En la mañana del martes una menor de cuatro años y un niño de cinco fueron suspendidos de su escuela, el Hogar Infantil Lleras Camargo de Cali, por ser VIH positivo, lo que podría ser “un riesgo” para los otros alumnos según la directora de la institución, la hermana Santa Ibargallartu. La religiosa le pidió al acudiente de los menores que no volviera a llevarlos a clases hasta que ella se reuniera con la representante legal del hogar, para definir si podían regresar o si eran expulsados.
“Estamos siendo víctimas de la discriminación”, dice Mónica Luna Cataño, directora ejecutiva de la Fundación Copservir, que atiende en la casa hogar Arcoíris de Sueños a niños que viven o conviven con VIH/Sida. Allí residen de lunes a viernes los dos menores de esta historia y cinco más, quienes reciben manutención, educación y vivienda.
La directora del Hogar Infantil Lleras Camargo citó a los acudientes de los menores a una reunión en la mañana del martes. El niño había presentado fiebre (debido a los medicamentos que hace parte de su tratamiento antirretroviral, explicó su tutora Yenifer Gómez Carmona,) y la niña una tos recurrente (“provocada por un paseo hace 8 días a una piscina”).
Lo primero que expresó la directora en la reunión, asegura Gómez, quien asistió como acudiente de los niños, fue recriminar que al momento de la matrícula no se le haya informado sobre el estado de salud de los menores, “a lo cual yo le aclaré que como tutora no tenía autorización para dar ese tipo de información y que recordara que se tenía un derecho a la confidencialidad y que yo no podía pasar por encima de este”, reza un testimonio escrito de la tutora.
Jhon Arley Murillo, director regional del ICBF en el Valle, asegura que este caso ya había sido abordado por la institución y las instrucciones habían sido claras: “los menores no podían ser retirados del hogar”. Murillo confiesa además que la directora sí había expresado su molestia en días anteriores porque no se le había informado el estado de los niños en el momento de la matrícula, “más que para decirles que ‘no’, fue porque no les dieron la información para tomar las medidas necesarias. Se le dio la instrucción en varios sentidos: no pueden ser retirados del jardín, se deben tomar medidas al interior para garantizar los protocolos de salud y se le debe dar una formación especial a la docente que los atiende para que sepa qué medidas de cuidado debe tomar”.
Según el relato de la tutora, en medio de la reunión la hermana hizo énfasis en que en Cali existen instituciones especiales para niños con VIH y que es allí donde los menores debían estar, “no en el Hogar Lleras Camargo donde representa un riesgo para los demás niños”. En ese momento la tutora cuenta que interrumpió a la hermana Santa para decirle que sus actos eran discriminatorios, a lo que la religiosa respondió que lo hacía “por seguridad y bienestar”, y que además señaló que si la comunidad se diera cuenta de que allí estudiaban niños con VIH “muy seguramente no tendrían a sus hijos aquí”.
Para rematar – narra Gómez en el documento escrito– la religiosa afirmó que la “política de la institución” era atender a niños que gozaran de “excelentes condiciones de salud”. Finalmente, la hermana pide que retiren a los dos niños y que no los vuelvan a llevar a clases hasta que se tome una decisión con la representante legal de la institución.
Dennis Silva, vocero de Pacientes Colombia, declaró su indignación frente al caso: “para nosotros el tema es más que grave y por eso lo denunciamos hoy ante la Cumbre Social Andina. Es la vulneración de la iglesia católica a los derechos de los niños: a la igualdad y la educación. Es discriminatorio. El VIH no es contagioso, las personas pueden compartir todos los espacios sin ningún problema. Que la comunidad religiosa haga esto es para cuestionase su papel”.
El Espectador se comunicó con el Hogar Infantil Lleras Camargo y al ser cuestionados por el caso respondieron que la directora no podía atender la llamada, y que no solía responder entrevistas vía telefónica.