El presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Augusto Castro, arzobispo de la ciudad de Tunja, pidió "volver a Cristo con todo el corazón y con toda el alma" y subrayó que "es momento especial para sensibilizarnos con el sufrimiento ajeno".
"En la realidad de Colombia, donde todos anhelamos la paz, no sólo basta hablar de la misma, sino que debemos comprometernos ante Dios en construirla. La paz se construye desde el propio corazón, en la familia, en el barrio, en la sociedad", expresó.
El cardenal Pedro Rubiano, arzobispo de Bogotá, abogó por la liberación de los secuestrados.
"Que tantas personas que están secuestradas puedan volver a sus hogares. Sería el mayor signo que la guerrilla debería hacer, si realmente quiere la paz y el bien de Colombia", manifestó Rubiano.
También reclamó "que desde la familia se construya la paz".
Mientras tanto, el arzobispo de Medellín, Alberto Giraldo Jaramillo, manifestó que "en momentos tan duros como los que vive Colombia hoy en día, necesitamos aferrarnos a la esperanza que nos da la fe, para encontrar un motivo por que vivir.
El obispo castrense, Fabio Suescún, celebró que "Colombia está saliendo de la pasividad e indiferencia de los buenos para censurar la maldad de los malos".