A México fue finalmente extraditado el cubano-mexicano Cristóbal Paulino Fernández, quien fue capturado a mediados del año pasado por una circular de la Interpol y acusaciones de que sería el cabecilla de una red de trata de personas transnacional, que operaba en el parque Lleras.
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Fernández tenía una circular roja de la Interpol y estaba en la mira de la Policía mexicana. Su captura se registró en el Centro Comercial Milla de Oro, en El Poblado, en julio de 2024, por los delitos de abuso sexual de menores y trata de personas.
Las autoridades lograron establecer que reclutaba a mujeres, mediante cómplices, en Medellín, Bogotá y del Valle del Cauca. Aprovechaban que las víctimas tenían problemas económicos para explotarlas, así como se conoció que los implicados recibían dinero a cambio de la captación.
La red de trata de personas convencía a las víctimas a viajar a México para trabajar como damas de compañía en Cancún y Mérida. Una vez llegaban a ese país, las jóvenes eran recibidas por otros sujetos de la banda criminal, que las trasladaban a una casa, donde les quitaban sus pasaportes y documentos. Posteriormente las obligaban a firmar un contrato con deudas millonarias.
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También se conoció que alrededor de 15 mujeres, al momento de la captura del cabecilla, estaban trabajando con las autoridades para poder desarticular esta red criminal. Adicionalmente, cinco mujeres estaban siendo víctimas de esta red y fueron liberadas.
“Medellín no será territorio para criminales ni para redes de explotación. La seguridad de nuestra gente y, sobre todo, la protección de nuestros niños y mujeres es una prioridad“, dijo el alcalde Federico Gutiérrez, quien dio a conocer la extradición de Fernández.