Si el tema es alumnos, maestros o escuelas, a Cecilia María Vélez, ex ministra de educación y hoy rectora de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, no la para nadie. En la conversación hace aparecer personajes que desde los tableros intentan transformar el país al mismo tiempo que analiza las variables que más impactan la calidad educativa, enumera políticas internacionales exitosas o habla de los retos de evaluar y detectar dónde están los problemas.
No oculta la sorpresa que le ocasionaron los resultados de Colombia en las pruebas Pisa (conocidos esta semana). Pero donde muchos ven un panorama pesimista, ellarescata que por fin el país comenzó a interesarse y debatir ampliamente este tipo de noticias. “Hay una sensibilidad por el tema educativo que se debe aprovechar”, dice y asegura que, aunque los cambios en educación toman tiempo, no tendrán que pasar dos décadas para que el país tenga una sociedad más culta.
En comparación con las pruebas de 2009, Colombia perdió puntos en todas las competencias evaluadas (lectura, ciencia, matemáticas) ¿Lo esperaba?
Creía que íbamos a seguir con una tendencia al mejoramiento, como ocurrió con pruebas anteriores en las que el país había reflejado avances y sí pensé que nos posicionaríamos mejor. Pero uno piensa con el deseo y la realidad es otra.
¿Qué concluye de los resultados?
Brasil tenía un nivel más bajo que el nuestro en todas las competencias y ahora está muy por encima. Nos están diciendo que hay países que está mejorando más que nosotros y tenemos que analizar cuáles han sido sus procesos para tomar lo que sea funcional. Las políticas de Colombia se han enfocado en atender la educación de los más pobres y vemos que ellos obtuvieron mejores resultados en las pruebas (en comparación con las anteriores), mientras que los colegios “buenos” se quedaron estancados. Hay que decirles a todos los institutos de formación escolar del país que tienen que mejorar. Nuestros “excelentes estudiantes” están muy lejos de los de los otros países.
¿Qué pasó en Brasil?
Desde hace 15 años la educación se puso en el centro, estados como Minas Gerais se comprometieron fuertemente a implementar programas que resultaron muy exitosos. El papel de los empresarios también fue importante. Recuerdo cuando Luiz Inácio Lula da Silva se posesionó y los empresarios le dijeron que por encima de cualquier cosas querían que el país se enfocara en mejorar la calidad de su educación. Ellos se involucraron y lo están logrando.
¿Tendremos que esperar 15 años para ver cambios en nuestro sistema de educación?
Si los sectores más importantes direccionamos nuestros esfuerzos para mejorar la educación del país, estoy segura que en los próximos tres años podríamos ver resultados positivos. Debe tenerse presente que hace poco estuvimos mejor que Brasil y Argentina. Pero si vamos a decir que queremos ser como Finlandia ahí si nos toca cambiar a todos los profesores. En educación o se cambia la calidad de un momento a otro, estos son procesos largos. Pero sí podemos acelerar las acciones.
Al conocer los resultados de Pisa, la queja vuelve a ser la calidad de los maestros, ¿Se merecen toda el agua fría de asunto?
Es un problema del sistema completo, en el que todos debemos incluirnos. En países donde el crecimiento de la cobertura no fue tan acelerado, como el nuestro, los buenos maestros fueron entrando al sistema de a poco. Es cierto que nuestra planta de maestros es muy regular y necesitamos mejorar las facultades de educación e incentivar la formación de profesores más competentes y con mejores oportunidades. La idea no es buscar quién tienen la culpa de que la educación vaya mal, sino ver qué hacemos para cambiar este panorama.
Aunque niños y niñas vayan a la misma escuela, las pruebas volvieron a concluir que en Colombia ellas obtienen peores resultados en ciencia y matemáticas, ¿cómo lo explica?
Es un asunto cultural. Las familias, los profesores y los mismos alumnos siempre esperan más de los niños. Si a una mujer le dicen toda la vida que es mala para las matemáticas, pues será mala. Hay un problema de motivación. Si crees que tus alumnos van a ser mejores, serán los mejores.
¿Si pudiera tomar decisiones, qué haría?
Pondría en marcha una cruzada por la educación nacional donde se generara un debate abierto a partir estos bajos resultados. Necesitamos que todo el mundo hable de este tema, en las familias y en la escuela. Siempre pensamos que alguien nos va a dar la solución y no reconocemos que los sistemas que son buenos vienen de culturas muy distintas. Necesitamos que las pruebas Saber, que son las que están evaluando la calidad, le entreguen a las instituciones un diagnóstico más claro de los aspectos en los que están fallando. Para que los directivos sepan hacia dónde orientar sus decisiones. Ahora los colegios están recibiendo evaluaciones muy generales. Sería bueno que no solo les dijeran que están mal en lectoescritura sino que se pusieran sobre la mesa discusiones acerca de qué tipo de estrategias funcionarían para mejorar la calidad.
¿Qué tan bueno es el sistema de evaluación de Colombia?
Es uno de los mejores de A. Latina, pero, insisto, le falta entregar directices más claras sobre cuáles son los puntos sobre los que cada colegio debe mejorar.
¿Qué rol propondría para los maestros?
Habría que sentarlos al frente del problema y hacerles saber que ellos mismos pueden idear la manera de solucionarlo. Existen muchas salidas creativas, pero hay que impulsarlos y crear una conciencia nacional para que todos actuemos.