Hace 40 años, en poco menos de 20 minutos, una avalancha de lodo, rocas y escombros arrasó con uno de los municipios más pujantes del Tolima. Armero prácticamente desapareció: más de 22.000 personas fallecieron y al menos 5.000 quedaron heridas en el desastre volcánico y natural más mortal que ha tenido Colombia.
La tragedia estaba anunciada. Meses antes, al registrarse actividad en el volcán, se hicieron mapas de riesgo que advertían de lo que podía pasar en el municipio, pero por diferentes circunstancias los riesgos fueron minimizados por las autoridades.
El desastre dejó crudas historias como la de Omayra Sánchez, la niña de 13 años que quedó atrapada por tres días entre el lodo, pero también están las luchas de cientos de familias que aún intentan cuatro décadas después de reencontrarse.
La tragedia también ha dejado importantes lecciones para el país. Además de los avances en el estudio de los riesgos de los volcanes, se constituyó el Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres y con ello la regulación de la gestión del riesgo.
Estas son algunas preguntas claves para entender la tragedia de Armero.
¿Qué pasó en Armero?
En la noche del 13 de noviembre de 1985, una avalancha de lodo hirviendo, que llevaba rocas y escombros, y que se formó tras una erupción en el volcán Nevado del Ruiz, sepultó completamente el municipio de Armero, lo que provocó la muerte de más de 22.000 personas.
La tragedia fue tal que más de la mitad de los habitantes del municipio fallecieron, así como se estima que alrededor de 5.092 viviendas fueron destruidas. Sumado a esto, por cuenta de la erupción del volcán y consecuente dispersión de humo y ceniza, que alcanzó hasta 15 kilómetros, se habla de más de 60.000 personas damnificadas.
¿Cuánta gente murió en Armero?
Aunque no hay cifras exactas de cuántas personas fallecieron en la tragedia de Armero, se estima que más de 22.000 murieron por cuenta de la avalancha. De estas, al menos el 94 % eran de Armero, mientras que las restantes se ubicaban en municipios aledaños como Chinchiná. Además, la emergencia dejó a por lo menos 5.000 personas heridas.
¿Fue una avalancha o una erupción del volcán lo que causó la tragedia?
Lo que ocurrió es que el volcán Nevado del Ruiz, tras permanecer 69 años inactivo, hizo erupción sobre las 9:00 p.m. del 13 de noviembre. Desde el cráter Arenas descendieron flujos y oleadas piroclásticas, que derritieron la nieve. El agua liberada se mezcló con las cenizas y los fragmentos volcánicos, que originó una especie de lodo que bajó rápidamente del volcán, junto con escombros, entre los que estaban piedras y troncos. Esta mezcla descendió por el río Lagunilla, hasta la zona donde se encontraba el casco urbano del municipio de Armero.
Todo el material que descendió alcanzó una velocidad de 17 metros por segundo, por lo que los habitantes del municipio no tuvieron tiempo de reaccionar. En menos de 20 minutos Armero quedó completamente arrasado.
¿Esa tragedia se pudo evitar, qué fue lo que falló, hubo advertencias?
Un año antes de la tragedia en Armero se presentaron una serie de sismos comenzaron a alertar a la población. Un mes más tarde se confirmó el cambio en el color del glaciar a amarillo, por lo que la Defensa Civil pidió apoyo a Ingeominas para determinar lo que estaba pasando.
Por ello, meses después se creó la Comisión de Vigilancia de Riesgo Volcánico y Sismos del Nevado del Ruiz, se hicieron seguimientos y se instalaron las primeras estaciones de monitoreo sismológico en el cráter Arenas.
En septiembre se dio una primera erupción, no de magma, sino de vapor generado por contacto del calor interno del Ruiz con la nieve, que dio pie para comenzar a hacer el primer mapa de riesgo volcánico potencial del nevado, que se tenía previsto presentar el 12 de noviembre, un día antes de la tragedia, pero no se hizo debido a la situación que atravesaba el país por la toma del Palacio de Justicia.
El riesgo también fue alertado por varios medios dos meses atrás, luego de que varios congresistas, con estudios de Ingeominas, advirtieron en una sesión sobre la posibilidad de que hubiera una tragedia. Además, había antecedentes, pues dos erupciones anteriores, una en 1595 y otra en 1845, ya habían provocado emergencias similares en las que se registraron más de 1.000 víctimas.
Al final no se hizo nada. Se responsabiliza al Gobierno Nacional por su pasividad, pero además se reconoció que para la época no se contaba con las herramientas para hacer el permanente monitoreo al volcán, ni se tenían planes de prevención de riesgos que hubieran facilitado la evacuación antes de la tragedia.
¿Cuántos niños desaparecieron y qué pasó con ellos?
Pese a que no hay cifras claras de cuántos niños fallecieron en Armero, se cree que se trataría de al menos el 25 % de las víctimas. Sumado a esto, organizaciones como Armando Armero estiman que alrededor de 580 menores de edad desaparecieron después de la avalancha, de estos se tiene pruebas de supervivencia de 150. Muchos de ellos terminaron adoptados de forma regular e irregular tanto dentro como fuera del país.
¿Qué pasó con la niña de Armero?
Omayra Sánchez, de 13 años, quedó atrapada bajo los escombros de su casa. Fue hallada el 14 de noviembre por un socorrista que vio su mano entre los escombros y, en compañía de otros, trituró la plancha de cemento bajo la que estaba. Pese a ello, no fueron suficientes los esfuerzos para rescatarla, pues tenía sus piernas atrapadas por más escombros, lo que hacía imposible sacarla sin causarle heridas mortales.
Su cara dio la vuelta mundo por cuenta de una fotografía hecha por el reportero Frank Fournier. Tras 60 horas de resistencia, con evidentes signos de hipotermia por permanecer tanto tiempo bajo el agua, la niña falleció poco después de decir ante las personas que tenía alrededor: “Mami, te amo mucho, papi te amo, hermano te amo”.
¿Es verdad que un padre maldijo Armero?
Uno de los mitos alrededor de la tragedia de Armero es que un sacerdote maldijo el pueblo. Todo se habría dado a mediados del siglo pasado, cuando al municipio llegó el cura Pedro María Ramírez, quien al parecer tendría tendencias políticas de izquierda, lo que incomodaba a una parte de los habitantes de ala más conservadora.
La historia señala que una turba lo asesinó un día después del Bogotazo, pero antes de morir el religioso habría dicho “No quedará piedra sobre piedra de Armero”. Otras versiones de la historia señalan que no fue el cura, sino un obispo de Ibagué el que fue responsable de la maldición.
¿Qué queda hoy donde era Armero?
La zona donde se presentó la tragedia fue convertida en campo santo y un lugar de memoria y reflexión, donde se encuentran monumentos, placas conmemorativas y recuerdos de la tragedia. Sumado a esto, los sobrevivientes fueron reasentados en un nuevo espacio, a kilómetros del original, llamado Armero-Guayabal.