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"La música transforma positivamente ": músico de Herencia de Timbiquí

Enrique Riascos, rey de la marimba, puso en marcha la fundación Palma Chonta, que enseña a los niños a tocar instrumentos tradicionales del Pacífico colombiano.

Yenifer Rodríguez M.
08 de febrero de 2016 - 01:37 p. m.
Niños de Guapi, Cauca, tocando la marimba. / Cortesía.
Niños de Guapi, Cauca, tocando la marimba. / Cortesía.

Cincuenta niños se reunieron en la Institución Educativa San José, de Guapi, Cauca, para mostrar a sus padres y a la comunidad lo aprendido con la fundación Palma Chonta.

Hace calor, pero eso no es excusa para que los niños y jóvenes en el recinto se queden quietos. Empiezan. Suenan las marimbas a ritmos alborotados. Cada uno de los niños, inquietos por hacer música, no deja que los instrumentos callen. Ofrecen un espectáculo que deleita a propios y visitantes con sus ritmos y cantos. Pero no fue fácil lograr que los niños se vincularan ni que creyeran en la iniciativa.

La fundación Palma Chonta, con apoyo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), emprendió desde julio de 2015 el proceso de enseñar a cada joven del municipio de Guapi la tradición marimbera. La iniciativa, de Enrique Riascos, integrante de Herencia de Timbiquí, nació para rescatar el valor cultural que representa la marimba para el Pacífico y darle un respiro a la comunidad de los males que los agobian.

Según cuenta Enrique, mejor conocido como Kike, lo que quería era devolverle a su tierra (Guapi) lo que aprendió. “Al inicio fue duro. Los padres de familia no creían en la iniciativa, decían que esta actividad iba a ocasionar que sus hijos bajaran su rendimiento escolar, pero gracias al equipo de trabajo que me ayudó, logramos convencerlos. Fue como una cadena, donde cada uno se fue metiendo poco a poco y creyendo en este proyecto. Esto es algo nuevo, que despierta un sentimiento de esperanza, que da un mensaje de confianza en lo nuestro y aún más para la niñez”, relata con felicidad. (Vea: Niños de Guapi, Cauca, buscan transmitir las tradiciones del pacífico a ritmo de las marimbas)

Principalmente, Palma Chonta, creada en 2014, se dedica a elaborar marimbas de alta calidad, especialmente para músicos, pero poco a poco fue extendiéndose a otros mercados, otras ciudades. Sin embargo, Kike quería ir más allá y buscar la forma en la que se pudiera preservar la tradición de la marimba y “pensamos que lo más sencillo para lograrlo era creando una fundación”. (Lea: La física y los sonidos de la marimba de chonta).

Para iniciar con el proyecto, Enrique, su padre y su hermano construyeron 20 marimbas para dar inicio a la vinculación de los niños. Fue difícil atraer a los primeros jóvenes, porque ni ellos ni sus familias creían que la actividad fuera dar frutos. Estaban escépticos. El trabajo en conjunto con la Usaid permitió que se desarrollaran charlas con cada uno de los jóvenes, además, empezaron convocando a los líderes de cada grupo juvenil y aprovecharon que en el municipio no hay espacios para la recreación ni el deporte para ofrecer la iniciativa como una actividad que iba permitir el esparcimiento y la diversión de cada uno de los integrantes de Palma Chonta. Y así fue.

Uno a uno se fue uniendo a la fundación y empezaron a tomar clases de marimba, de cantos yde ritmos característicos de la región. En menos de dos meses, más de 30 niños estaban en Palma Chonta y poco después ya eran 50.

Esos 50 niños, desde los 6 hasta los 18 años, iban diariamente a la casa de Eusebio Andrade, el profesor. También estaban en espacios abiertos y en salones aprendiendo el arte de tocar la marimba, mientras que un grupo de niñas se inclinaban por los cantos, por ser cantadoras.

Luego de cuatro meses, los 50 niños ya estaban listos y el pasado 11 de diciembre, se reunieron a mostrar lo aprendido, pero sobre todo a disfrutar con cada melodía. Enrique estaba orgulloso, le brillaban los ojos durante el evento, que estuvo acompañado por los padres de familia, miembros de la Usaid, algunos integrantes de Herencia de Timbiquí y por habitantes de Guapi. Todo había salido perfecto. Los niños mostraron, al final, su agradecimiento con cada persona que hizo parte del proceso y prometieron continuar con las clases, prometieron enseñar a los que desconocen sus tradiciones y valorarlas.

La tradición no está pérdida

Rescatar la tradición fue otro de los factores que impulsó a Kike a materializar su fundación. Según él, la marimba, instrumento insignia de Guapi (Cauca) y declarada en 2010 como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, estaba en el olvido porque la comunidad no sabía cómo tocarla, pero ahora, con el conocimiento que los marimberos comparten, la tradición no está pérdida, tan sólo es cuestión de tiempo para que todo el país aprenda el valor cultura que tiene. (Lea: La música de marimba, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco).

Por su parte, Luz Mary Valencia, gestora cultural de Guapi, considera que “la tradición quizá se está perdiendo porque las cosas no se hacen como antes, pero podemos ver que todo cambia un poco. Antes las personas vivían del campo, hoy en día no. Hoy tenemos que buscar la forma de vivir con otras cosas. Antes, por ejemplo, la gente se iba a tocar y a cantar porque en su casa había comida, ahora las personas no lo pueden hacer porque no tienen comida y nadie se va a ir así”.

Otro de los factores que menciona Valencia es que hace unos años la actividad de cantar y tocar este tipo de instrumentos les correspondía exclusivamente a los adultos mayores y no a los jóvenes. Pero hoy el panorama es diferente: se está incluyendo a los más jóvenes y “no se pierde la tradición, por el contrario, se está expandiendo”.

Por eso resalta que el tiempo, dinero y ganas invertidas en la fundación Palma Chonta es necesaria para fortalecer el aprendizaje en los más jóvenes, tanto en la identidad étnica como en la tradición oral y musical. Además, ayuda a los “muchachos a distribuir bien el tiempo y a ocupar sus espacios en algo diferente, algo que no dañe sus valores”.

Pero no sólo es la marimba la que se debe rescatar del olvido. Luz Mary hace énfasis en los ritmos del Pacífico, como los cantos que se interpretaban en los ríos mientras se realiza alguna actividad diaria.

 

 

 

* rodriguezyeniferm@gmail.com

Por Yenifer Rodríguez M.

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