Bucaramanga y su Área Metropolitana (AMB) firmaron este lunes 16 de junio el convenio interadministrativo No. 119, con el que inicia el plan de transición del sistema de transporte público. La medida busca enfrentar la crisis provocada por la salida de los operadores Movilizamos S.A. y Metrocinco Plus, que alteró la prestación del servicio masivo.
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Tras esa situación, el AMB declaró la emergencia mediante la Resolución No. 000036 del 24 de febrero de 2025 y autorizó el ingreso de hasta 129 vehículos del Transporte Público Colectivo (TPC) bajo permisos especiales, como medida provisional para mantener el servicio.
Con el nuevo convenio, comienza la fase 1 del plan de transición. En esta etapa pondrán en operación 12 buses padrones a gas natural, que restablecerán el uso del carril exclusivo y reactivarán parcialmente la integración del sistema. Además, implementarán tecnología para centralizar el control de flota, unificar el sistema de recaudo y mejorar la información al usuario.
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El convenio contempla una inversión de $8.331 millones por parte de Bucaramanga para cubrir el arrendamiento, mantenimiento de la flota, salarios de conductores, combustible, desarrollo tecnológico, subsidios y medidas contra la evasión.
Según la alcaldía de Bucaramanga, esta intervención busca garantizar el derecho a la movilidad y avanzar hacia un sistema de transporte público sostenible, eficiente y accesible. Este paso hace parte de la hoja de ruta que conducirá al futuro Sistema Integrado de Transporte Público Metropolitano (SITME), cuyo modelo está en estructuración.