De acuerdo con el presidente del Sindicato de Empleados Unidos Penitenciarios, Felipe Quimbayo, en los últimos días, el complejo penitenciario El Pedregal, ubicado en el corregimiento de San Cristóbal, noreste de Medellín, ha presentado retrasos en la entrega de los alimentos a los más de 3.500 internos.
Esas demoras, que se pueden extender hasta cinco horas, se deben al incumplimiento de las empresas encargadas de suministrar la alimentación a los internos. Esta situación, dio lugar, dentro del marco del problema, a que el pasado 23 de julio, 400 mujeres tuvieran que ser atendidas por la Secretaría de Salud y la Personería de Medellín cuando consumieron alimentos que se encontraban en mal estado.
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El problema generalizado genera problemas de salubridad, poniendo a las autoridades de la cárcel a tomar medidas como la de cerrar algunos lugares del penal para evitar mayores inconvenientes.
“Es urgente una reunión con todos los líderes y coordinadores del Inpec y autoridades competentes para establecer una ruta que garantice la protección de los derechos de los reclusos de ese lugar”, dijo al diario regional El Colombiano Jorge Carmona, defensor de los derechos humanos de los internos.
La dirección de El Pedregal transmitirá la situación a la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (Uspec), encargada de atender los temas de manutención, alimentación y salud de los internos.
El problema de la alimentación, también produjo en el mes de julio una huelga de hambre como manifestación para exigir un mejor servicio en la atención de la alimentación que estaba siendo entregada en los patios.
El complejo El Pedregal está compuesto por la cárcel de mujeres y la de hombres que cuenta con un hacinamiento del 76%. (Lea: Las cárceles en Colombia, una historia de hacinamiento)