El próximo 23 de noviembre habrá elecciones atípicas de gobernador de Magdalena, tras la anulación de la elección de Rafael Martínez por doble militancia. Aunque esto causó un remezón en la región, se espera que Fuerza Ciudadana, del exgobernador Carlos Caicedo, mantenga el poder, mientras que a la par, una disidencia del mismo movimiento busca hacer contrapeso con Rafael Noya, el primer candidato en haberse inscrito.
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La anulación de la elección de Martínez se oficializó el 30 de julio, por lo que se encargó en la gobernación a la secretaria del Interior del Magdalena, Ingris Padilla, que es parte del grupo de confianza de Caicedo y por consiguiente ha mantenido tanto en su discurso como en sus acciones la línea de la continuidad política del caicedismo.
El tablero político no parece moverse mucho de cara a las elecciones atípicas. Carlos Caicedo mantiene su maquinaria, pese a la pérdida de la personería jurídica de su partido en febrero de este año y la anulación de la elección de Martínez. Además, el colectivo ha consolidado el poder de la izquierda en la última década, por encima de las casas políticas tradicionales.
Y así lo demuestra el panorama electoral, pues desde antes de que Fuerza Ciudadana oficializara la candidatura de Margarita Guerra, los políticos de la región ya señalaban que el movimiento ha estado moviendo su maquinaria en los municipios donde se concentra la mayoría de votos. Los resultados de las últimas dos elecciones regionales respaldan esa percepción, ya que en 2019 Caicedo ganó la gobernación con un 58,91% de votos y en 2023 Rafael Martínez alcanzó el 50,75% de los sufragios.
Pero ya tienen contrincante, Rafael Noya, exdiputado del mismo movimiento político, intenta consolidarse como una opción alternativa mientras recoge firmas para formalizar su candidatura en estas elecciones atípicas.
División interna
Noya fue diputado del Magdalena, pero le anularon la elección por una situación similar a la de Martínez, por doble militancia. Además, se alejó hace pocos meses de Fuerza Ciudadana. Asegura que “se volvió un partido sin personalidad, con una sola persona endiosada. Creemos en la paz política, en bajar los odios y articular todos los actores del departamento”.
Pero él no ha sido el único. Lo han hecho otras figuras, como el exconcejal y dirigente político Máximo Noriega, que estuvieron desde el inicio en el movimiento naranja, pero que ahora hacen parte de una autodenominada disidencia que respalda a Noya en su precandidatura.
Desde Fuerza Ciudadana creen que el nuevo grupo no demuestra que haya debilidades dentro del movimiento y, en cambio, aseguran que siguen siendo un equipo sólido. Esto lo sostiene el concejal Wiston Vargas, quien dice que “el hecho de que se vayan unas personas no significa que el proyecto político esté fracturado. Fuerza Ciudadana es un proyecto muy bien estructurado, con disciplina partidaria, que desde las bases cuenta con una estructura bien fundamental. Cuando el barco está en flote, navegan normal, pero cuando el barco se está hundiendo son los primeros que saltan. Esa es la dinámica política”.
Aunque Noya afirma que ha sido un líder progresista, y que estuvo en Fuerza Ciudadana porque en su momento representaba un cambio. Para el analista político, Alejandro Arias, el candidato se ha adecuado a diferentes sectores. “Primero a la Casa Dávila, luego a Fuerza Ciudadana, después al Pacto Histórico y ahora busca firmas con apoyo del Centro Democrático. Esa movilidad política genera desconfianza”
Las posibles inclinaciones
Previo a la confirmación de la candidatura de Margarita Guerra por el Caicedismo, las maquinarias se han movido alrededor de las elecciones y desde la misma gobernación se ha promovido la continuidad. “Si Caicedo pone al perro, al gato o a la gallina de la casa, la gente vota por eso. Esa es la fuerza de su liderazgo”, mencionó el analista Arias.
Un análisis similar hace el abogado Ariel Quiroga Vides, quien conoce del tema electoral en la región. “Hoy parece que los caminos nos llevan a decidir entre la izquierda y la izquierda. La derecha no ha logrado un liderazgo fuerte y la pluralidad de las candidaturas solo beneficia a Fuerza Ciudadana”.
Además, señala que el mayor peso que tendrán estas elecciones es la burocracia que maneja el movimiento al mantener el poder y con ello el apoyo de funcionarios que ahora mismo están en la Gobernación. No es un secreto que en las últimas semanas en el Magdalena se aumentaron las acciones de la gobernación, como la entrega de obras
Para los analistas, ante la baja participación que se espera en las elecciones atípicas, la disputa por los votos se concentrará en los municipios más poblados, como Santa Marta, Ciénaga, Pueblo Viejo, Zona Bananera, Aracataca y Fundación.
E insiste en que de la oposición no se debe esperar mucho, pues no hay un sector que se consolide en el Magdalena. “Aquí ha faltado un liderazgo alternativo a la izquierda y un liderazgo de derecha que ideológicamente sea de derecha, que imponga un nuevo referente de política en este departamento. No tenemos un ‘Álvaro Uribe regional’ que sea el contrapeso de Caicedo. Por eso la dinámica electoral se define en función de lo que ellos (el Caicedismo) decidan, porque los demás sectores están dispersos y sin un referente claro”, explicó Quiroga.
Con la oficialización de la exdiputada María Margarita Guerra, como candidata de Fuerza Ciudadana comienza oficialmente la contienda electoral por la gobernación del Magdalena, en la que el caicedismo no solo buscará mantener el poder, sino que además medirá su fuerza de cara a las elecciones del próximo año.