¿Por qué preocupa nombramiento del director de DD.HH. del Mininterior?

La dirección de derechos humanos del Ministerio del Interior ha generado polémica desde finales del año pasado, cuando con el cambio de gobierno se nombró a un nuevo jefe de la dependencia. Desde entonces no hay consenso sobre la idoneidad de la persona que debe asumir tan importante cargo, pues tiene en sus manos las políticas para proteger a los líderes sociales amenazados, asesorar entidades sobre derechos humanos e implementar la política pública LGBT. (Lea aquí: Organizaciones sociales rechazan el nombramiento de Ricardo Arias en la dirección de DD. HH. del MinInterior)

Las críticas iniciaron en agosto del año pasado con el nombramiento de Nayid Abú Fager Sánez, filósofo y abogado con experiencia en el tema de derechos humanos desde la academia. Las inconformidades se centraron en la posible injerencia de sus creencias religiosas en la implementación de las políticas relacionadas con la diversidad sexual y la población LGBT, ya que Fager había manifestado públicamente en el pasado estar en contra del reconocimiento de derechos para esa comunidad. (Lea aquí: Las quejas contra el director de derechos humanos del Mininterior)

Fager es simpatizante del partido católico Somos y trabajó en 2015 en la unidad de trabajo de la entonces senadora Viviane Morales, hoy embajadora de Colombia en Francia y promotora del referendo con el que se pretendió impedir que las parejas del mismo sexo adoptaran niños en Colombia. El partido Somos avaló la candidatura presidencial de Viviane Morales. Adicional a esto, unos diez trabajadores le contaron a El Espectador a finales del año pasado varias quejas por presunto maltrato laboral por parte de Fager.

Por este último motivo, la Procuraduría inició una investigación disciplinaria en su contra y a los pocos días Fager presentó su renuncia a la ministra del interior, Nancy Patricia Gutiérrez, alegando ser víctima de una “persecusión religiosa”. “Perdono tantos obstáculos a mis actividades pasando por alto mis calidades académicas y profesionales. Oro a Dios para que no tenga en cuenta estos errores en mi contra. Sin duda no soy perfecto. pero no hice nada para recibir tal discriminación... pues soy un hombre que respeta a Dios y a mi prójimo con base en la Ley y la Integridad de la palabra de Jesús (…) Si alguno de ustedes quiere escuchar las palabras del Señor Jesucristo, estoy a su servicio para dar por gracia lo que he recibido por gracia”, afirmó Fager en su renuncia a finales de febrero.

Pero la polémica se avivó hace un par de semanas cuando se conoció el nombre de quien sería el sucesor de Fager: Ricardo Arias Macía, integrante del partido cristiano Colombia Justa Libres, que también se opone a reconocer derechos a la población LGBT y logró que esa sigla se eliminara del texto del Plan Nacional de Desarrollo por la inexistente “ideología de género”. La Silla Vacía afirmó que Arias es hijo del precandidato a la Alcaldía de Bogotá por Colombia Justa Libres, Ricardo arias Mora, es profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado y trabaja con  Carlos Acosta, representante cristiano a la Cámara y con quien ha trabajado Karen Enríquez, esposa de Fager.

Activistas de derechos humanos han alertado sobre este nombramiento que, según ellos, pondría en peligro el avance en materia de derechos e impondría la visión cristiana de Colombia Justa Libres sobre temas tan trascendentales como la familia. El abogado Mauricio Albarracín publicó un derecho de petición que el congresista Acosta formuló en enero pasado al viceministro para la participación, Juan Carlos Soler.

En dicho documento, Acosta pregunta cómo se piensa evitar un “adoctrinamiento de las políticas” por parte del grupo LGBT, cómo se pretende defender los derechos de la familia colombiana y la mujer cristiana del país, qué entiende el Mininterior por mujer y hombre y pide sustentarlo normativamente, y pide explicaciones sobre por qué el grupo LGBT tiene participación en mesas representando a mujeres. Dice, además, que la comunidad LGBT tiene privilegios y solicita información sobre las acciones de la entidad para acompañar a las víctimas religiosas del conflicto armado. “¿Por qué razón dentro de sus funciones el único grupo especificado para protección es el grupo LGBT?, finaliza preguntando Acosta.  

