Luego de año y medio de secuestro, Gerardo Aranda por fin pudo abrazar a su esposa e hijos. El hombre de 71 años y ganadero en el municipio de Sabana de Torres (Santander), fue privado de su libertad en diciembre de 2020. Tras meses de zozobra para su familia y allegados, Aranda fue liberado durante el pasado fin de semana.
“Gracias a Dios y a la familia que luchó tanto para poder llegar y gracias a todos los amigos que me han colaborado y me han estado llamando, eso sí es una alegría grandísima ver que la gente lo estima y que lo quieren a uno”, dijo el ganadero.
El lugar de liberación fue Aguachica, en el departamento del Cesar, luego de que al parecer sus familiares lograran llegar a algún acuerdo con los captores. Por ahora, las autoridades no han esclarecido cómo se llevó a cabo el rescate, ni quiénes fueron los responsables del hecho.
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¿Cómo sucedió el secuestro?
La noticia se conoció el 7 de diciembre de 2020. Gerardo había salido de su finca en San Rafael de Lebrija rumbo a otra propiedad que había comprado. Normalmente, el trayecto le tomaba alrededor de 30 minutos, pero el ganadero nunca llegó a su lugar de destino. Su camioneta de estacas tampoco apareció. Fue a partir de entonces que sus familiares prendieron las alarmas. ¿Qué había pasado?
Momentos después, la camioneta fue encontrada en un rastrojo a las afueras del municipio San Rafael. A parecer tenía el motor encendido, pero no había rastro de Gerardo.
En su momento, testigos afirmaron ver a varios hombres esperarlo en un determinado tramo de la vía que conduce al casco urbano de Sabana de Torres. De su rastro quedaron únicamente los dos celulares que Gerardo usaba para comunicarse.
Pasaron los meses y los captores no se comunicaron con la familia de Gerardo, quienes dudaban si el ganadero se encontraba con vida o no, y además temían por sus condiciones de salud al ser un hombre de edad avanzada. La Policía Nacional ofreció una recompensa de 20 millones de pesos por información que pudiera establecer su paradero, e incluso varios familiares afirmaron darle 150 millones de pesos para que lo dejaran en libertad.
Tras ser liberado, Aranda se encuentra con su esposa e hijos en una de sus fincas de Santander.