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A 744 subió el número de personas de comunidades afrodescendientes que han sido desplazadas en varias regiones del departamento de Nariño, según informó en las últimas horas la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha).
La organización internacional manifestó que estos nuevos desplazamientos habrían ocurrido el pasado miércoles por los enfrentamientos se llevan a cabo en esa zona del país entre el Frente Oliver Sinisterra, disidencia de las Farc, y la organización Gente del Común. (Le sugerimos: Amnistía Internacional pide al Gobierno detener desplazamientos forzados)
La Ocha, por medio de un comunicado, precisó que el número de menores de edad y adolescentes desplazados aumento a 284 y que el total de las familias víctimas por estos combates subió a 222. Cifras que aumentaron de acuerdo con lo reportado el pasado 10 de julio.
Ese día, la organización internacional denunció el desplazamiento de 462 personas, quienes habitaban en por lo menos siete aldeas aledañas al municipio de Roberto Payán. “Las personas desplazadas han llegado a los cascos urbanos de los municipios de Olaya Herrera y Roberto Payán, y se encuentran alojadas en casas de familiares y amigos y en albergues habilitados", agregó la Ocha. (En contexto: ONU alerta del desplazamiento de más de 400 personas en Nariño)
Para atender la emergencia, precisó la organización, una misión de esa entidad, de la Defensoría del Pueblo, de la Gobernación de Nariño y del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) llegaron al municipio para atender a la población afectada.
En esta región del país los enfrentamientos de deben, en parte, a las rutas del narcotráfico que facilitan la movilización de cocaína a otras regiones del país y de la región, y que llevan a combátales entre las organizaciones criminales. (Le podría interesar: Alias “Guacho” es el brazo armado del cartel de Sinaloa: fiscal general)
De hecho, la Fiscalía ha asegurado que Walter Patricio Artízala Vernaza, alias Guacho, jefe de la disidencia de las Farc, tendrría nexos con el poderoso cartel de Sinaloa. Esta persona, así como a los miembros de su organización, son un objetivo de alto valor para la Fuerza Pública por los constantes hechos que le han atribuido.
Por ejemplo, se le responsabiliza del secuestro y posterior asesinato de tres integrantes de un equipo periodístico del diario quiteño El Comercio, así como el asesinato de los ecuatorianos Katty Velasco Pinargote y Oscar Villacís Gómez, secuestrados en abril pasado en la provincia fronteriza de Esmeraldas.