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Desde hace cinco años las Fuerzas Militares entrenan a sus hombres para enfrentar un enemigo silencioso; un enemigo que no está en las armas; que está presente desde hace tres décadas en Latinoamérica, y que subsiste a pesar de los esfuerzos públicos y privados. Un enemigo que pone en riesgo la seguridad nacional y que se enfrenta desde las aulas de clase.
En Latinoamérica, donde las cifras exactas sobre la población afectada por VIH/Sida son inexistentes y donde la falta de diagnóstico es una constante, la prevención es una urgencia.
El registro oficial en Colombia alcanza las 26.000 personas que padecen esta enfermedad, aunque las proyecciones indican que la cifra real podría situarse entre 170.000 y 220.000 casos, según la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que calcula el número de fallecidos desde 1983 a la fecha en unos 24.000.
En el país, como en todas parte de América Latina, prácticamente ningún nivel de la sociedad se ha escapado de esta pandemia, según la definición de la ONU. Las Fuerzas Armadas no han sido ajenas y registran un impacto similar al del resto de la población en el territorio Nacional.
Hoy las Fuerzas Armadas tienen en sus estadísticas que alrededor de 2 mil hombres están infectados con el virus, algo así como el 0.5% de toda la población uniformada, una tasa igual a la que registra la población civil en el país.
Por eso el Ministerio de Defensa, ha puesto en marcha un completo plan de entrenamiento para combatir este virus que ronda a la población milita, permanentemente expuesta, por el trabajo que desarrollan en zonas geográficamente alejadas de su hogar, por espacios prolongados de tiempo, en condiciones que los hacen vulnerables al riesgo de infección por relaciones sexuales y donde la prevención depende principalmente del comportamiento del uniformado.
Ya son cerca de 30 mil uniformados los que han recibido una capacitación que consiste en informar y sensibilizar a suboficiales, soldados regulares y profesionales, e Infantes de Marina, sobre los aspectos fundamentales de la enfermedad.
“En el país hay una prevalencia del VIH / Sida del 0.5% y nosotros al revisar nuestros registros en las Fuerzas Militares encontramos un comportamiento similar de acuerdo a los diagnósticos señalados en cada uno de los sistemas de salud”, manifestó la coronel Nohora Rodríguez, directora de COPRECOS -Colombia (Comité e Prevención de Sida en la Fuerza Pública).
Esta intervención educativa busca acabar con los prejuicios culturales que unidos a la carencia de educación, la discriminación de género, la alta incidencia de embarazos no deseados y la violencia intrafamiliar dan como resultado la propagación de las enfermedades de transmisión sexual.
“La propagación de esta enfermedad en las filas de las Fuerzas Militares que se presenta debido a las condiciones de migración y la relación con la población civil en áreas de conflicto, nos obligó a poner en marcha un plan de enseñanza orientado a transformar los comportamientos de nuestra población y su comportamiento sexual”, agregó.
La coronel Rodríguez explicó que esta propuesta busca a corto plazo disminuir los niveles de riesgo, a generar una toma de conciencia del auto cuidado y a prevenir las enfermedades de transmisión sexual.
“La sexualidad no es solamente tener sexo sino aceptarse, respetar nuestro cuerpo y el de nuestra pareja”, señaló uno de los soldados que recibió este entrenamiento y que se encargará de llevar ese mensaje a sus compañeros.
El general Fernando Pineda solarte, comandante del fuerte militar de Tolemaida, manifestó que con este entrenamiento, cada unidad militar y batallón tendrá un “difusor de estas enseñanzas para ver si nosotros podemos frenar el contagio de esta mortal enfermedad. Nuestra misión es proteger a la sociedad de cualquier tipo de ataque”.
“Los que hemos tenido la oportunidad de estar varios años en la institución, hemos visto el flagelo de las enfermedades de transmisión sexual y las tragedias que se presentan en las familias por el caso del sida que ha traído bastante tristeza a los hogares y es por pura falta de educación. Esta iniciativa es importante y nos va a permitir a largo plazo erradicar el Sida”.
Se espera que en agosto de este año, el 70% de la población castrense reciba esta orientación sexual y sean multiplicadores de este conocimiento en su entorno social.