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Por medio del programa Universidad del Campo, liderado por la Gobernación de Santander, 44 jóvenes del sector rural se graduaron como tecnólogos profesionales en Producción Agropecuaria de la Universidad Industrial de Santander, UIS.
Este proyecto tiene como objetivo potencializar el desarrollo del campo, disminuir las brechas sociales, mitigar la migración de los jóvenes de la provincia a estudiar en la ciudad, entre otros aspectos.
Los jóvenes son becados con el 85 % de la matrícula y el restante, debe ser pagado por ellos. “Los requisitos para acceder al programa son demostrar por medio de carta de vecindad que pertenecen al sector rural, y son de estrato 1, 2 0 3. Además, deben cumplir con los parámetros exigidos por la universidad a la que quieran acceder", indicó la Secretaría de Educación.
"Buscamos que los jóvenes de la zona rural de Santander vean el campo con aspiraciones, que vean en el sector agropecuario una alternativa para su sustento futuro y que con los conocimientos recibidos puedan desarrollar un proyecto productivo”, dijo Javier Sarmiento, secretario de Agricultura de Santander.
De acuerdo con Carlos Aníbal Vásquez, coordinador de los programas Agroindustriales de la UIS, cerca del 80 % de los municipios del departamento se han visto beneficiados con dicha iniciativa.
“Por conocimiento sé que muchos de estos estudiantes jamás pensaron en pisar un aula educativa de la UIS, obtener un título profesional y poder concretar en sus comunidades proyectos productivos que generen desarrollo y bienestar, lo cual se refleja en una mayor productividad y en un mayor desarrollo regional”, dijo el coordinador Vásquez.
El programa, que cuenta con una inversión de $891 millones, tiene convenio con la UIS, las Unidades Tecnológicas de Santander y el Instituto Universitario de la Paz. En total, se han beneficiado cerca de 500 jóvenes rurales del departamento.
"Es importante porque nos podemos quedar en nuestra región apoyando a los campesinos, no tenemos que salir a buscar oportunidades en la ciudad, cuando todo lo tenemos en el campo”, expresó Érika Carreño, beneficiaria.