Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Recomendado

                                      Contenido exclusivo

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      EE ADS

                                                                                                        Cursos y programas

                                                                                                          Más

                                                                                                          Cromos

                                                                                                            Vea

                                                                                                              Blogs

                                                                                                                Especiales

                                                                                                                  Descarga la App

                                                                                                                    Edición Impresa

                                                                                                                      Suscripción

                                                                                                                        Eventos

                                                                                                                          Pauta con nosotros

                                                                                                                            Avisos judiciales

                                                                                                                              Preguntas Frecuentes

                                                                                                                                Contenido Patrocinado
                                                                                                                                11 de marzo de 2014 - 07:05 a. m.

                                                                                                                                Un García Márquez murió esperando pensión

                                                                                                                                Como el personaje de ‘El coronel no tiene quien le escriba’, Gustavo Adolfo García Márquez murió el domingo sin que el Gobierno le reconociera el derecho. El alzhéimer se lleva a otro miembro de la familia del Nobel.

                                                                                                                                Nelson Fredy Padilla

                                                                                                                                Hijos del matrimonio García Márquez: arriba (izq. a der.) Jaime, Alfredo Ricardo (fallecido), Ligia Esther, Gabriel (el nobel), Gustavo Adolfo, Hernando, Eligio Gabriel (fallecido) y Luis Enrique. Abajo, Germaine (hija sólo del padre), Margarita, Luisa Santiaga Márquez (la madre), Rita y Aída Rosa. / Cortesía Cromos

                                                                                                                                El 9 de marzo a las 5:00 de la tarde, en su apartamento en Bogotá, falleció a los 77 años de edad Gustavo Adolfo García Márquez. Noticia de trascendencia no sólo porque se trata del hermano de Gabriel, el premio nobel de Literatura, sino porque murió esperando junto a su esposa Lilia Travecedo la pensión que jamás llegó, como en El coronel no tiene quien le escriba.

                                                                                                                                En el segundo piso de la funeraria Inversiones y Planes de Paz, junto al ataúd del ingeniero civil, la viuda le contó a El Espectador que la ficción comenzó a hacerse real mientras Gustavo era cónsul de Colombia en Barquisimeto: “Él se enfermó cuando estábamos en Venezuela. Entró en una depresión que duró varios meses. Me puse en contacto con los hermanos y consideraron que lo mejor era que regresáramos a Colombia. Llegamos a Barranquilla a finales de 2001. Ya venía con desequilibrio emocional. Lo vio un neurólogo y le diagnosticó alzhéimer”.

                                                                                                                                Gustavo no reaccionó a los tratamientos iniciales y empezó a perder facultades motrices. “En 2003, Gabito vino a Cartagena y se reunió con él. Me dijo: ‘veo tan mal a Gustavo que lo voy a mandar a Cuba’. Fue la última vez que ellos se vieron. Allí lo internó en el Ciren (Centro Internacional de Restauración Neurológica de La Habana). Estuvo casi un mes, me mandaron una historia clínica en la que concluyeron que era un problema genético de la familia”. Como a los Buendía en Cien años de soledad, a los García Márquez los persigue “la predestinación al olvido”. Así lo admitió el propio nobel en la edición dominical de este diario del 1º de agosto de 1982 (ver reportaje “Vivir para olvidarla”, de 2012).

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                “En Cuba advirtieron que necesitaba un tratamiento de mucho tiempo. Pero Gustavo renunció porque yo no iba a estar con él. A su regreso a Barranquilla la desmejoría ya fue fulminante. Sabía que estaba perdiendo la memoria, luchaba, me decía que le anotara en una agendita direcciones, nombres de las personas, de las comidas, de las frutas, de todas las cosas”.

                                                                                                                                Ese mismo año, Lilia le dio poder a un abogado en Barranquilla para reclamar la pensión de invalidez de su esposo, pero empezaron las negativas del gobierno, en este caso del Ministerio de Relaciones Exteriores. “Nos cansamos de esperar allá y en 2007 nos vinimos a Bogotá, porque aquí estaban mis hijos y la posibilidad de que saliera el proceso sería mayor. Mientras demandábamos, él iba recayendo, hasta que dejó de caminar, luego perdió la voz. Le gustaba cantar mucho; boleros, tangos, vallenatos; era muy simpático y amiguero; no exigía nada, sino que le gustaba dar. Su desesperación era mayor porque casi siempre se levantaba a las 3:00 de la mañana a escribir, le gustaba salir e interesarse por las necesidades de la gente. Llegó a perder todas sus capacidades, quedó totalmente postrado”.

