¿Se puede presentar un tsunami en las costas colombianas?
Las zonas más propensas son Magdalena, Atlántico, Bolívar y San Andrés y Providencia. En el país se han presentado cuatro tsunamis.
Redacción Nacional
Los tsunamis se generan por sismos o terremotos que se dan en la profundidad del mar y por explosiones submarinas. Este fenómeno consiste en la generación de olas de grandes magnitudes que se propagan hacia las costas. En el caso de Colombia se han presentado cuatro en 1906, 1948, 1958 y 1979, que afectaron el pacífico, siendo el municipio de Tumaco (Nariño) y sus alrededores los más perjudicados, pero además en la región del Caribe se ha dado este tipo de fenómeno natural, pero con menor frecuencia y con menor impacto.
En diciembre de 1979 hubo un terromoto de 7,9 grados en la escala de richter en Tumaco, luego del temblor, un tsunami azotó la playa de San Juan perteneciente a ese municpio, la tragedia sucedió hace 37 años.
El Pacífico es el más propenso, debido a que está ubicado cerca de donde interactúan la placa tectónica de Alaska y la Suramericana. El profesor del departamento de Física y Geociencias de la Universidad del Norte, Luis Otero, le explicó a El Espectador que “cuando la placa de Alaska se mueve por debajo de la Suramericana hay una manifestación de ese movimiento a través de un sismo en la cordillera de los Andes, que bordea desde Chile hasta Colombia, esa es la expresión de un proceso que ocurre durante millones de años”.
Hay dos formas en las que se puede detectar si posiblemente habrá un tsunami. La primera es estudiar los escenarios a través del seguimiento a una determinada falla tectónica, y a partir de los resultados sísmicos que arroje se simula qué tipo de tsunamis se pueden presentar. Es importante tener en cuenta la magnitud del sismo que lo genera y el tipo de ruptura de la falla.
La otra, es por medio de los registros de los sismógrafos que están ubicados en las costas, los cuales permiten calcular el tiempo aproximado de la llegada de la ola a la playa, por lo que se puede dar una alerta en las zonas donde posiblemente impacte.
La Unidad de Gestión del Riesgo y la Comisión Colombiana del Océano por medio del comité técnico de tsunamis, han estado enfocados en trabajar con la comunidad del Pacífico acerca de este fenómeno natural.
Otero afirmó que “en Tumaco y en Buenaventura se han realizado simulacros en caso de que se presente un fenómeno natural de esa índole para que los habitantes identifiquen las zonas seguras. Durante los últimos años se ha venido haciendo un trabajo muy importante en pro de empoderar a las comunidades para hacerle frente a una amenaza de este tipo”.
En una investigación de la Universidad del Norte, realizada por el grupo de investigación en Geociencias, se expone que existen cinco potenciales fuentes de generación de tsunamis en el mar Caribe, estos serían las Islas de San Andrés y Providencia y los departamentos del Magdalena, Atlántico y Bolívar.
En caso de presentarse un tsunami lo que se debe hacer es buscar las zonas más altas para evitar el impacto de la ola o la inundación que se presente, además de revisar si su vivienda se encuentra en una zona de riesgo de inundación, identificar las vías de evacuación y puntos de encuentro.
Los tsunamis se generan por sismos o terremotos que se dan en la profundidad del mar y por explosiones submarinas. Este fenómeno consiste en la generación de olas de grandes magnitudes que se propagan hacia las costas. En el caso de Colombia se han presentado cuatro en 1906, 1948, 1958 y 1979, que afectaron el pacífico, siendo el municipio de Tumaco (Nariño) y sus alrededores los más perjudicados, pero además en la región del Caribe se ha dado este tipo de fenómeno natural, pero con menor frecuencia y con menor impacto.
En diciembre de 1979 hubo un terromoto de 7,9 grados en la escala de richter en Tumaco, luego del temblor, un tsunami azotó la playa de San Juan perteneciente a ese municpio, la tragedia sucedió hace 37 años.
El Pacífico es el más propenso, debido a que está ubicado cerca de donde interactúan la placa tectónica de Alaska y la Suramericana. El profesor del departamento de Física y Geociencias de la Universidad del Norte, Luis Otero, le explicó a El Espectador que “cuando la placa de Alaska se mueve por debajo de la Suramericana hay una manifestación de ese movimiento a través de un sismo en la cordillera de los Andes, que bordea desde Chile hasta Colombia, esa es la expresión de un proceso que ocurre durante millones de años”.
Hay dos formas en las que se puede detectar si posiblemente habrá un tsunami. La primera es estudiar los escenarios a través del seguimiento a una determinada falla tectónica, y a partir de los resultados sísmicos que arroje se simula qué tipo de tsunamis se pueden presentar. Es importante tener en cuenta la magnitud del sismo que lo genera y el tipo de ruptura de la falla.
La otra, es por medio de los registros de los sismógrafos que están ubicados en las costas, los cuales permiten calcular el tiempo aproximado de la llegada de la ola a la playa, por lo que se puede dar una alerta en las zonas donde posiblemente impacte.
La Unidad de Gestión del Riesgo y la Comisión Colombiana del Océano por medio del comité técnico de tsunamis, han estado enfocados en trabajar con la comunidad del Pacífico acerca de este fenómeno natural.
Otero afirmó que “en Tumaco y en Buenaventura se han realizado simulacros en caso de que se presente un fenómeno natural de esa índole para que los habitantes identifiquen las zonas seguras. Durante los últimos años se ha venido haciendo un trabajo muy importante en pro de empoderar a las comunidades para hacerle frente a una amenaza de este tipo”.
En una investigación de la Universidad del Norte, realizada por el grupo de investigación en Geociencias, se expone que existen cinco potenciales fuentes de generación de tsunamis en el mar Caribe, estos serían las Islas de San Andrés y Providencia y los departamentos del Magdalena, Atlántico y Bolívar.
En caso de presentarse un tsunami lo que se debe hacer es buscar las zonas más altas para evitar el impacto de la ola o la inundación que se presente, además de revisar si su vivienda se encuentra en una zona de riesgo de inundación, identificar las vías de evacuación y puntos de encuentro.