Hoy Bucaramanga elegirá al nuevo alcalde de la ciudad, quien gobernará por los próximos dos años, en reemplazo de Jaime Andrés Beltrán, cuya elección fue anulada recientemente por el Consejo de Estado tras determinar que incurrió en doble militancia al apoyar a candidatos al Concejo y a la Asamblea que eran de partidos diferentes al que le dio el aval. En la lista de las elecciones atípicas hay ocho candidatos de todas las vertientes, de los cuales tres han encabezado las encuestas.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Entre los candidatos están el exjuez Rubén Martínez, quien tiene el aval del Partido Unitarios; el dirigente Humberto Salazar, que va con Colombia Humana; el narrador de fútbol Juan Manuel González, al que apoya el Partido Demócrata; el excontralor de Santander Carlos Fernando Pérez, que lo impulsa el ADA, y Jhan Carlos Alvernia, por el Partido Liberal.
A la par están Fabián Oviedo, quien participó en las elecciones de 2023 a la Alcaldía y tiene el aval del Nuevo Liberalismo; Carlos Bueno, exdirector de Tránsito de la administración de Juan Carlos Cárdenas y que tiene el apoyo del Partido Conservador, la Liga de Gobernantes Anticorrupción, el MIRA y Colombia Justas Libres, y Cristián Portilla, que va por la coalición del Centro Democrático, el Partido de la U y Cambio Radical, y tiene el respaldo de Jaime Andrés Beltrán. Entre estos últimos tres se han centrado las miradas de la reñida competencia que se ha dado en los últimos meses.
El panorama
Una de las principales preocupaciones en la ciudad tiene que ver con la crisis de gobernabilidad que deja la anulación de la elección de Beltrán a la mitad de su administración, pues si bien hay posiciones divididas con respecto a los casi dos años de su gobierno, también hay grandes necesidades que la ciudad requiere atender con prioridad. Sobre esto, el historiador y doctor en estudios políticos Julio Acelas señala que las problemáticas de la ciudad siguen siendo las mismas de hace dos años, es decir, que se centran en la seguridad y en buscar salidas a los problemas de movilidad por el declive del sistema Metrolínea.
“Han desmantelado las estaciones y no se ven soluciones a la vista. El alcalde alquiló buses usados a Medellín, pero no se han hallado salidas a largo plazo, por lo que se ha ido legitimando la informalidad. Otro tema viene siendo la agresividad en las calles, la falta de cultura ciudadana y el no respeto a las normas de tránsito”, añadió Acelas.
Parte de esto se evidencia en cifras. De acuerdo con el último informe de percepción de Bucaramanga Cómo Vamos, en 2024, hubo un aumento en los homicidios y la violencia de género, aunque se reconoce una reducción en los hurtos, mientras que en movilidad se advierte que se necesita recuperar el transporte público masivo.
Por su parte, Camilo Cruz Merchán, investigador del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, destaca que junto a estos problemas estructurales hay una transformación de las acciones de las bandas criminales en la ciudad y del conflicto que aumentaron los delitos de alto impacto individual, como lo son las extorsiones, lo que también ha afectado la percepción de seguridad.
“Más que un listado de las necesidades y percepciones de la ciudadanía, creo que en general lo que ocurre es que la ciudad necesita salir de la parálisis que la destitución genera y la incertidumbre electoral para resolver todas esas temáticas que están ahí presentes”, indica Cruz.
Sobre este punto se ha desencadenado la carrera electoral de los últimos dos meses. Al respecto, el investigador de Pares Diego Alejandro Pedraza resalta que son pocas las propuestas que han hecho los candidatos y lo que en realidad se ven son dos proyectos políticos: el que respalda la estructura de Beltrán, frente al del tradicionalismo y el poder burocrático de partidos tradicionales y clanes como el Díaz Mateus. “Es triste que todo gira en torno a las mismas propuestas de hace dos años, pero también en las de hace seis. Son los mismos discursos e insinuaciones, pero no hay continuidad”.
Por esto mismo, Acelas menciona que las votaciones de este domingo serán una especie de plebiscito a la labor de Beltrán, en el que se definirá la continuidad o el viraje que plantea la oposición.
Los candidatos
Aunque en principio se trata de unas elecciones poco atractivas, según Cruz, porque el alcalde que llegue está comprometido a ejecutar el Plan de Desarrollo que ya está planteado, y el próximo año estará limitado por la Ley de Garantías, sí se trata de unas votaciones con alta participación de ocho candidatos. Como ya se mencionó, entre los cuales hay una reñida puja entre tres: Cristian Portilla, que es el impulsado por Beltrán, y que en las últimas semanas sumó el apoyo de Abelardo de la Espriella; Carlos Bueno, que tiene el aval de los partidos que en las pasadas elecciones apoyaron a Beltrán, y representan la división, y Fabián Oviedo, que fue concejal por Cambio Radical, quedó de terceras en las elecciones de 2023 y quien propone mano dura en seguridad, pero también le apuesta al cambio.
Encuestas recientes, como la de Excelentia Focus Group, ponen a los tres en posiciones muy parejas, aunque deja a los dos primeros con menos del 0,5 % de diferencia. Acelas desconfía de los resultados y asegura que estas elecciones están más marcadas por los poderes detrás de los candidatos que por sus nombres, por lo que concuerda con Cruz a la hora de indicar que los resultados dependerán de la capacidad que tengan estas fuerzas para movilizar los votos este domingo.
Si bien estas elecciones no se han nacionalizado como algunos expertos lo previeron al comienzo de la contienda, sí evidencia otros panoramas en la región, como el bajo interés del Pacto Histórico de poner a un candidato fuerte o la extraña ausencia del Partido Verde, que tiene un caudal importante en la región, y que Acelas relaciona con la situación que enfrenta Carlos Ramón González, excabeza del partido, por el escándalo de corrupción en la Ungrd. Tampoco ha pasado inadvertido el interés de Beltrán y Portilla en resaltar el apoyo de De la Espriella y lo que esto, más adelante, representaría políticamente para el exalcalde y el mismo precandidato presidencial. Lo cierto es que la puja está reñida, y queda en manos de la ciudad definir qué camino tomará, por lo menos, para los próximos dos años.