La joven Nicol Carvajal, hija de Ricardo Carvajal, el hombre detenido como sospechoso de ser coautor material del atentado del pasado jueves contra la Escuela de Cadetes General Santander, donde 21 personas murieron, le dijo a Noticias Uno que su padre está siendo presionado para que se declare culpable y que si no lo hacía “les harán algo a sus dos hijas”.
Además, denunció que ella y su hermana han sido fotografiadas por desconocidos que les siguen los pasos.
“Me siento presionado e inseguro con los abogados que tengo porque estarían de parte del Estado, le habría dicho Ricardo a su hija. El ente acusador le formuló imputación de cargos a Ricardo Andrés Carvajal Salgar, en calidad de coautor por los delitos de terrorismo agravado, homicidio agravado en concurso, homicidio en la modalidad de tentativa en concurso, daño en bien ajeno agravado y transporte de explosivos agravado, los cuales no fueron aceptados por el indiciado.
“Colombia patria mía te llevo con amor en mi corazón” es una de las frases de la oración Patria, que en la marcha gritaba el bloque de la reserva activa de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional. Era tan fuerte y sentida esta oración, que todos a su paso se sumaban a ella.
Otros marchantes también gritaban “no al terrorismo, los buenos somos más”. Entre los más de 25.000 asistentes que se sumaron a la manifestación se encontraban personas discapacitadas, quienes aseguraron que nada los detenía para pedir por una Colombia en paz, como es el caso de la señora Diana Muñoz, para quien tener una sola pierna no fue impedimento para alzar su voz de protesta, “da tristeza ver que están acabando con los policías, con unos niños que apenas iniciaban su carrera, me parece infame lo que ocurrió en Bogotá. Tengo un hermano policía y mi hijo quiere seguir sus pasos”, aseguró.
La marcha fue encabezada por uniformados que portaban las fotografías de sus compañeros muertos en el atentado. Las lágrimas rodaban por sus mejillas al presenciar las manifestaciones de solidaridad de los antioqueños.
Un hecho de intolerancia se registró en esa ciudad cuando un joven de 17 años, identificado como Andrés Garzón, fue agredido física y verbalmente por portar una camiseta blanca con un mensaje en letras rojas que decía “No a la guerra de Duque y Uribe”. Un adulto mayoy lo amenazó gritándole “te quitás esa camiseta o te pelamos”.
Además de los caminantes, se sumaron 40 harlistas y más de 100 taxistas de la ciudad. Al paso de la marcha por el Comando de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá se realizó un minuto de silencio. “Estamos unidos en una sola bandera que es la vida, una sola bandera de no al terrorismo, el respeto por el otro, y aquí estamos miles de personas reunidas y puede que muchos pensemos diferente, pero hay una sola cosa en la que tenemos que estar todos de acuerdo y es la vida. No al terrorismo, no a los violentos”, dijo el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez.
Cada marchante tenía una motivación, algunos por su cercanía con la Policía, otros simplemente conmovidos por los actos de barbarie. “No al terrorismo, vengo porque me motivan mis ganas de vivir todos los días y para apoyar una institución que es la mejor. Tengo un hijo policía y pudo ser en mi familia esta tragedia”, dijo Carlos Duarte López.
El comandante de la Policía Metropolitana, brigadier general Eliécer Camacho, marchó junto a los miles de asistentes. Visiblemente afectado, expresó su agradecimiento por estas manifestaciones de respaldo y solidaridad: “Es para nosotros mucho honor, pero también muy conmovidos por los grados de afecto que muestra esta ciudad hacia su Policía”.
La marcha terminó en la Plaza de las Luces, frente al centro administrativo La Alpujarra. Cada participante se alejó en silencio, con el rostro compungido y la esperanza de que su voz haya sido escuchada.
En la tarde de este domingo llegó a la ciudad de Medellín el cuerpo del alférez Marulanda, hijo de un sargento mayor de la Policía, cuyas exequias se realizarán esta semana