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En medio de un ataque sicarial que se registró en la mañana del pasado martes 6 de mayo, en inmediaciones de la Universidad de Antioquia, fue asesinado el expolicía John Jairo Mazo Paniagua, de 44 años, contra quien se fueron los sicarios, pero en medio del cruce de disparos, una bala perdida también hirió de muerte a Flor María Mosquera Gamboa, una “escobita”, que se encontraba en el lugar.
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“Se presentó una situación lamentable. Sicarios atacan a una persona que se movilizaba en una camioneta. Asesinan a la persona. En medio de los disparos, hieren de gravedad a una de nuestras personas que hacen aseo en las calles de Medellín, a quienes llamamos con cariño como “escobitas”. Es trasladada a la clínica y lamentablemente fallece. Qué dolor”, explicó el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez.
La víctima, de 46 años y quien llevaba nueve años trabajando para Fundación Universidad de Antioquia y prestaba servicio a Emvarias, recibió un disparo en el pecho, por lo que se desvaneció en el lugar. Inmediatamente, fue trasladada al Hospital San Vicente Fundación, pero sobre la 1:00 p.m. falleció.
Ante esto, Gustavo Castaño Galvis, gerente de Emvarias, rechazó el crimen y dio las condolencias a los familiares. “Hoy es un día de profunda tristeza para la familia de la Fuerza Naranja; la partida de nuestra compañera Flor María Mosquera, en circunstancias tan lamentables, nos dejará un gran vacío. Nos unimos en solidaridad con su familia y seres queridos, compartiendo este momento de dolor”.
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Flor María tenía tres hijos y, según indicaron compañeros de trabajo a El Colombiano, se destacaba por la entrega y empeño en su trabajo para sacar adelante a su familia.
Además del asesinato del expolicía Mazo Paniagua, quien se movilizaba en una camioneta, en el momento que los sicarios dispararon, y de Flor María, también resultó herido Jhon Arley Arcila Yepes, un mecánico de 50 años, quien tiene una lesión en una pierna, que no comprometió su vida, por lo que ya fue dado de alta.