Cerca de 400 niños de Ecuador y Colombia se dieron cita en la iglesia de San Isidro de Ayora en Tulcán (Ecuador) para firmar un documento en el que le plantean a los gobiernos de ambos países sus propuestas de paz en la frontera.
En un manifiesto de 12 puntos, ellos pidieron que los mandatarios de las naciones establezcan políticas que garanticen el respeto y la dignidad de la niñez, dándoles así un papel prioritario en el restablecimiento de las relaciones políticas. Además, exigían que se les brinde acceso gratuito a la educación y que los países fortalezcan sus acciones de protección para que los menores sean excluidos definitivamente de la explotación sexual, la trata de personas y su utilización para el transporte de armas y droga en la frontera.
El encuentro se dio gracias al trabajo conjunto del Instituto Nacional para la Infancia y la Familia de Ecuador, el Ministerio de Inclusión Económica Social del mismo país y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). Estas instituciones reconocieron que aún hacen falta acciones concretas para garantizar la tranquilidad de los habitantes de Ipiales (Nariño) y Tulcán (Ecuador). La tarea ahora es llevar el manifiesto a los mandatarios de ambos países para que generen estrategias que no sólo conduzcan a la amistad política sino que promuevan el apoyo a los infantes.