Un muerto y 13 reses envenenadas, los saldos de enfrentamientos con indígenas en el Cauca

El 25 de abril el pueblo indígena reporta el envenenamiento de su ganado en la hacienda Canaima. Y este domingo, por la explosión de un artefacto, muere Luis Enrique Álvarez, administrador de la finca Oasis. Ambos predios privados están ubicados en Caloto, al norte del Cauca, y son lugares que reclama la comunidad Nasa.

-Redacción Política - politicaelespectador@gmail.com
27 de abril de 2020 - 01:00 a. m.
Por el impacto de un artefacto explosivo, muere Luis Enrique Álvarez, administrador de la finca Oasis, ubicada en Caloto, Cauca.  / Cortesía
Por el impacto de un artefacto explosivo, muere Luis Enrique Álvarez, administrador de la finca Oasis, ubicada en Caloto, Cauca. / Cortesía

En Caloto, municipio al norte del Cauca, se han registrado entre ayer y este 26 de abril varios enfrentamientos entre la comunidad indígena Nasa y propietarios de algunos predios privados, en los que también ha estado involucrada la fuerza pública. Los asuntos escalaron y se registró el envenenamiento de 13 reses  de propiedad indígena, la muerte de un administrador de una de las haciendas y la retención de siete policías que luego fueron liberados por parte de la comunidad Nasa.

¿Hay relación entre los hechos? Aunque lo ocurrido es aún materia de investigación por parte de la Fiscalía, todo se enmarca en una disputa histórica entre ambos sectores: el pueblo indígena reclama las tierras de Caloto como suyas, producto de la herencia de sus antepasados. Mientras, los propietarios actuales de los predios, productores de caña de la región, insisten en que la comunidad étnica se ha ensañado en su contra, ha invadido sus fincas y ha quemado sus cultivos azucareros. 

¿Cuál es el reporte oficial? Según relató Luis Angulo Mosquera, secretario de Gobierno y Participación del Cauca, los saldos son producto de dos hechos ocurridos por separado, pero en la misma área, es decir, en predios cercanos. Según expresó Angulo Mosquera, a eso de las 11:30 de la mañana del domingo 26 de abril, Luis Enrique Álvarez, administrador de la hacienda Oasis, y dos trabajadores más atendieron una “queja” en los terrenos que vigilan y “fueron atacados con artefactos explosivos. Los dos trabajadores salen heridos y están siendo atendidos en el hospital municipal de Caloto”. Álvarez, de 59 años y reconocido como el “mayordomo” de la hacienda, perdió la vida por cuenta del impacto del explosivo. 

El reporte de la Policía Nacional manifiesta que los empleados de Oasis iban a “verificar en los predios la posible quema de caña, fueron atacados por varios sujetos que lanzaron un artefacto explosivo y disparos de arma de fuego. Uno de los lesionados da a conocer que los que les tiraron el artefacto explosivo eran indígenas y luego les dispararon con armas de fuego”, se lee en el comunicado oficial. Sin embargo, sobre esa afirmación, el secretario Angulo Mosquera especifica que “esa información es materia de investigación”. 

Sobre el asunto, el representante Christian Garcés, del Centro Democrático, trinó cuestionando la Fuerza del Estado para proteger a los propietarios de las fincas del Cauca, y señaló a los indígenas como posibles responsables de la muerte del administrador de Oasis. 

 

Por otro lado, el secretario de Gobierno del departamento se refirió a lo ocurrido en la hacienda La Emperatriz, acontecido también en horas de la mañana de este domingo. Según expresó Angulo Mosquera, le informaron que la comunidad Nasa de Caloto retuvo a siete policías “al parecer porque la Policía estaba haciendo control alrededor de algunos predios porque había una situación con los indígenas porque el día de ayer aparecieron varias de sus cabezas de ganado muertas. Van a realizar investigaciones sobre qué pasó con las reses”, explicó. 

Angulo Mosquera se refiere al presunto envenenamiento del que fueron víctimas 13 animales, según denunciaron dos indígenas que pidieron omitir sus nombres. Contaron los siguientes hechos: “Como siempre, el ganado se trae a pastorear (a los predios de estas fincas) y resulta que nos dieron el reporte de una vaca caída. La comunidad vio que no era una sino varias. Se vieron unas bolas de veneno tiradas en la miel de purga (alimento del ganado). Todas las vacas estaban comiendo y las envenenaron. A las demás les echamos agua de panela, pero no sabemos si se salvarán”, comentó uno de ellos. 

Así mismo, añadió que consideran que el asesinato de 13 de sus reses es el resultado de múltiples amenazas que los propietarios de los predios les habían hecho anteriormente. “No pensamos que fueran capaces de esto. Nosotros solo estamos reclamando la tierra que fue de nuestros padres y que nos arrebataron. Le exigimos al Gobierno que también mire eso. Pido a los compañeros que estén pendiente del agua que beben y de su ganado, porque acá ya nos mataron el nuestro”, concluyó. 

A su vez, otro indígena manifestó que la retención de los policías se debió a que “varios comuneros madrugaron a hacer sus parcelas y fueron hostigados por parte de la Fuerza Pública. Les dieron bala, hubo un forcejeo tremendo”, dijo, mientras anunció que también habían intentado cerrar la vía para evitar el paso de vehículos en ese momento. Según reportó la Secretaría del Gobierno del departamento, los uniformados fueron liberados sanos y salvos después de casi dos horas de detenidos.

Rojas, que está enterada de ambos sucesos porque algunos de los propietarios son miembros de la SAG, manifestó que la situación de disputa entre indígenas y dueños de la tierra en el norte del CAuca se ha intensificado al menos desde 2014. “Desde entonces van 6.000 hectáreas dañadas. De ellas, hay 500 a las que los propietarios no pueden ni siquiera entrar porque sale un comando de la guardia indígena a amenazarlos”, complementó. 

Según el recuento realizado por ella, desde el 25 de abril al menos 100 cabezas de ganado son pastoreadas en dicho predio privado. “El 25 de abril vienen los indígenas arriando las vacas y ellas mueren”, dice. Y frente a la pregunta de por qué los Nasa dicen que fueron los dueños del emporio azucarero los responsables del asesinato de sus animales, Rojas responde: “¿Quién las va a envenenar si ellos son los que las llevan y las traen. Más bien, quien sabe dónde pusieron su ganado a tomar agua. Tienen que decir quién les envenenó sus reses”, dijo.

 

Por -Redacción Política - politicaelespectador@gmail.com

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar