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Siete organizaciones fueron escogidas en el Caribe colombiano para cumplir la meta de reciclar 1.012 toneladas de PET, plástico ligero y reciclable, en un programa que se conoce como “Movimiento RE”. La tarea, que empezó en el segundo semestre del 2019, tiene una duración de 18 meses que termina en diciembre de 2020. Esta se desarrolla en las ciudades de Barranquilla, Cartagena y Santa Marta. Hasta principio de octubre se han recogido 746 toneladas de PET. Se espera cumplir la meta propuesta, aunque el COVID-19 ha limitado la recogida de material
La propuesta es una iniciativa de empresas del sector de las bebidas que se unieron para un tema social y de cuidado del medio ambiente. El proyecto integra a las compañías Bavaria, Coca-Cola Company, Coca-Cola FEMSA, Postobón y PepsiCo. La iniciativa es operada por Eko Red y la cooperativa Recimed
“Las compañías que hacemos parte de esta iniciativa seguimos trabajando en nuestro compromiso, en medio de la contingencia del COVID-19, de proteger al medio ambiente a través del fortalecimiento del reciclaje”, sostuvo Vivian Alarcón de Coca-Cola FEMSA Colombia.
Asorevivir Caribe, en Barranquilla, es una de las asociaciones a donde se lleva el material reciclado. “Antes tenía un recorrido largo entonces ahora tengo asignados tres condominios y no camino tanto, me desocupo más temprano y se gana un poquito mas”, dice Miguel Ángel Castro, beneficiario del programa. Además, asegura que la gente está aprendiendo a reciclar. “Anteriormente era muy enredado porque las personas no eran ordenadas, no había tanto cuidado como hay ahora”
Juan Carlos Gutiérrez, gerente de Ekored, una red de proveedores de material reciclado, explicó a El Espectador que en el país se captaban 108 toneladas en el 2008, pasando a 29.000 en el 2019 y se tiene una proyección de 60.000 toneladas para el 2022.
Con relación al material del plástico ligero PET que se recicla en el mundo, Colombia obtiene un 31% México 50% y lidera la China con 81%.
Sostiene que el proceso que se adelanta en el Caribe colombiano es un buen ejemplo y se podría replicar en otras zonas. Este proyecto tuvo un valor de mil millones de pesos, para 1.012 toneladas, beneficiando a trecientos recicladores, todo en 18 meses.
Gutiérrez asegura que a nivel nacional falta mucha más consciencia. “Si cada uno apoya en su casa con las bolsas adecuadas tendríamos un gran impacto social”.
En una calle del tradicional del barrio Getsemaní en Cartagena, Deimer José González recoge los envases que se vuelven a ver con una reactivación lenta de la economía.
Su ruta está en el centro amurallado de la ciudad, donde los hoteles y restaurantes son sus mayores proveedores. Anhela las épocas sin el COVID-19.
“Esto va mejorando, gracias al Centro de Acopio Cartagena Amigable, que nos acogió y nos ha dado motocarro y tarjeta de bono”, dice este reciclador que lleva siete años en el oficio y reconoce los beneficios del programa “RE”.
“Con la enfermedad del virus, uno salía con miedo, pero eso se ha pasado, nos dieron guantes, elementos de desinfección, tapabocas, todo para estar protegidos cuando se hace la ruta”.
Él como sus compañeros espera poder cumplir la meta propuesta, organiza el material para entregarlo y reconoce que la gente a donde va a buscar los envases es buena con él. “Los usuarios son muy amables, dan el juguito”. Sonríe cuando le pregunto si la gente es seria para reciclar: “siempre hay cosas por aprender"
El programa, a dos meses de terminar, se desarrolló sobre la base del fortalecimiento de las capacidades de recicladores, así como alianzas y acuerdos para la recolección del material y la sensibilización de la ciudadanía.