El último informe de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, Ocha, dio a conocer que más de dos mil personas en San Calixto, Norte de Santander, se encuentran con restricciones en su diario vivir debido a los constantes combates y al incremento de artefacto explosivos en la zona.
El ataque más reciente se presentó el pasado fin de semana en la vía que de Tibú conduce a La Gabarra. La acción dejó cinco personas muertas. Entre ellas dos civiles y tres militares identificados como Wilmer Arley Orduz, Jairo Salazar González y Carlos Roberto Prada Sánchez.
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De acuerdo con datos de la Ocha, esta restricción en movilidad, acceso a medios de vida, seguridad alimentaria, agua y educación se presenta en 23 veredas del municipio de San Calixto.
“Esto se da ante el incremento de la contaminación con artefactos explosivos (minas antipersonal y municiones sin explotar) en caminos, fuentes de agua, cultivos de pancoger y zonas aledañas a escuelas. Al igual que por los constantes combates en la zona”, se lee en el informe.
De persistir estos riesgos, Ocha alerta sobre un posible confinamiento a corto plazo, pues en la zona es muy común que las personas realicen sus necesidades fisiológicas al aire libre y accedan al agua por medio de métodos artesanales y, debido a los últimos eventos, temen desplazarse en el territorio y encontrarse en medio de un combate e inclusive, con una mina antipersonal.
Ante esta situación, Ocha manifiesta que es urgente implementar estrategias de protección en la educación en el riesgo de minas, desminado humanitario, alimentos, alternativas de potabilización y almacenamiento de agua y atención médica.
“Las madres gestantes, lactantes y los menores de dos años no están recibiendo atención diferenciada en salud”, indica el documento.
Cabe recordar que, en enero de este año, en la vereda La Primavera de San Calixto se registró el desplazamiento masivo de 183 victimas y 72 familias en la zona debido a los combates entre grupos ilegales.