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Las siamesas del tipo bicéfalo compartían un corazón con tres aurículas y tres ventrículos, (el corazón normal tiene dos aurículas y dos ventrículos) además de los órganos que se encuentran en el tórax y el abdomen, lo que impedía su una eventual separación.
Dulce María y María Angélica, como fueron llamadas, nacieron el pasado 23 de diciembre en la Clínica la Sabana, de Sincelejo.
Tras varios exámenes los médicos determinaron que no se trata de un bebé con dos cabezas, sino de un caso de siamesas. Sus padres esperaban gemelos.
Por El Espectador
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