                                                                                                                                Sólo a través de una tutela contra la EPS Sanitas lograron desde hace cinco años servicio médico en casa y una enfermera 24 horas. La reclamación pensional se dilató porque él no tenía las semanas requeridas y en el Ministerio se estableció que le habían liquidado sus derechos con base en un sistema equivalente a empleados de régimen interno y no a funcionarios en funciones internacionales, como fue su caso. Además, no han podido reconstruir su historia laboral porque las empresas donde trabajó Gustavo no han expedido las certificaciones. Es el caso del desaparecido Instituto de Crédito Territorial y varias constructoras de la costa Caribe. Lilia dice: “Ahora estamos esperando esas cartas y el resultado de una nueva tutela”.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Este diario averiguó en la Cancillería y logró una respuesta extraoficial en la que se informó que Gustavo Adolfo García Márquez laboró en el Ministerio entre el 25 de abril de 1995 y el 30 de abril de 2001, que esa entidad no reconoce como tal la pensión sino que hizo los aportes de ley al Seguro Social.

                                                                                                                                Confirmaron que a su nombre se interpuso una tutela y a través de ésta se ordenó al Ministerio darle respuesta a su solicitud de reliquidación de aportes y se le respondió por medio de su apoderado que debía adelantar un proceso de conciliación a través de la Procuraduría y éste nunca fue presentado.

                                                                                                                                Lilia dice: “Lo único que recibimos del Ministerio fue una oferta de indemnización, pero yo no la acepté porque no estaba reclamando eso, sino pensión de invalidez. Esos $16 millones salieron a nombre de Gustavo estando él totalmente discapacitado. Ya no firmaba, ya no hablaba, ya no tenía memoria. Me dijeron que tenía que empezar un proceso para declararlo interdicto y a mí curadora. No fue cosa de semanas ni de meses, sino de tres años. Apenas salió en 2013, pero no se cobró porque es mejor sacar la pensión con claridad. Hoy no sé el estado del proceso. Lo único que sé es que en medio de esas dilaciones, Gustavo se fue secando de tal manera que quedó en sus huesos forrados en piel, se consumió (en la novela llega un momento en que le dicen al coronel: ‘Estás en el hueso pelado’). En la última crisis dejó de deglutir, autorizamos una gastrotomía, pero también le dio neumonía. Antes resistió demasiado. Llegó 2014 y todavía este lío no ha visto la luz. Sigo esperando que los derechos de mi esposo sean reconocidos. No queremos seguir en la injusticia. Es paradójico, si uno se hubiera propuesto recrear El coronel no tiene quien le escriba, no hubiera salido así”. Macondiano. Gustavo García Márquez vivió su agonía en la clínica Colombia. 

                                                                                                                                No ad for you


                                                                                                                                npadilla@elespectador.com

                                                                                                                                Hijos del matrimonio García Márquez: arriba (izq. a der.) Jaime, Alfredo Ricardo (fallecido), Ligia Esther, Gabriel (el nobel), Gustavo Adolfo, Hernando, Eligio Gabriel (fallecido) y Luis Enrique. Abajo, Germaine (hija sólo del padre), Margarita, Luisa Santiaga Márquez (la madre), Rita y Aída Rosa. / Cortesía Cromos

                                                                                                                                El 9 de marzo a las 5:00 de la tarde, en su apartamento en Bogotá, falleció a los 77 años de edad Gustavo Adolfo García Márquez. Noticia de trascendencia no sólo porque se trata del hermano de Gabriel, el premio nobel de Literatura, sino porque murió esperando junto a su esposa Lilia Travecedo la pensión que jamás llegó, como en El coronel no tiene quien le escriba.

                                                                                                                                En el segundo piso de la funeraria Inversiones y Planes de Paz, junto al ataúd del ingeniero civil, la viuda le contó a El Espectador que la ficción comenzó a hacerse real mientras Gustavo era cónsul de Colombia en Barquisimeto: “Él se enfermó cuando estábamos en Venezuela. Entró en una depresión que duró varios meses. Me puse en contacto con los hermanos y consideraron que lo mejor era que regresáramos a Colombia. Llegamos a Barranquilla a finales de 2001. Ya venía con desequilibrio emocional. Lo vio un neurólogo y le diagnosticó alzhéimer”.

