleta está de moda en el mundo. Las más importantes ciudades del planeta se arrodillaron a sus pies para lograr mitigar los efectos negativos de la dependencia al carro. Nueva York, París, Londres, Ciudad de México y Buenos Aires se han dedicado durante el último lustro a transformarse en torno a la bici. Sin embargo, algunas otras ciudades saben esto desde los 70, como Ámsterdam (Holanda) y Copenhague (Dinamarca), siendo las dos grandes capitales mundiales de la movilidad urbana en bicicleta. Ambas le han apostado sin miedo a la bicicleta, desarrollando infraestructura innovadora, ofreciendo incentivos positivos, asegurando la seguridad para los ciclistas, trazando estrategias creativas. Allá, tanto en el más caliente verano como durante las espesas nevadas del invierno, el porcentaje de ciudadanos que se movilizan en bicicleta para sus labores diarias supera el 30%.

¿Y en Colombia?
Bogotá fue símbolo del mundo en algún momento. Pero eso perdió impulso por decisiones políticas. Hoy todo está por hacerse. Vea, con los poquitos carros que todavía tenemos en Colombia —en proporción al número de habitantes totales de nuestro país—, era para que nuestros gobiernos se bajaran de esas “locomotoras” que tanto les gustan e invirtieran en promocionar la bicicleta antes que todo el mundo tenga dinero para comprar su carro. Era para que Villavicencio, Arauca, Pereira y Quibdó tuvieran redes de ciclorrutas hace tiempo.

Veo que muchas veces, por defender la bicicleta, se ataca al carro. ¿Por qué esa estrategia de algunos activistas?
Es una estrategia equivocada. El carro no es malo, el carro es maravilloso para salir de la ciudad durante los fines de semana a pasear con la familia y el perro. Es más, si se quiere usar el carro en las ciudades, perfecto, pero a cada conductor se le deberían cobrar los costos sociales totales de esa decisión, a través de cobros por congestión, por ejemplo. Cada colombiano debe sentirse libre de decidir cómo se quiere movilizar cada día, y ahí es cuando llegamos al meollo del asunto: ¿nuestros gobernantes nos están asegurando servicios de calidad en el transporte colectivo y no motorizado? ¿O con su ineptitud o falta de acción no nos dejan otra opción que ser adictos al carro? La creatividad debe ser la herramienta fundamental para promover mejores ciudades.

Periodista de La FM

@juanpbarrientos

Por Juan Pablo Barrientos /

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