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En noviembre próximo se cumplen 30 años de la tragedia de Armero –desastre natural que en 1985 causó la muerte de 25.000 personas y borró literalmente del mapa al municipio– por lo que en Tolima se ultiman detalles para conmemorar una de las peores catástrofes que ha sufrido el país.
Por ello, delegados de la Presidencia de la República visitaron la Gobernación del Tolima para comenzar a coordinar una posible visita del presidente Juan Manuel Santos, cuya participación se extendería al antiguo Armero, donde las autoridades analizarán también la aplicación de la Ley de Honores de Armero que comprende inversiones en materia administrativa, económica y social.
De acuerdo con el alcalde de Armero, Mauricio Cuellar Arias, la ley ha permitido orientar inversiones para la construcción del parque Omaira o la asignación de recursos para la construcción de 268 viviendas.
La tragedia de Armero ocurrió el 13 de noviembre de 1985, cuando una erupción del volcán Nevado del Ruiz expulsó 35 millones de toneladas de material volcánico a una velocidad promedio de 60 kilómetros por hora, sepultando a la población, dejando alrededor de 25.000 muertos y afectaciones en los municipios de Chinchiná y Villa María en Caldas.
Semanas antes, las ciudades y pueblos cercanos al volcán habían comenzado a cubrirse en ceniza, y el 13 de noviembre de 1985, a las 9:45 de la noche, se produjo la erupción, que dos horas después sepultaría al pueblo. (Lea: ¿La tragedia de Armero se podría repetir?)
Según habitantes y sobrevivientes de la tragedia, muchas muertes se habrían evitado si las recomendaciones dadas días antes por diferentes autoridades del orden nacional hubieran sido atendidas.