La dirección de derechos humanos del Ministerio del Interior ha generado polémica desde finales del año pasado, cuando con el cambio de gobierno se nombró a un nuevo jefe de la dependencia. Desde entonces no hay consenso sobre la idoneidad de la persona que debe asumir tan importante cargo, pues tiene en sus manos las políticas para proteger a los líderes sociales amenazados, asesorar entidades sobre derechos humanos e implementar la política pública LGBT. (Lea aquí: Organizaciones sociales rechazan el nombramiento de Ricardo Arias en la dirección de DD. HH. del MinInterior)

Las críticas iniciaron en agosto del año pasado con el nombramiento de Nayid Abú Fager Sánez, filósofo y abogado con experiencia en el tema de derechos humanos desde la academia. Las inconformidades se centraron en la posible injerencia de sus creencias religiosas en la implementación de las políticas relacionadas con la diversidad sexual y la población LGBT, ya que Fager había manifestado públicamente en el pasado estar en contra del reconocimiento de derechos para esa comunidad. (Lea aquí: Las quejas contra el director de derechos humanos del Mininterior)

Fager es simpatizante del partido católico Somos y trabajó en 2015 en la unidad de trabajo de la entonces senadora Viviane Morales, hoy embajadora de Colombia en Francia y promotora del referendo con el que se pretendió impedir que las parejas del mismo sexo adoptaran niños en Colombia. El partido Somos avaló la candidatura presidencial de Viviane Morales. Adicional a esto, unos diez trabajadores le contaron a El Espectador a finales del año pasado varias quejas por presunto maltrato laboral por parte de Fager.

Por este último motivo, la Procuraduría inició una investigación disciplinaria en su contra y a los pocos días Fager presentó su renuncia a la ministra del interior, Nancy Patricia Gutiérrez, alegando ser víctima de una “persecusión religiosa”. “Perdono tantos obstáculos a mis actividades pasando por alto mis calidades académicas y profesionales. Oro a Dios para que no tenga en cuenta estos errores en mi contra. Sin duda no soy perfecto. pero no hice nada para recibir tal discriminación... pues soy un hombre que respeta a Dios y a mi prójimo con base en la Ley y la Integridad de la palabra de Jesús (…) Si alguno de ustedes quiere escuchar las palabras del Señor Jesucristo, estoy a su servicio para dar por gracia lo que he recibido por gracia”, afirmó Fager en su renuncia a finales de febrero.

Pero la polémica se avivó hace un par de semanas cuando se conoció el nombre de quien sería el sucesor de Fager: Ricardo Arias Macía, integrante del partido cristiano Colombia Justa Libres, que también se opone a reconocer derechos a la población LGBT y logró que esa sigla se eliminara del texto del Plan Nacional de Desarrollo por la inexistente “ideología de género”. La Silla Vacía afirmó que Arias es hijo del precandidato a la Alcaldía de Bogotá por Colombia Justa Libres, Ricardo arias Mora, es profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado y trabaja con  Carlos Acosta, representante cristiano a la Cámara y con quien ha trabajado Karen Enríquez, esposa de Fager.

Activistas de derechos humanos han alertado sobre este nombramiento que, según ellos, pondría en peligro el avance en materia de derechos e impondría la visión cristiana de Colombia Justa Libres sobre temas tan trascendentales como la familia. El abogado Mauricio Albarracín publicó un derecho de petición que el congresista Acosta formuló en enero pasado al viceministro para la participación, Juan Carlos Soler.

En dicho documento, Acosta pregunta cómo se piensa evitar un “adoctrinamiento de las políticas” por parte del grupo LGBT, cómo se pretende defender los derechos de la familia colombiana y la mujer cristiana del país, qué entiende el Mininterior por mujer y hombre y pide sustentarlo normativamente, y pide explicaciones sobre por qué el grupo LGBT tiene participación en mesas representando a mujeres. Dice, además, que la comunidad LGBT tiene privilegios y solicita información sobre las acciones de la entidad para acompañar a las víctimas religiosas del conflicto armado. “¿Por qué razón dentro de sus funciones el único grupo especificado para protección es el grupo LGBT?, finaliza preguntando Acosta.