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En su edición número 28 del Premio Cafam a la Mujer, esa caja de compensación familiar reconoció la labor de 20 mujeres que desarrollan programas en los sectores más vulnerables del país.
Esta vez el jurado eligió como ganadora a Yeisully Tapias Arcila, de 27 años, quien desde 2006 empezó un proyecto en La Dorada (Caldas) orientado a promover la labor de los jóvenes emprendedores de la región.
Cuando el proyecto arrancó, la convocatoria sólo reunió a 20 jóvenes desplazados que habitaban en el barrio Las Ferias, uno de los más marginales del municipio. Entre esos jóvenes estaba Yeisully.
Desde ese entonces fue creada la primera microempresa que se dedicaba a labores de piscicultura. Dos años después nació la de abonos orgánicos. Hoy todos estos jóvenes se congregan en la Asociación Jóvenes Emprendedores (Asoje).
Ellos, que fueron víctimas del conflicto armado, han logrado unirse bajo un modelo de red que ha sido compartido con varios países latinoamericanos y expandido en varias regiones de Colombia. La idea consiste en descubrir que en la ruralidad hay una forma digna de vivir y que los jóvenes no tienen por qué migrar del campo a la ciudad, sino fortalecer sus procesos locales.
En la red los jóvenes campesinos adquieren destrezas, comparten conocimiento, han capacitado a 150 familias y son operadores de programas sociales. Se trata de entender que “el conocimiento no es de un individuo, sino de una comunidad”, dijo Tapias, galardonada con el reconocimiento Mujer Cafam 2016, quien le dedicó el premio a su padre, asesinado cuando era niña.
Tapias aseguró que este premio implica un desafío. “Siento que es una forma de decirle al mundo que podemos cambiar cosas y que se necesita la fuerza y energía de los jóvenes para construir territorio”, sostuvo.
En la ceremonia también se reconoció a Nohora Elizabeth Hoyos, por su labor en innovación y aprendizaje en la Corporación Maloka de Bogotá; a Elsa Martínez de Narváez, a la cabeza de la Asociación Pan de Vida CER, que ofrece alimentación a más de 800 niños, adultos mayores y madres gestantes de siete comunidades de Cundinamarca, y a Adriana Cecilia Zableh fundadora de la Asociación Sanar de Santander, que se encarga de apoyar anualmente a 50 niños con cáncer y a sus familias.
La Mujer Cafam recibió $40 millones y las mujeres con mención de honor (Martínez y Zableh), $15 millones. En las versiones anteriores ya han sido postuladas más de 4.500 mujeres a este reconocimiento.