La U. Nacional busca diseñar el mejor vehículo eléctrico para Colombia

 Ante la tendencia mundial de optimizar recursos energéticos y la inminente escasez de combustibles como el petróleo, los carros eléctricos surgen como una excelente alternativa a la hora de evitar el desperdicio de energía; y Colombia no es ajena a esa realidad, que ya se vive en otros países de Europa y Asia.

Pese a lo anterior, todas las líneas de producción de vehículos eléctricos están fuera del país y sus condiciones de uso son diferentes en otras ciudades, teniendo en cuenta terrenos, latitudes y otras características claras en cada región de Colombia.

Pensando en su masificación, una investigación de la Universidad Nacional determinó la necesidad de identificar las características particulares de Bogotá. Así lo afirmó Sandra Téllez, docente del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la Universidad Nacional de Colombia, quien agregó que a nivel mundial existen muchos casos de éxito en la implementación de este tipo de tecnología y que ya se ha dado una etapa de masificación de los vehículos eléctricos, tanto en el sector público como en el privado.

De hecho en Bogotá, por ejemplo, un plan piloto que la Secretaría de Movilidad adelanta con 50 taxis, de este tipo, inició este año. Asimismo, 250 vehículos eléctricos más (del sector privado) estarían rodando en el territorio nacional para 2014.

Sin embargo, tal y como explicó la profesora, la idea no es solo implementar estos vehículos (autos, motocicletas, taxis, bicicletas, vehículos de carga), sino hacer un marco en torno a eso para poder ver en qué punto es adecuado desarrollar tecnología localmente y componer modelos de negocio que permitan el uso adecuado de este tipo de transporte.

En el mediano plazo, estos vehículos podrán tener integradas tecnologías asociadas a Smart Grids (red eléctrica inteligente) y al control del movimiento, la posición y el tráfico. Por otra parte, esta tecnología supone un gran aporte al tema ambiental, ya que es limpia, es decir, de cero emisiones.

La ingeniera sostuvo que uno de los mayores problemas de los vehículos eléctricos es el desconocimiento de los potenciales usuarios acerca de las tecnologías y el rendimiento de estos.

“La mayor parte de las personas piensa que estos vehículos no dan un buen rendimiento y que pueden dejar a la tripulación tirada a mitad del camino. Otro de los grandes inconvenientes, que actualmente se presenta para acceder a uno de estos autos, es su elevado costo”, comentó Téllez.

Por todo ello, una parte fundamental del proyecto tiene como objetivo conseguir una masificación de este modelo de transporte para lograr bajar el precio.
Actualmente, el precio de un carro eléctrico, del estilo y tamaño de un Renault Twingo, se encuentra alrededor de los 85 millones de pesos.

“Si uno compara los precios, se da cuenta de que son menores a los de Colombia. Es decir, el valor sigue siendo elevado con respecto a los autos de combustión, pero la diferencia no es tan marcada como en este país. Se requieren políticas e incentivos arancelarios para poder poner el precio a un nivel más competitivo”, destacó.

En parte, el programa también va encaminado a romper una de las principales barreras que se deben superar para que funcione, y es la de desarrollar una infraestructura de sistemas de recarga y su tarificación.

Téllez aseguró que existen muchas industrias, empresas y personas de diferentes sectores y del Gobierno interesados en aportar en esta dirección. De igual forma, consideran que es importante tomar el liderazgo y poder interrelacionar a todos estos actores para que se pueda concluir esta iniciativa.

Aunque la tecnología tiene ya un recorrido amplio, todavía quedan puntos que fortalecer para lograr mayor autonomía o reducción en el tiempo de recarga de las baterías.

 Ante la tendencia mundial de optimizar recursos energéticos y la inminente escasez de combustibles como el petróleo, los carros eléctricos surgen como una excelente alternativa a la hora de evitar el desperdicio de energía; y Colombia no es ajena a esa realidad, que ya se vive en otros países de Europa y Asia.

Pese a lo anterior, todas las líneas de producción de vehículos eléctricos están fuera del país y sus condiciones de uso son diferentes en otras ciudades, teniendo en cuenta terrenos, latitudes y otras características claras en cada región de Colombia.

Pensando en su masificación, una investigación de la Universidad Nacional determinó la necesidad de identificar las características particulares de Bogotá. Así lo afirmó Sandra Téllez, docente del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la Universidad Nacional de Colombia, quien agregó que a nivel mundial existen muchos casos de éxito en la implementación de este tipo de tecnología y que ya se ha dado una etapa de masificación de los vehículos eléctricos, tanto en el sector público como en el privado.

De hecho en Bogotá, por ejemplo, un plan piloto que la Secretaría de Movilidad adelanta con 50 taxis, de este tipo, inició este año. Asimismo, 250 vehículos eléctricos más (del sector privado) estarían rodando en el territorio nacional para 2014.

Sin embargo, tal y como explicó la profesora, la idea no es solo implementar estos vehículos (autos, motocicletas, taxis, bicicletas, vehículos de carga), sino hacer un marco en torno a eso para poder ver en qué punto es adecuado desarrollar tecnología localmente y componer modelos de negocio que permitan el uso adecuado de este tipo de transporte.

En el mediano plazo, estos vehículos podrán tener integradas tecnologías asociadas a Smart Grids (red eléctrica inteligente) y al control del movimiento, la posición y el tráfico. Por otra parte, esta tecnología supone un gran aporte al tema ambiental, ya que es limpia, es decir, de cero emisiones.

La ingeniera sostuvo que uno de los mayores problemas de los vehículos eléctricos es el desconocimiento de los potenciales usuarios acerca de las tecnologías y el rendimiento de estos.

“La mayor parte de las personas piensa que estos vehículos no dan un buen rendimiento y que pueden dejar a la tripulación tirada a mitad del camino. Otro de los grandes inconvenientes, que actualmente se presenta para acceder a uno de estos autos, es su elevado costo”, comentó Téllez.

Por todo ello, una parte fundamental del proyecto tiene como objetivo conseguir una masificación de este modelo de transporte para lograr bajar el precio.
Actualmente, el precio de un carro eléctrico, del estilo y tamaño de un Renault Twingo, se encuentra alrededor de los 85 millones de pesos.

“Si uno compara los precios, se da cuenta de que son menores a los de Colombia. Es decir, el valor sigue siendo elevado con respecto a los autos de combustión, pero la diferencia no es tan marcada como en este país. Se requieren políticas e incentivos arancelarios para poder poner el precio a un nivel más competitivo”, destacó.

En parte, el programa también va encaminado a romper una de las principales barreras que se deben superar para que funcione, y es la de desarrollar una infraestructura de sistemas de recarga y su tarificación.

Téllez aseguró que existen muchas industrias, empresas y personas de diferentes sectores y del Gobierno interesados en aportar en esta dirección. De igual forma, consideran que es importante tomar el liderazgo y poder interrelacionar a todos estos actores para que se pueda concluir esta iniciativa.

Aunque la tecnología tiene ya un recorrido amplio, todavía quedan puntos que fortalecer para lograr mayor autonomía o reducción en el tiempo de recarga de las baterías.