                                                                                                                                Gustavo no reaccionó a los tratamientos iniciales y empezó a perder facultades motrices. “En 2003, Gabito vino a Cartagena y se reunió con él. Me dijo: ‘veo tan mal a Gustavo que lo voy a mandar a Cuba’. Fue la última vez que ellos se vieron. Allí lo internó en el Ciren (Centro Internacional de Restauración Neurológica de La Habana). Estuvo casi un mes, me mandaron una historia clínica en la que concluyeron que era un problema genético de la familia”. Como a los Buendía en Cien años de soledad, a los García Márquez los persigue “la predestinación al olvido”. Así lo admitió el propio nobel en la edición dominical de este diario del 1º de agosto de 1982 (ver reportaje “Vivir para olvidarla”, de 2012).

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                “En Cuba advirtieron que necesitaba un tratamiento de mucho tiempo. Pero Gustavo renunció porque yo no iba a estar con él. A su regreso a Barranquilla la desmejoría ya fue fulminante. Sabía que estaba perdiendo la memoria, luchaba, me decía que le anotara en una agendita direcciones, nombres de las personas, de las comidas, de las frutas, de todas las cosas”.

                                                                                                                                Ese mismo año, Lilia le dio poder a un abogado en Barranquilla para reclamar la pensión de invalidez de su esposo, pero empezaron las negativas del gobierno, en este caso del Ministerio de Relaciones Exteriores. “Nos cansamos de esperar allá y en 2007 nos vinimos a Bogotá, porque aquí estaban mis hijos y la posibilidad de que saliera el proceso sería mayor. Mientras demandábamos, él iba recayendo, hasta que dejó de caminar, luego perdió la voz. Le gustaba cantar mucho; boleros, tangos, vallenatos; era muy simpático y amiguero; no exigía nada, sino que le gustaba dar. Su desesperación era mayor porque casi siempre se levantaba a las 3:00 de la mañana a escribir, le gustaba salir e interesarse por las necesidades de la gente. Llegó a perder todas sus capacidades, quedó totalmente postrado”.

                                                                                                                                Sólo a través de una tutela contra la EPS Sanitas lograron desde hace cinco años servicio médico en casa y una enfermera 24 horas. La reclamación pensional se dilató porque él no tenía las semanas requeridas y en el Ministerio se estableció que le habían liquidado sus derechos con base en un sistema equivalente a empleados de régimen interno y no a funcionarios en funciones internacionales, como fue su caso. Además, no han podido reconstruir su historia laboral porque las empresas donde trabajó Gustavo no han expedido las certificaciones. Es el caso del desaparecido Instituto de Crédito Territorial y varias constructoras de la costa Caribe. Lilia dice: “Ahora estamos esperando esas cartas y el resultado de una nueva tutela”.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Este diario averiguó en la Cancillería y logró una respuesta extraoficial en la que se informó que Gustavo Adolfo García Márquez laboró en el Ministerio entre el 25 de abril de 1995 y el 30 de abril de 2001, que esa entidad no reconoce como tal la pensión sino que hizo los aportes de ley al Seguro Social.

                                                                                                                                Confirmaron que a su nombre se interpuso una tutela y a través de ésta se ordenó al Ministerio darle respuesta a su solicitud de reliquidación de aportes y se le respondió por medio de su apoderado que debía adelantar un proceso de conciliación a través de la Procuraduría y éste nunca fue presentado.

                                                                                                                                Lilia dice: “Lo único que recibimos del Ministerio fue una oferta de indemnización, pero yo no la acepté porque no estaba reclamando eso, sino pensión de invalidez. Esos $16 millones salieron a nombre de Gustavo estando él totalmente discapacitado. Ya no firmaba, ya no hablaba, ya no tenía memoria. Me dijeron que tenía que empezar un proceso para declararlo interdicto y a mí curadora. No fue cosa de semanas ni de meses, sino de tres años. Apenas salió en 2013, pero no se cobró porque es mejor sacar la pensión con claridad. Hoy no sé el estado del proceso. Lo único que sé es que en medio de esas dilaciones, Gustavo se fue secando de tal manera que quedó en sus huesos forrados en piel, se consumió (en la novela llega un momento en que le dicen al coronel: ‘Estás en el hueso pelado’). En la última crisis dejó de deglutir, autorizamos una gastrotomía, pero también le dio neumonía. Antes resistió demasiado. Llegó 2014 y todavía este lío no ha visto la luz. Sigo esperando que los derechos de mi esposo sean reconocidos. No queremos seguir en la injusticia. Es paradójico, si uno se hubiera propuesto recrear El coronel no tiene quien le escriba, no hubiera salido así”. Macondiano. Gustavo García Márquez vivió su agonía en la clínica Colombia. 

                                                                                                                                No ad for you


                                                                                                                                npadilla@elespectador.com

                                                                                                                                Por Nelson Fredy Padilla

                                                                                                                                Ver todas las noticias
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
                                                                                                                                Aceptar